El Hospital La Arruzafa forma a 50 especialistas en detección precoz del estrabismo
El curso, promovido por el prestigioso oftalmólogo Juan Carlos Castiella y el coordinador de la Unidad de Oftalmología Pediátrica de este centro especializado, Diego José Torres, se ha desarrollado por primera vez en las instalaciones del Edificio 3 del complejo oftalmológico de IO La Arruzafa
Medio centenar de especialistas en oftalmología se han dado cita en el Hospital La Arruzafa en el XXIV Curso de Estrabismo impartido por el prestigioso oftalmólogo Juan Carlos Castiella y el coordinador de la Unidad de Oftalmología Pediátrica de este centro especializado, Diego José Torres, para formarse en técnicas de detección precoz de estrabismo.
La formación ha contado con la docencia de reputados profesionales en oftalmopediatría a nivel nacional tales como María Anguiano, Juan Antonio García de Oteyza, José Antonio López Garrido o Beatriz Pérez Morenilla, del HLA.
Durante las tres jornadas que ha durado el curso, los especialistas han actualizado conceptos de anatomía, fisiología motora, sensorial y motoras, la anamnesis e historia clínica, la agudeza visual, la refracción o prescripción de las gafas de los pacientes, entre otros procesos oftalmológicos para la detección de esta afección.
De igual manera, se ha llevado a cabo la exposición de más de medio centenar de casos prácticos con análisis de los mismos, evaluación de diagnósticos, clasificaciones y tratamientos.
Entre estos casos, se ha hecho especial hincapié en los estrabismos convergentes y divergentes (en función de la dirección en la que se desplaza el ojo desviado), la ambliopía (ojo vago) y el nistagmus (movimiento involuntario, rápido y repetitivo de los ojos).
La cita se ha trasladado por primera vez de sede, dado que habitualmente se celebraba en el Instituto Oftalmológico Castiella de Bilbao, centro especializado en oftalmología pediátrica y estrabismo.
Para Torres García, “la detección precoz en niños resulta fundamental para poder poner remedio a defectos visuales que pueden influir no sólo en el desarrollo de la visión sino de la propia personalidad del menos, de ahí la importancia de realizar revisiones a partir de los tres años de edad”.
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