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Víctor Pastor: “El golf es un deporte desagradecido”

Entrevista N&B a Víctor Pastor, golfista profesional

Jesús Ventura / FOTOS Y VÍDEO: ÁLEX GALLEGOS

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Se dice que no es tanto el talento que puedes tener, sino que el trabajo que puedes llegar a lograr hacer. Aun así, hay otros que opinan lo contrario, mientras que el resto cree que debe haber un equilibrio, sobre todo si el deportista -en este caso- en cuestión quiere llegar a las cotas más altas de su disciplina. Aunque, a pesar de todos los condicionantes que puedan llegar a existir, si no hay una pizca suerte o no estás en el sitio correcto en el lugar idóneo será imposible, pero, sin embargo, esta fortuna también hay que provocarla a base de constancia y labor diaria.

¿Por qué es necesario referirse a eso? Pues por un motivo simple: nadie regala nada y menos en el deporte profesional. Y es que el protagonista de este domingo, Víctor Pastor, es el ejemplo de ello. “No me acuerdo el día exacto que cogí un palo de golf porque era muy pequeño”, reconoce a Cordópolis un golfista que está dentro de los 1.000 mejores en su deporte de todo el mundo. Su herramienta de trabajo es prácticamente una prolongación de su cuerpo y la gran mayoría de los golpes que puede dar los reconoce al instante porque los ha practicado cientos y miles de veces. Eso no es suerte, eso es trabajo.

El próximo 1 de diciembre cumplirá los 30 años y, según las estadísticas, la plenitud como jugador de golf se alcanza con 32 o 33 años, aunque eso nunca se sabe. De hecho, no hay una edad para dejar el golf, pero lo que sí es cierto es que al cordobés Víctor Pastor le queda lo mejor de su trayectoria deportiva por delante, aunque ya ha conseguido éxitos como ser campeón de España o de Europa representando a la selección nacional.

Sin embargo, tuvo que partir del Real Club de Campo de Córdoba, lugar donde había crecido entre palos de golf y swings. Su casa pasó a ser el Real Club de Campo de Guadalhorce (Málaga) y su segundo domicilio, la Universidad de Málaga, de la mano de la carrera de Psicología. En su día tuvo que compaginar ambas labores, cosa que le ha beneficiado para centrarse en lo verdaderamente importante, hasta hoy. Víctor Pastor recibió a Cordópolis en el Arruzafa Golf con muchas ganas de hablar de deporte y sincerarse sobre los pros y contras que tiene actualmente su vida.

No tengo vida para agradecerle todo a mi familia

PREGUNTA. Nada, esta entrevista llega después de tu último torneo en esta temporada, aunque ya mismo empieza la siguiente. Primero, una valoración de cómo ha sido esta temporada.

RESPUESTA. Bueno, pues a principios de temporada nos marcamos unos objetivos, digamos, con mi equipo, digamos, no complicados, sino altos, podríamos decir, pero yo creo que se podían conseguir. Y bueno, es verdad que ha pasado la temporada y que por diferentes motivos no se ha dado. He cumplido algunos objetivos, he mantenido mis derechos en segunda, digamos, en el Challenge Tour, que está muy bien, que para el año que viene significa que tengo calendario completo, que puedo elegir lo que juego, cuándo quiero y dónde quiero. Y bueno, es verdad que a lo mejor no es lo que buscaba, pero tampoco es una decepción, digamos, de temporada. Es una temporada que suma y que creo que soy mejor jugador hoy en día que hace diez meses, cuando empecé.

P. Para llegar a tu edad, si no me equivoco, vas a cumplir 30 el próximo 1 de diciembre, has tenido que tener un inicio. Y ese inicio imagino que será desde muy pequeño, ¿no?

R. Yo no me acuerdo de empezar a jugar al golf, entonces yo no tengo el recuerdo del primer día que empecé a jugar al golf. Porque mi padre empezó a jugar antes de que yo naciera, mi madre también se metió un poco en ello, mi hermano mayor jugaba, entonces yo, como quien dice, me he criado en el Real Club de Campo de Córdoba. Y es que eso, no tengo el recuerdo de decir, ostras, este día… O sea, me acuerdo con el palo con el que empecé, pero no hay el recuerdo de empezar, que es algo incluso más bestia todavía, el estar ya desde primera hora estoy allí.

P. Es que eso significa que prácticamente el palo de golf es como una prolongación de tu cuerpo, ¿no?

R. Sí, yo siempre digo que me puse de pie apoyado en un palo de golf. Es verdad, así que, bueno, eso, es algo que ha formado parte de mi vida desde pequeño, y no he dejado de jugar al golf nunca en mi vida. Espero que así siga.

P. ¿Cuándo te diste cuenta de que este hobbie podría pasar a ser algo más fundamental en tu vida?

R. Yo creo que tuve una conversación con mis padres, con 13 o 14 años más o menos, cuando ya empezaba a competir, ya había competido a nivel nacional, ya todos los campeonatos de España y todo eso, pero ya era algo, eso, se estaba convirtiendo en más serio, ya quería entrenar más, me veía, eso, que empezaba a ser competitivo, que en Andalucía, pues, ostras, siempre estaba ahí para ganar los torneos, que en España también competía muy bien, y bueno, yo creo que no fue, digamos, un día para otro, pero fue, conforme pasaba el tiempo, nos dimos cuenta, ostras, que era un deporte que se me daba bien, y que, ¿por qué no? Yo creo que vengo de una familia bastante, digamos, en ese aspecto deportista, y ¿por qué no? Había que probar, y fíjate que, bueno, que por ahora, pues, aquí seguimos.

P. El camino te lo allanó un poco tu hermano, ¿no?

R. Sí, al final, que mi hermano mayor juegue, sea profesional y que haya competido ya en ese nivel, pues, siempre era algo de agradecer, siempre me ha dado todos los consejos que ha podido, y es verdad eso, que yo, hay veces, yo sí tengo el recuerdo de ir a algún campeonato a no jugar, pero jugaba mi hermano, entonces, pues, yo siempre estaba por allí.

P. ¿Qué significa para ti tu familia?

R. Todo, al final, yo creo que es un deporte que es individual, que no se juega en equipo, entonces, pues, he tenido muchos viajes con ellos, tengo todos los momentos desde que soy pequeño con ellos en un campo de gol. El primer recuerdo que tengo, a lo mejor, jugando al golf es con mi madre, que salía con ella a jugar dos, tres hoyos porque no daba más de mí, porque tenía cuatro añitos, entonces, pues, no daba más de mí, y eso, desde el primer momento siempre han estado ahí, siempre me han apoyado, todo lo que he vivido en gol, hasta que, bueno, ya empecé a viajar más, digamos, a viajar fuera y tal, todo lo que he vivido de golf es con ellos.

Me he llegado a despertar por la noche y no saber ni dónde estaba

P. Ahora también te acuerdas de los sacrificios que hacían tus padres cuando eras pequeño, ¿no? A lo mejor se recorrían en coche seis o siete horas seguidas, mientras tú dormías...

R. Sí. Conforme me he hecho mayor, me he ido dando cuenta de eso, que ha sido algo muy sacrificado, que no voy a tener vida ni, digamos, tiempo de agradecerles, porque creo que es algo que es muy complicado de hacer, y muy complicado dejar de lado una vida, por más que sean tus padres, una vida para tu hijo. Es muy complicado, y ha sido algo que no valoras cuando eres pequeño porque no te das cuenta, y ahora que sabes lo que es, es algo impagable.

P. Y ya ese tipo de gestos, ya no es tanto en lo deportivo sino en lo personal. También te dice que tus padres han dado todo por ti para desarrollarte tanto como deportista como persona.

R. Sí, al final es eso, yo no soy quien soy solo por el deporte. Al final, siempre me han inculcado unos valores tremendos, por eso también pasamos muchísimo tiempo con ellos, por suerte, y pues bueno, yo creo que tanto a mí como a mi hermano nos dieron esta oportunidad de poder disfrutar de este deporte, que es un deporte magnífico, y pues mira, por ahora aquí seguimos y espero que sea por mucho tiempo.

P. Dejando un poco el foco en tu hermano, como ya hemos dicho antes, él te enseñó el camino en este deporte, y además prácticamente fue tu maestro.

R. Sí, al principio yo recuerdo que... no es que fuese mi maestro porque un niño chico no puede enseñar a otros, es muy complicado, pero sí, yo creo que a partir de una época ya veía lo que entrenaba, veía que estaba todos los días, que prácticamente todos los días subía al club de golf, lo veía entrenando. Yo nunca he llegado a entrenar con él, seguramente por la edad. Este deporte es individual, entonces entrenar con alguien es extraño para nosotros. Pero siempre ha sido eso, siempre ha sido: “oye, vamos al club”, y yo iba con mi hermano. Al final siempre he ido un poco arrastrado porque era el mayor, y eso, pues, al final creo que verlo, con el tiempo, sí ha sido parte fundamental de que yo esté aquí.

P. Lo importante también es que tú te has desarrollado como jugador. Si no me equivoco has sido subcampeón de España sub-16, campeón de España por Comunidades Autónomas, campeón de Andalucía sub-16 y sub-18, subcampeón de Europa universitario, campeón de Europa... Tienes una trayectoria en el apartado amateur que significa una experiencia importante.

R. Cuando ya te haces mayor, terminas el colegio y todo eso, tienes dos opciones: te vas a América, a Estados Unidos, que tenía la opción de irme, pero bueno, creo que decidimos que no era algo esencial, o te vas por España. Me fui a Málaga y a partir de ahí empecé a competir ya a nivel nacional en los mejores torneos y a nivel europeo. Y bueno, por suerte se me ha dado bien, he ganado muchos títulos, y nada, espero que la lista siga.

P. ¿Y por qué no te fuiste a Estados Unidos?

R. Bueno, no era lo mejor. Allí se habla mucho de ofertas, de “oye, esta universidad te quiere, esta no” o “este sitio sí, pero es muy frío”, entonces depende mucho también del momento. Surgió la opción de irme a Málaga, de poder estudiar una carrera en Málaga, psicología, que me gustaba, y decidí que Málaga porque mejor tiempo que allí no vas a encontrar para jugar al golf. Y bueno, decidí irme allí, estar en un club amigo de Córdoba como es el Real Club Guadalhorce, entonces, pues decidí estar allí, además mi entrenador por la época también estaba allí, creo que fue una buena decisión.

P. ¿Cuándo te fuiste a Málaga?

R. Me fui a Málaga con 18 años para estudiar la carrera. En primero de bachillerato me fui con 16 a Madrid, a la Blume -residencia para deportistas de alto nivel- de Madrid, volví tras un año e hice segundo de bachillerato.

El Europeo con España no se me va a olvidar nunca

P. Para estudiar la carrera ya te fuiste a Málaga y no has vuelto, digamos, ya no te van a mover de allí. Prácticamente con 16 años, ya eres, por lo menos, un trotamundos de España.

R. Sí, es verdad que me conozco muchos rincones, que me conozco muchos campos de golf de España. Es verdad que desde los 15 o 16 años ya, también como mi hermano era mayor que yo, podía viajar con él, tenía esa opción, entonces hemos ido por toda España. Por suerte, por ahora solo me falta jugar en Oceanía, con lo demás ya lo tengo todo cumplido, y sí, al final son muchos años. Ahora que lo piensas, son casi 15 años viajando y dando tumbos por ahí, que te da una experiencia y un bagaje que es difícil de conseguir con mi edad.

P. ¿Cómo se gestiona eso siendo tan pequeño? Porque claro con 14 años ya estabas viajando por Europa. También ha debido de ser mucha presión para ti.

R. Bueno, yo creo que cuando era más pequeño no me daba cuenta. Ahora sí es verdad que, como te he dicho antes, me tengo que ir cuatro semanas a Sudáfrica, por suerte me gusta la zona, entonces mola mucho y te organizas tus viajes, ya sabes cómo ir, dónde ir y con quién vas a ir, entonces está bastante bien. Sí es verdad que a lo mejor es más el tiempo que tienes que pasar fuera de casa que el hecho de ir a los sitios. Si yo pudiese a lo mejor volver cada semana sería, digamos, el plan idóneo, pero el circuito es continuo y no para. Puedes perder algunos, pero no puedes parar; una vez que entras en Europa no te puedes saltar casi ningún torneo, entonces tienes que estar constantemente viajando. He viajado las últimas, creo que son diez semanas seguidas sin pisar España, solo un día, entonces es verdad que ha sido a lo mejor un poco extremo, no es lo ideal, pero por las circunstancias he tenido que hacerlo y creo que lo he llevado bien.

P. Pero eso de estar tanto tiempo fuera, ya también te generará estrés.

R. Sí, es verdad que conforme vas llegando al final de temporada, los resultados ayudan. Si vas jugando bien, quieres seguir, pero el día que terminé mi temporada, dormí mejor; no fue el decir “mañana tengo que jugar”, no, ya mañana no tengo que jugar por un tiempo. De hecho, estoy intentando tomarme un descansito del golf, que seguro me viene bien.

P. Otra cosa es que puedas, ¿no?

R: Claro, claro, ya veremos si puedo. Tengo un par de compromisos que no sé si voy a poder cambiar, pero sí, es verdad que el tema de viajes creo que lo llevo bien, por personalidad o por cómo me tomo las cosas, por cómo me tomo los viajes y entiendo que es un trabajo y que tengo que hacerlo. Pero es duro, es una situación que, bueno, muchas veces la gente piensa “estás viajando, estás viendo mundo”, pero cuando lo que quieres es descansar, estar en casa y no estar por ahí dando tumbos.

P. A lo mejor está bien una semana, un mes, pero ya.

R. Claro, el inicio de temporada lo llevas muy bien. Ostras, cuatro semanas, te vas dos a, no sé, a la India, por ejemplo: “ostras, qué bien”. Pero ya cuando llevas seis semanas seguidas dando vueltas por Europa, hay un momento que hay estrés. De hecho, me ha pasado esta última vez, en las diez semanas que he hecho, que tres o cuatro veces me he levantado en mitad de la noche sin saber dónde estaba, de abrir los ojos y decir: “ostras, dónde estoy”. Diez segundos que dices: “vale, venga, estoy en tal sitio, estoy en tal hotel, ya sabemos dónde estamos”. Menos mal, pero es verdad que cambia la cosa mucho.

P. Volviendo un poquito también a tu inicio, a ese Campeonato de Europa que tú mismo has dicho que es de las semanas que más has disfrutado en tu vida, ¿cómo fue esa experiencia?

R. Sí, además era un campeonato que es por eliminatorias, que digamos que van jugando en equipo y por parejas, que es algo extraño en golf, igual que los Campeonatos de España por Comunidades Autónomas. Es extraño jugar en pareja, jugar en equipo, y yo creo que es algo muy chulo, fue una semana increíble, que no se me va a olvidar nunca. Además, tuve un papel importante en la consecución, una semana en la que jugué muy bien, en la que jugué todos los partidos, y al final ser campeón de Europa con España… Ya lo hicieron dos años antes, pero llevaban como 30 años sin conseguirlo. Fue algo muy bonito y no se me va a olvidar nunca.

Ganar el Nacional fue la mejor experiencia que he tenido en golf hasta ahora

P. Leyendo un poquito el archivo después de ese Campeonato de Europa, te colocaron como una de las perlas del golf español en su época. ¿Cómo era verte en ese escenario? ¿Dijiste en algún momento: “voy a pasar al golf profesional y no sé si voy a cumplir las expectativas que tienen puestas en mí”?

R. Bueno, yo creo que eso en el golf es bastante complicado porque de un momento a otro te puede cambiar todo. No estás en un equipo, tienes un día malo y de repente el equipo te salva. Aquí eres tú y solo tú, y si fallas, fallas. Vas a fallar, y si aciertas, aciertas. Al final, la presión de ser señalado como alguien que puede llegar o no… En ese equipo, por ejemplo, de los seis que jugamos, yo creo que los seis estamos o en el DP World Tour o en el Challenge Tour. Era un equipo bastante potente, aunque en la época no lo pareciera. Al final, los resultados han hecho que se viera que era un equipo muy fuerte y que todos seguimos jugando al golf y siendo profesionales. Fue una presión que, con la edad que tenía, no me di cuenta, y supimos gestionarla en el momento dado.

P. ¿En qué año conseguiste el Campeonato de Europa?

R. En 2017, creo que fue.

P. ¿Y un año antes consiguió tu hermano el Campeonato de España?

R. Sí.

P. ¿Cómo viviste eso?

R. Pues mira, no estaba con él. Fue en Doñana, fue cerquita, estaba mi madre con él. La verdad es que ser campeón de España es un título que en el mundo del golf es bastante importante, con el nivel de jugadores que hay en España. Yo tuve la suerte de ganarlo el año pasado estando con él, y fue la mejor experiencia que he tenido hasta ahora en golf, te diría. Una experiencia única, y espero que la podamos repetir este año.

P. Eso te iba a decir, si te imaginabas en 2016 que ibas a estar en el lugar de tu hermano, aunque imagino que te pillaba un poco lejos.

R. Sí, yo me pasé a profesional justo antes de la Covid-19, así que estoy jugando a nivel profesional desde 2021. Ahí empecé a pensar en el Campeonato de España. Es un título que me gustaría volver a ganar. Este era el tercer Campeonato de España que jugaba, y se dio la suerte de que lo pude ganar. No lo piensas cuando ocurre, pero una vez ha pasado, que lo hayamos ganado los dos hermanos, siendo de Córdoba, una ciudad sin tradición golfística, es un hito un poquito más importante para nosotros.

P. Te quedaste cerca en 2022, ¿no?

R. Bueno, en 2022 quedé décimo, por ahí. Fue un buen torneo, pero no estuve para ganar.

En Córdoba no hay tradición golfística

P. ¿Ya el objetivo de este año también es ganarlo?

R. Sí, claro. Al final nos pilla un poco en medio de la pretemporada, pero ya lo tengo valorado.

P. Has dicho antes que en Córdoba no hay tradición golfística como tal. ¿Por qué crees que es eso? ¿A qué se debe?

R. Bueno, porque tenemos solo un campo. Hasta hace un par de años teníamos solo uno, que es el Real Club de Campo de Córdoba. Los profesionales de golf de Córdoba somos menos de diez. En una ciudad sin suficientes campos ni una cultura consolidada del golf, es difícil que el deporte arraigue. Por suerte, tanto mi hermano como yo, y algunos otros, hemos salido adelante. La cantera ha sido poca, pero buena.

P. La instalación de la Arruzafa, que se inauguró en 2022, favorece mucho, sobre todo, a la cantera.

R. Sí, claro. Esta instalación de la Arruzafa está en un lugar idóneo, no es el centro, pero a cinco minutos de cualquier punto de Córdoba, más o menos. Esto permite que los niños vengan aquí, se entretengan, estén con los amigos del colegio o con otros chavales entrenando. Si les gusta, perfecto; si no, siempre tendrán otras opciones. Pero al menos tienen la posibilidad de probar el golf sin tener que ir hasta la sierra, lo cual es muy positivo. Seguro que de aquí salen otros más como nosotros.

P. De hecho, si no me equivoco, el año que viene van a construir otro campo en Casilla del Aire. Todo esto favorece, pero a lo que venimos hablando, si no fuese por el Real Club de Campo, no habría otro de esa extensión.

R. Sí, es verdad. Estas instalaciones son ideales para aprender y tener un primer contacto con el golf, pero una vez alcanzas cierto nivel, se quedan pequeñas. Creo que el otro campo en construcción será un poco más grande, con instalaciones más adaptadas a un campo normal. Aun así, en Córdoba solo tenemos el Real Club de Campo. Ojalá tuviéramos otro, pero por ahora está ese, donde me he criado y solo tengo buenos recuerdos. Este año gané allí otro Campeonato de España de la Asociación de Profesionales. Es un sitio que a todos los que lo conocen les encanta, ideal para disfrutar y estar en familia. He pasado incontables horas allí, siendo probablemente el que más tiempo ha pasado en ese club.

P. Lo único malo es que gente como tú, golfistas profesionales, se tienen que ir. En tu caso, te has ido a Guadalhorce en Málaga. Si quieres desarrollarte como golfista, tienes que salir.

R. Bueno, sí. En mi caso, no solo fue por el campo de golf, también me fui a estudiar una carrera que no sé si ya se puede estudiar en Córdoba, pero en mi época no. Me fui a estudiar a Málaga, además de que en Córdoba no tenemos un aeropuerto funcional para muchas conexiones. No fue solo una decisión por el golf. Por suerte, el Club Guadalhorce me apoyó desde el primer momento y me permitió entrenar en sus instalaciones, algo que agradezco mucho. Ahora ya soy socio y lo considero mi casa también.

P. También el arraigo del deporte en la ciudad, como hemos hablado antes, es importante para el desarrollo.

R. Claro, claro. Al final yo creo que estoy intentando, en la medida de mis posibilidades, que el golf crezca en Córdoba. Instalaciones como las que se van a crear seguro que ayudan, y profesionales que trabajan aquí también ayudan. Pero, bueno, al final moverse a un lugar donde la cultura del golf está más desarrollada me ha ayudado bastante.

No hay deporte más complicado que el golf a nivel mental

P. ¿Crees que eso va a cambiar en Córdoba?

R. Ojalá, espero que sí, y espero que sea pronto. Que las instituciones apoyen, como ocurrió el año pasado cuando se organizó un Campeonato de España aquí, es clave. Ojalá se repita en 2025. Creo que iniciativas así ayudan a desarrollar el golf, atrayendo a jóvenes desde las escuelas y colegios a los campos de golf. Si eventos como el Campeonato de España contribuyen a promocionarlo, sería genial que se pueda repetir.

P. Lo importante es crear una buena base, como tú has dicho. Primero es crear esa afición desde la base y a partir de ahí que crezca el sentido de pertenencia.

R. Sí, yo siempre he tenido la suerte de haber crecido en el Club de Campo de Córdoba en una época en la que llegaba el fin de semana y había 50 niños. Era increíble. Ha habido épocas similares, pero ahora estamos un poco en bajón en ese aspecto. Creo que cuando los padres ven lo que ofrece un club, no solo el golf sino pádel, piscina y otras actividades, es positivo. Pero creo que es el niño quien engancha al padre, no al revés. Si el niño disfruta, pide volver y eso arrastra a la familia.

P. Hablando un poquito de tu vida académica, como tú has dicho, estudiaste psicología en la UMA. ¿Cómo fue compaginar el deporte y la carrera?

R. Bueno, ya llevaba compaginando el colegio y el deporte desde los 14 o 15 años. Viajaba bastante y, a veces, me perdía semanas de colegio por competición. No es lo más cómodo, pero en la universidad sentí bastante apoyo para los deportistas. Esto me ayudó a madurar, a ser responsable, a gestionar varias cosas a la vez, y creo que ese proceso también me ayudó a ser más profesional, tanto en los estudios como en el deporte.

P. Y también la psicología es muy importante en el golf, ¿no? Porque llega un momento en el que en el green estás tú, la bola y el palo. Hay momentos en los que estás muy solo.

R. Momentos, no. En el golf el 95% del tiempo estás solo. Es muy importante, y esta temporada lo he notado mucho. No estaba bien mentalmente y tuve que buscar esa estabilidad, esos momentos en los que estás solo contigo mismo. Hay que aceptar que puedes fallar, aunque quieras acertar con todas tus ganas. Sinceramente, creo que a nivel mental no hay deporte más complicado que el golf. He hablado con otros profesionales de distintas disciplinas, y muchos coinciden en que el golf es una locura. Además, es un deporte en el que buscas “fallar bien”, no solo acertar.

P. El tema psicológico es fundamental en el deporte, y en el golf un poco más, ¿verdad? Además, ¿dirías que el golf es un deporte desagradecido? Cuando aciertas, todo es bonito, pero cuando fallas, parece doblemente malo.

R. Sí, es verdad que es brutal. En el golf es muy difícil incluso para el número uno del mundo pegar el golpe perfecto constantemente. Quizás logras tres o cuatro golpes excelentes en una vuelta y, si lo consigues, es porque has jugado realmente bien. El golf es desagradecido, y vale lo mismo un golpe de 300 metros que uno de un metro; fallarlo o acertarlo es igual de importante. Es duro, pero, al menos para mí y para mucha gente, todo el esfuerzo compensa.

P. Cuando ganaste el Campeonato de España, no querías saber cómo iban los últimos golpes. Llegaste a los últimos hoyos empatado con tu rival, ¿verdad? En el último hoyo hiciste un birdie para ganar. ¿Qué pasó por tu cabeza en ese último golpe? Tiene que ser un trabajo mental intenso.

R. Sí, por suerte fue un golpe que, aunque no era sencillo, lo he hecho muchas veces en mi vida. Era un putt de poco más de un metro, algo asequible, y pensé en todas las veces que había metido un putt así. Me enfoqué en seguir mi rutina habitual, intentando mantener el proceso mental que siempre sigo, aunque estaba nervioso. En el deporte, los nervios siempre están presentes; cualquier atleta en un momento decisivo está nervioso. Se trata de aceptar esos nervios. Tuve la suerte de hacerlo bien y conseguí el birdie.

Creo que tengo el nivel para ser uno de los mejores del mundo

P. ¿Y cuando fallas?

R. Cuando fallas, tienes que aceptarlo igual. Hay una expresión, creo que la usa Ricky Rubio, que dice “never too high, never too low”, es decir, ni eres el mejor del mundo cuando aciertas ni el peor cuando fallas. Mantener una estabilidad emocional es esencial, sobre todo en el golf, donde estás constantemente peleando contigo mismo durante una vuelta de cinco horas. No puedes irte muy arriba, porque la bajada es dura, ni estar siempre abajo, porque subir cuesta. La estabilidad es un trabajo difícil, pero es esencial para competir a un nivel alto y lograr los objetivos que tengo, como ser de los mejores del mundo.

P. Claro, tú mencionas esas cinco horas luchando contra ti mismo, pero es un día tras otro, en una competición larga.

R. Son competiciones de cuatro días más dos días de práctica. Si juego cuatro semanas seguidas, estoy de martes a domingo compitiendo; el lunes viajo y el martes ya estoy en otro sitio, en otro país, conociendo un nuevo campo. Es duro, aunque llevable. Mentalmente, sin embargo, se hace pesado, porque no son solo cinco horas, son entre ocho y diez con toda la preparación previa y el trabajo posterior.

P. La salud mental es fundamental en el deporte, y más en el mundo profesional. Hemos visto el caso de Ricky Rubio, que ha sido valiente al decir “estoy sufriendo”. ¿Cómo es lidiar con la salud mental en este contexto?

R. La salud mental es clave. Es algo con lo que tienes que luchar cada día. Puedes tener problemas mentales o estar mal, y hay veces en que no te queda otra que competir, lo cual lo hace aún más duro. Sí, puedes parar, pero no es lo mismo. Este año, por ejemplo, no ha sido fácil mentalmente para mí, y eso me ha afectado en ciertas etapas de la temporada. Lidiar con todo eso junto a los viajes se hace complicado.

P. El tema de la salud mental está muy de actualidad. Un deportista de élite sufre mucha presión y, aunque las cosas vayan bien, también tiene tensión constante. ¿Tú también lo ves así?

R. Claro, un deportista de élite sufre, a veces incluso más que una persona normal. Aunque las cosas vayan bien, estás en tensión constante, luchando siempre contra ti mismo. Es algo jodido, sin duda.

P. En estos tres años como profesional, ¿alguna vez has pensado en dejarlo?

R. Sí, especialmente al principio, en mi primer año profesional, en 2021. Fue un año muy malo. Me había creado unas expectativas que no cumplí. Iba a los torneos y no pasaba el corte, jugaba fatal, y no entendía por qué. Me planteé dejarlo porque estaba sufriendo. Pero luego salí de ese bache, empecé a jugar mejor, obtuve un buen resultado que me dio la confianza que necesitaba, y a partir de ahí, la situación ha ido mejorando.

P. Has comentado que tu objetivo es ser uno de los mejores del mundo. ¿Crees que tener esta aspiración es necesario para crecer como profesional o es una meta individual?

R. Creo que cada persona tiene su objetivo, pero, desde mi punto de vista, si practico este deporte para rendir al máximo nivel, realmente pienso que es estar entre los mejores del mundo. La ambición es buena, pero debe ser medida. Sin ambición, es difícil cumplir un objetivo, al menos en el deporte.

En mi primer año como profesional pensé en dejarlo

P. Estoy de acuerdo. Pienso que, si no tienes metas altas, podrías quedarte corto a corto plazo. ¿Dirías que, si estás luchando por algo, es porque quieres ser de los mejores?

R. Sí, así lo veo. Y me he demostrado a mí mismo que puedo estar ahí en ciertas semanas y en ciertos torneos. El golf es un deporte en el que cualquier semana puede ganar el número uno del mundo o el número 400, porque es un deporte muy variable. A diferencia de otros deportes donde los grandes títulos se reparten entre los primeros, en golf puedes ver ganadores en torneos importantes que ocupan cualquier puesto en el ranking. Esa semana en particular, esa persona fue el mejor jugador del mundo. Y creo que yo tengo el nivel para llegar a estar ahí.

P. ¿Qué consideras tú que es lo más importante que debe tener un buen golfista, o uno de los mejores golfistas del mundo? ¿Qué aspecto dirías que diferencia a un golfista que está empezando como profesional de uno que es el mejor del mundo?

R. Algo de lo que hemos hablado antes: una estabilidad, una fuerza mental muy potente. Como te he dicho, puede ser que una semana ganes el torneo y la siguiente seas el último. El golf varía mucho, y no es un cliché; eso pasa y se refleja en muchas situaciones. Ser constante, no dejar de entrenar, seguir luchando por tus objetivos sin importar si estás arriba o abajo. Es fundamental ser constante en tu trabajo y mantener esa estabilidad emocional y mental, especialmente con tantas semanas de viaje, entre 25 y 30 al año. Es algo duro y complicado, incluso para la gente que está en el DP World Tour, pero es algo que tienes que aceptar y llevar de la mejor manera posible.

P. Y eso también afecta tu vida personal, ¿no? Porque estar tanto tiempo fuera debe influir mucho.

R. Sí, claro, evidentemente. Intentar desconectar en las semanas que no estás en competición, aunque quieras entrenar, es importante. Para mí, por ejemplo, es complicado, pero tener esos momentos en los que decides “esta semana no voy a tocar un palo” es fundamental. Es algo que aún estoy intentando lograr. Ahora quiero aprovechar una o dos semanas para estar fuera de esto, estar con mi novia, descansar…

P. ¿Desconectar un poco, no?

R. Sí, desconectar de todo. Por suerte, ha nacido mi sobrino, y creo que eso también va a ayudar bastante. La idea es desconectar del desgaste emocional de la temporada y volver con las pilas cargadas para empezar la pretemporada.

P. ¿Qué objetivo te marcas para la próxima temporada?

R. Mi objetivo es llegar al DP World Tour. Clasificar entre los 20 mejores en el circuito en el que estoy actualmente te da acceso al DP World Tour, la primera categoría de golf europeo. Este año estuve cerca, hubo momentos en los que estuve dentro, pero no lo conseguí. Creo que es un objetivo realista y tangible para la próxima temporada. Sé que si doy mi mejor versión, estaré ahí arriba.

P. Y para cerrar la entrevista, una pregunta que siempre hago: ¿dónde te ves dentro de cinco años? Imagino que seguirás en el mundo del golf, ¿no?

R. Me veo en esa primera categoría de golf, habiendo jugado algún que otro torneo importante y siendo una referencia a nivel nacional y europeo. Y, claro, con mi sobrino por ahí; espero darle un palo en cuanto pueda levantarse. Creo que, como yo, va a crecer en un campo de golf. Ojalá esté con mi familia y mi novia, disfrutando todos juntos.

Mi hermano ha sido fundamental para que yo esté aquí

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