Formas rápidas y saludables para cocinar el pescado
Como nutricionista y amante de la cocina, procuro que la educación nutricional vaya también de la mano de un cambio por el gusto hacia ciertos alimentos que en ocasiones tenemos desterrados o no sabemos muy bien qué hacer con ellos.
En este caso, hablaremos del pescado, ya sea blanco o azul y os demostraré que hay vida más allá de la freidora, la plancha o el horno.
La falta de tiempo, de recursos, el aburrimiento o el alto contenido en raspas de algunos pescados, hace que lo vayamos desterrando de la lista de la compra y en ocasiones cuando echamos la mirada atrás, nos damos cuenta de que llevamos más de una semana sin probarlo.
Yo no digo que esporádicamente no podamos tomarnos unos boquerones fritos en un buen AOVE, bien escurridos de harina y puestos en papel absorbente tras la fritura, pero hacer de esta técnica culinaria nuestro principal forma de cocinarlo no es lo más saludable.
Por ello, voy a dar algunas recetillas rápidas y sabrosas que nos hagan saborear este delicioso manjar de otras formas y así ampliemos el recetario familiar.
- Pescado blanco en salsa verde (receta de mi madre). Puede ser con bacalao, merluza, pescada, rosada, filetes de lubina, etc. En una sartén o cacerola bajita, pochamos una cebolla muy picadita hasta que esté transparente. Añadimos el pescado salpimentado y lo vamos cocinando a fuego medio. Mientras en un mortero machacamos un par de dientes de ajo, perejil y sal. Añadimos un chorrito de vino y removemos. Este majaillo se lo agregamos al pescado, dejamos que termine de cocinarse y se evapore el alcohol y listo.
- Salmón al limón con estragón. Esta es de mis favoritas. Salpimentamos los lomos de salmón o las rodajas, añadimos zumo de limón y estragón. Dejamos macerar una media hora dándole la vuelta para que quede bien impregnado. Escurrimos y hacemos a la plancha u horno. Lo podemos hacer tacos y saltear.
- Bonito o atún con tomate. Hacemos tomate frito casero (cebolla, tomate, zanahoria para no poner azúcar, sal y pimienta). Cuando el tomate esté hecho ponemos el atún, bonito, cazón o pez de espada para que se vayan cocinando. Este plato de por sí ya está rico, pero si le añadimos un majado de: un diente de ajo, una cayena, perejil picado y un chorrito de coñac, el resultado es increíble.
- Trucha, lubina, dorada, jurel a la espalda y con fritada de ajo y jamón. En una sartén con un chorreón de aove doramos tres dientes de ajo en rodajas, le añadimos unos tacos de jamón y un chorrito de vino, dejamos que se evapore el alcohol y rociamos el pescado con esta salsita. ¡Está riquísimo!
- Pescado blanco a la cazuela. Hacemos un sofrito de cebolla, ajo y tomate, lo dejamos cocinar bien. Podemos triturarlo o dejarlo así. En esa salsita ponemos el pescado a cocinar unos minutos por cada lado y añadimos perejil picado. Como alternativa, podemos añadirle almejas y mejillones a la salsa.
- Y cómo no, en sopa, con arroz, con pisto, en las ensaladas etc.
Mi recomendación es que prueben, que pregunten a amigos, familiares, vecinos y vayan experimentando tanto en las recetas como en la práctica de quitar raspas con el cuchillo y el tenedor. ¡Todo es cuestión de ponerse!
No olvidemos, si es fresco, congelarlo durante cinco días en los congeladores de casa y descongelarlo primero en el frigorífico y cuando suba de temperatura en el exterior.
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