Cosmopoética inaugura su XX edición con las lecciones de vida de la poeta Ida Vitale

En El País la describían como “un torbellino de 99 años”, y no se equivocaban. La poeta uruguaya Ida Vitale, a sus casi 100 años -ya que le faltan solo dos meses para cumplirlos-, ha viajado desde Montevideo acompañada de su hija para inaugurar la XX edición de Cosmopoética este viernes. Vitale ha llenado de poesía el Teatro Góngora de Córdoba, eligiendo al azar varios de sus poemas que ha ido intercalando en una conversación guiada por la periodista Marta Fernández.

Después de la última edición, dedicada a Argentina, la recién inaugurada, bajo el título Todo lo que quisimos, dedica un homenaje a los versos del cordobés Vicente Núñez.

Para empezar esta edición, ha sido la poeta quien con su vitalidad y sentido del humor ha arrancado no sólo aplausos, sino también sonrisas a los asistentes. Con espontaneidad, Vitale ha hecho un recorrido por sus largos años de experiencia entre los que se encontró con Gabriela Mistral, quien ha definido con “una poeta única” a una altura a la que “ningún poeta de Uruguay ha llegado”. Pero también ha tenido tiempo para hacer confesiones como que es más de prosa que de poesía a pesar de haberse dedicado a escribir este género.

De la misma manera lo señalaba en una atención previa a los medios este viernes, a quienes ha manifestado su deseo por “haber escrito una gran novela”. Y es que, desde joven, la uruguaya leía grandes obras como Guerra y Paz , que le volvieron “exigente para el futuro”. Según ha indicado, “siempre lo que más me gustó fue leer cosas largas” porque “era terrible” darse cuenta de que un libro se le había acabado a la hora de dormir.

Vitale ha aprovechado su visita al Teatro Góngora para presentar su último libro, Donde Vuela el Camaleón, donde mezcla la poesía con la fábula. Una de ellas, Desencanto, ha sido leída por la periodista Fernández. Pero también ha habido tiempo para leer escritos de otros libros como Fuegas, poema del libro “de cabecera” de la artista con el que ha comenzado el juego de leer poemas, como Fernández se refería a esta lectura de la voz de la poeta. Los aplausos entre poema y poema han resonado en el teatro aunque la artista haya reconocido su creencia de que “la poesía es para leerla no para oírla”.

A lo largo de la distendida conversación sobre el escenario, la escritora ha catalogado como “milagro” al hecho de que alguien dedique su tiempo para leer una obra. “¿Qué hace un poeta si no cuenta con nadie que lo lee? Es un milagro, el lector secreto es el que no sabemos que está pensando y la poesía es un azar porque hay alguien que escribe y alguien que, por puro milagro, lee, le gusta o no”.

Además, ha confesado que “podría vivir sin poesía, pero no sin prosa” y ha manifestado su deseo porque los abuelos nunca dejen de regalar lecturas a sus nietos. “Ojalá no se acabe la raza de abuelos que regalaban cuentos a los niños”. Mientras tanto, ha leído otros poemas como Precipicio y Aire, en el que habla de Madrid. También los versos de Elefante de Hoy han deleitado al público con su manera única de recitar, propia de alguien que se ha dedicado durante más de medio siglo a la poesía.

En su encuentro previo a la gala con los periodistas, la escritora se interesaba por la ciudad de Córdoba y su río Guadalquivir, y ha recordado su relación a distancia con los poetas españoles como Alberti y Bergamín, a quien “le guardo mucha gratitud”. Pero también ha tenido tiempo de reflexionar sobre la actualidad del género al que “la modernidad ha quitado muchos recursos”. Pero a pesar de lo cual, ha animado a seguir inculcando a los más pequeños la riqueza de la poesía. “No está hecha para que los niños la entiendan pero que se acostumbren a la dificultad, yo agradecí libros que leía sin entender”. La uruguaya ha sido despedida por un sonoro y extendido aplauso por el público cordobés que ha dejado reflejado la admiración por la artista centenaria con la que han disfrutado de “más de diez minutos de dicha pura”.

Tras la intervención de Vitale, el cantautor de Gijón, Nacho Vegas ha ofrecido un concierto en el que, según había adelantado a los medios, “un repertorio sobre lo que significa la música popular, lo que significó la transmisión de la poesía con los trovadores antes de que llegara la música grabada junto con canciones más contemporáneas”. En definitiva, un concierto para unir, como lleva haciendo Cosmopoética durante 20 años, música y poesía. Vegas ha manifestado tener “mucho respeto a la poesía” que ya tiene su propio ritmo interno. Un ritmo que ha sonado para dar comienzo a nueve días llenos de música y poesía.