Desde Alicante, Galicia o Madrid para ver a Pablo Alborán en Córdoba
Un grupo de jóvenes de Córdoba esperan frente a las taquillas de la Plaza de Toros de Córdoba para ver a su cantante favorito, Pablo Alborán. Pero al otro lado del recinto, espera Ana -de tan solo 19 años- como representante de un pequeño grupo de fans de David Bisbal, que actuará un día más tarde.
Las seis chicas que esperan para ver a Alborán este viernes juegan al Virus mientras pasan las horas instaladas para verlo lo más cerca posible. “Queríamos ser las primeras y viniendo el domingo nos lo asegurábamos, aunque otros años hemos venido con más días de antelación”, indica Alba.
Afortunadamente, se han librado de los días fuertes de calor pero no lo han hecho de la lluvia de la que se han resguardado “en las tiendas”, que tienen junto a las taquillas. Laura señala que “las horas se pasan jugando a las cartas y conociéndose”, ya que algunas eran amigas pero “otras solo nos conocíamos de los conciertos por redes sociales”.
Para ver a Alborán son dos los grupos que esperan, el de Córdoba que es de 23 personas y el grupo 2 formado por 28 personas de toda España. Laura -aunque es de Lucena- viene desde Alicante, y detalla que vendrá gente de “Galicia o Madrid”. Ambos grupos se dividen en turnos de unas ocho horas para guardar el sitio, e ir a descansar a casa. Aunque pero en el caso de Nerea, los tiene que hacer dobles para poder coger el tren hasta Puente Genil.
En el grupo de Laura, la situación también es diferente, ya que solo es una la persona que se queda por ser de otras ciudades. “Como están trabajando, vamos viniendo cuando podemos”, apunta. Pero la lucentina-alicantina ha sido bien acogida por el grupo de cordobesas mientras espera la llegada de Víctor, el siguiente en quedarse en la cola.
Al otro lado de la Plaza de Toros se encuentra Ana, que espera para David Bisbal, pero que también se turna con el grupo uno de Pablo Alborán porque asistirá a ambos conciertos. En su caso, explica, vienen de una en una porque son “un grupo de 14 pero solo cuatro pueden hacer turnos”.
La cola para Bisbal también la iniciaron el domingo y aunque sea, de una en una, no dejarán el sitio libre. “Mis padres me dicen que estoy loca”, comenta Ana entre risas, que pasa las horas distraída con su teléfono y “viendo a la gente pasar” mientras espera a que su compañera Merce llegue a sustituirla. Una espera que merecerá la pena por ver a sus artistas favoritos en primera fila.
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