El aceite de ricino, extraído de la planta arbustiva Ricinus communis, también conocida como higuera infernal, tártago, palmacristi o tzapólotl en nahuatl, se utiliza desde tiempo inmemorial para que el cabello esté fuerte, sedoso y brillante; además, protege y nutre la piel y revitaliza cejas y pestañas.
Los anglosajones lo llaman castor oil y con esta denominación estaba y sigue presente en las etiquetas de los productos cosméticos. Era el ingrediente efectivo y discreto, el segundo de a bordo imprescindible, hasta que llegó el día de hacerlo protagonista de las recetas de belleza, ahora, en pleno siglo XXI.
Farmacias y perfumerías poseen un espacio dedicado al prodigioso aceite. Están disponibles marcas con certificación ecológica como la malagueña Arganour, composiciones específicas según el uso (entre ellas para el pelo afro) y variedades como el aceite de ricino negro jamaicano en Talaku y The Body Shop. También el colosal Amazon ofrece multitud de referencias y da cobertura a marcas como Cliganic.
¿Merece la pena explorar las virtudes del aceite de ricino? Sí. Es asequible y en pocas semanas se pueden apreciar resultados. Si se emplea para el cabello los beneficios son inmediatos. La ciudad rosa de Jaipur (India) posee una rica tradición de cuidado capilar a base de aceite de ricino y otros como el de moringa.
¿Y esta planta casi universal, Ricinus communis, funciona? Es tremendamente eficaz. Sobre todo, para la memoria.
Ricino, ¿qué mala prensa tenía el ricino?, ¿por qué se temía y se detestaba en su función purgante? ¿No fue convertido en arma de tortura, escarnio, represión y daño contra las mujeres y los hombres que fueron víctimas del fascismo en España? Lees la historia de quienes fueron peladas al cero y castigadas con las purgas de vergonzosas consecuencias en calles y plazas, contadas en estos reportajes de El Diario y El País (La copla de la pelona, sobre Ana Macías), que se entiende todo el tiempo posterior en que nadie en España quería aceite de ricino ni en pintura.
Acaba 2023 y en TikTok abundan los trucos para cuidar cejas y pestañas con el milagroso ricino, que son útiles, entretenidas, amables. Va este anexo de memoria democrática porque sin justicia no sientan bien los potingues ni cosa alguna.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
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