'Después del diluvio', llega la Bienal de Fotografía
La decimotercera edición de la muestra exhibirá obras de Mapplethorpe, Marina Abramovic, Jesper Just y Pierre Molinier
Después del diluvio, llega el balance. Y no necesariamente de daños, porque un diluvio no tiene por qué ser de lluvia. Puede ser un torrente de datos, una efervescencia de creación, una ciclogénesis de artistas. Cuando todo eso pasa y llega un periodo de calma, es cuando se puede estudiar qué ha ocurrido. Las artes plásticas han vivido esa época de ebullición. También la fotografía. Y siguiendo esa reflexión de todo lo ocurrido, es por donde quiere moverse la próxima Bienal de Fotografía de Córdoba. Un ejercicio de pausa en el que se volverá a pensar el sentido de la imagen, analizando su recorrido de los últimos años y los nuevos caminos que busca.
La decimotercera edición de la Bienal -del 6 de marzo al 5 de mayo- será la primera con una temática que vertebre el mes de actividades. El título -sí, Después del diluvio- y la tesis son idea del comisario de la muestra, Óscar González, actual responsable de la sal Vimcorsa. “La idea es meditar sobre el hecho de que la fotografía ya no es un mero documento. Eso ya ha pasado”, explicaba esta mañana en rueda de prensa. “Se trata de reflexionar sobre cuál puede ser el estado de la fotografía y las artes plásticas tras la eclosión del mercado del arte que hemos vivido en los pasados años”.
Para ello, el comisario ha seleccionado a cuatro artistas que de formas muy distintas pincelan la tesis de la Bienal: Robert Mapplethorpe, Maria Abramovic, Jesper Just y Pierre Molinier. “No conformarán una sola exposición colectiva, sino 4 pequeñas exposiciones individuales”, señala Fernández. “Tampoco hay una lectura unitaria de la situación actual, sino que son cuatro apuntes. El criterio de elección incluye obras que abarcan desde los años 60 y 70 hasta la actualidad”, prosigue.
Marina Abramovic es, para el comisario, “una de esas artistas de las que hablaremos cuando estudiemos la historia del arte de la segunda mitad del siglo XX”. La artista de Belgrado representa a la corriente que protagoniza un retorno a lo espiritual. Su proyecto de Santa Teresa de Ávila, que se expondrá en la iglesia de la Magdalena es buena muestra de sus inquietudes.
De Jesper Jus, el comisario destacó su incómoda mirada a aspectos en los que normalmente la gente no quiere pararse. “Pero todo lo hace de una forma fascinante, con videoinstalaciones”, señala. De Mapplethorpe poco se puede decir más. Uno de los iconos de la fotografía de todos los tiempos. Reformuló la belleza clásica, trató sin pudor la homosexualidad y removió los cimientos del arte. “Nosotros nos centramos en un momento posterior a su efervescencia, después de todas sus polémicas”. En todo caso, una exposición muy interesante para un artista cuya obra apenas si se ha expuesto en Andalucía.
Por último, la Bienal trae a Córdoba a un a Pierre Molinier, uno de los artistas más radicales del siglo XX. Fotógrafo cercano al surrealismo pero que no el mismo movimiento llegó a aceptarlo. Jugaba con la sexualidad, el transformismo y la excentricidad. “Es un autor muy poco conocido que solo se ha expuesto dos veces en España. Aunque la selección que viene a la Bienal es inédita en España”.
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