El primer año de Monterrubio en el Córdoba CF: trabajo en la sombra y ambición en el césped

Un año da para mucho, o quizá no. Según cual sea el objetivo que se pretende alcanzar. Este mismo miércoles 15 de mayo se cumple el primer aniversario desde la llegada oficial de Antonio Fernández Monterrubio al Córdoba CF, que se produjo tal día como hoy pero en 2023, entonces, como muchos recordarán, en un ambiente un tanto turbio en lo institucional como en lo deportivo en la entidad cordobesista, que aquella campaña pasó de la máxima ilusión de pelear el ascenso directo a Segunda División, a quedarse muy lejos de la zona de play off. De hecho, en el momento en el que nuevo CEO blanquiverde aterrizó en el club, el plantel dirigido en ese entonces por Manuel Mosquera acababa de empatar con el San Fernando y se encontraba ya a una distancia inalcanzable de la postemporada, ya que estaba a ocho puntos con solo dos encuentros por jugarse. Fracaso total.

De este modo, la gestión del nuevo consejero delegado pasaba por centrar la atención en la siguiente temporada, fijándose él mismo tres aspectos fundamentales para el desarrollo del club, que eran el primer equipo, el estadio y la Ciudad Deportiva. La reconstrucción fue significativa y una de las primeras medidas fue en torno a la dirección deportiva. De hecho, se especuló con una posible salida de los mismos, aunque finalmente la solución fue una reestructuración, que propició su inclusión dentro de la recién creada comisión deportiva, en la que el propio Monterrubio se incluía al frente de la misma junto a Juanito y Raúl Cámara.

El propio CEO aseguró que el propósito de la entidad pasaba por otorgar mayores recursos al primer equipo, de cara a conseguir el reto marcado. Así se edificó una plantilla corta pero polivalente. Eso sí, dentro del prisma de la propiedad bareiní, la idea pasaba por exprimir aún más los recursos y tratar de reducir el déficit generado a lo largo de los cursos anteriores. En cierto modo, hacer más con menos, y distribuir los medios disponibles con el fin de sacarle el mayor provecho posible.

Sea como sea, en lo deportivo, la fórmula ha funcionado, ya que tras un inicio intermitente con Iván Ania al mando, la plantilla reaccionó, no sin tener que afrontar diversidad de problemas en forma de lesiones o la baja indefinida de Gudelj. Y pese a todo, el Córdoba CF, que logró recortar hasta 14 puntos al líder, al que peleó hasta hace muy poco la primera posición, se encuentra a solo un punto de sellar matemáticamente la segunda plaza, con la ambición máxima puesta en el play off de ascenso a Segunda División, el único y principal fin de todo.

Por su parte, en lo institucional, el cambio en la gestión ha sido igualmente notorio, ya que Monterrubio ha marcado un paso de trabajo mucho menos público al perfil que llevaba González Calvo, pero más intervencionista dentro del club. Así, en esas otras tareas relevantes que se marcó, la Ciudad Deportiva sigue sin avances significativos, al tiempo que en la cesión del estadio sí se ha avanzado, con la aprobación por parte del Ayuntamiento de un pliego que le otorgaría la gestión del mismo por un periodo de cuatro años y otros cuatro renovables, y cuyo plazo de presentación de solicitudes expira este mismo jueves 16 de mayo. Con todo, hay que decir que dicha solución solo se espera que sea una medida puente ante el pliego definitivo a otorgar de cara a ese gran proyecto que tiene en mente la entidad.

Pese a todo, el club no ha estado exento polémicas, con algunos problemas judiciales, como uno relativo a la Ciudad Deportiva que se resolvió con acuerdo entre las puertas, así como otro más reciente por el despido de los excoordinadores de cantera. Una estructura que también ha perdido masa dentro del club, en esa idea de reducir los recursos, ya que la gestión de las categorías base ha recaído en la dirección deportiva, a la que se ha incorporado desde hace meses Javi Flores.

Mientras la mirada sigue puesta fijamente en el ascenso, el nuevo CEO ha trabajado igualmente en el terreno social, consiguiendo mantener el grueso de los abonados una temporada más en Primera RFEF, y espera un salto cuantitativo en caso de ascenso. Además, se está tratando de poner orden al tejido peñístico del club, el cual celebró hace algunas semanas su primera asamblea. Medidas dentro y fuera del verde, con el fin de crecer. Un año bajo el sello de Fernández Monterrubio en clave blanquiverde.