Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ya las noticias de mañana
Sobre este blog

Soy cordobesa, del barrio de Ciudad Jardín y ciudadana del mundo, los ochenta fueron mi momento; hiperactiva y poliédrica, nieta, hija, hermana, madre y compañera de destino y desde que recuerdo soy y me siento Abogada. 

Pipí Calzaslargas me enseñó que también nosotras podíamos ser libres, dueñas de nuestro destino, no estar sometidas y defender a los más débiles. Llevo muchos años demandando justicia y utilizando mi voz para elevar las palabras de otros. Palabras de reivindicación, de queja, de demanda o de contestación, palabras de súplica o allanamiento, y hasta palabras de amor o desamor. Ahora y aquí seré la única dueña de las palabras que les ofrezco en este azafate, la bandeja que tanto me recuerda a mi abuela y en la que espero servirles lo que mi retina femenina enfoque sobre el pasado, el presente y el futuro de una ciudad tan singular como esta. 

¿ Mi vida ? … Carpe diem amigos, que antes de lo deseable, anochecerá.

¿Según donde estés?

Magdalena Entrenas

2

Sobre este blog

Soy cordobesa, del barrio de Ciudad Jardín y ciudadana del mundo, los ochenta fueron mi momento; hiperactiva y poliédrica, nieta, hija, hermana, madre y compañera de destino y desde que recuerdo soy y me siento Abogada. 

Pipí Calzaslargas me enseñó que también nosotras podíamos ser libres, dueñas de nuestro destino, no estar sometidas y defender a los más débiles. Llevo muchos años demandando justicia y utilizando mi voz para elevar las palabras de otros. Palabras de reivindicación, de queja, de demanda o de contestación, palabras de súplica o allanamiento, y hasta palabras de amor o desamor. Ahora y aquí seré la única dueña de las palabras que les ofrezco en este azafate, la bandeja que tanto me recuerda a mi abuela y en la que espero servirles lo que mi retina femenina enfoque sobre el pasado, el presente y el futuro de una ciudad tan singular como esta. 

¿ Mi vida ? … Carpe diem amigos, que antes de lo deseable, anochecerá.

Hay una norma no escrita que nunca falla: cuando algo te parece muy hortera con dieciséis años, a los treinta lo ves casi normal, con cuarenta te gusta y a mi edad puede que lo adores. Me ha pasado con Raphael. Me daba hasta vergüenza escucharlo y ahora resulta que me parece un ser de luz, un hombre incombustible y el artista más grande del planeta cuando canta eso de “Digan lo que digan”.

Con Camela, por ejemplo, no me pasa. Pero es que la regla no se cumple si es a los cuarenta cuando algo te parece hortera, porque a los sesenta te lo sigue pareciendo sin remedio. Puede que lo toleres. Sin más.

Y es que en la vida las visiones de la misma realidad las enfocamos de distinta manera. Según la edad es normal. Lo preocupante es hacerlo según en el lado en que te hallas. Si tu casa está en el casco histórico, el turismo te parece un coñazo y una lacra a combatir. Si eres el dueño del hotel, es tu vida y sustento y si eres el turista sentado en los escalones de la Mezquita con una tortilla en la mano, ese momento es pura magia.