No, no hagas más dieta
Segurísima estoy de que uno de los primeros propósitos para este 2019, justo después del roscón, es “hacer una dieta”, junto a “aprender inglés”, “hacer más ejercicio”, “dejar de fumar”,“leer más” y “recuperar el contacto con la naturaleza”, etc., etc., es decir, realizar cambios en nuestra vida.
Pues bien, por lo que a mí se refiere, yo propongo que cambiéis el lema “hacer dieta” por “cambiar el estilo de vida” o “adquirir hábitos saludables”. ¿Y por qué sugiero este cambio? Es muy sencillo: porque cuando hacemos dieta sucumbimos en una serie de premisas que no nos llevan a la adquisición de un estilo de vida saludable y tienen una serie de connotaciones negativas adquiridas tales como:
- Les ponemos fecha de inicio y de fin.
- No nos llevan a la adquisición de hábitos saludables.
- Las vemos como una larga penitencia.
- Muchas nos las dan hechas y no están personalizadas (para ello debemos acudir a dietistas y nutricionistas).
- Nos ocasionan estados de ansiedad que rematamos con atracones.
- Acarrean problemas de salud al ser muy drásticas y carecer de los macro y micronutrientes esenciales.
- Nos sentimos desplazados cuando salimos a comer o cenar con amigos.
- Perdemos masa muscular en vez de grasa.
- Las hacemos en soledad, sin estar acompañados por el resto de la familia.
- No las acompañamos de un ejercicio de fuerza guiado, etc.
En conclusión, cuidamos de nuestra alimentación (no siempre de una forma positiva) durante un tiempo y después volvemos a los hábitos de siempre, que es donde debemos hacer hincapié.
Para empezar este camino hacia la vida saludable propongo realizar una limpieza de nuestras despensas y frigoríficos. Esto sólo te ocupará un ratito y lo podemos denominar “primer cambio realmente cumplido de 2019”. Podemos empezar por:
- Eliminar todo tipo de salsas industriales ricas en azúcares y grasas no recomendables tales como: mahonesas, kétchup, tomate frito de alto contenido en azúcar, salsas de todo tipo, etc.
- Prescindir de la bollería industrial y sus derivados (galletas maría, galletas digestive, sobaos, magdalenas…). Por cierto, el pan de molde también es bollería industrial.
- Evitar en la mayor medida las harinas refinadas.
- Si somos consumidores de azúcar (ya sea blanca, morena, sin refinar) sustituirla por edulcorantes naturales como pasta de dátiles, azúcar de abedul o estevia.
- No incluir en nuestra despensa caldos preparados, ni sopas y cremas de sobre ni fideos con su salsa, mejor hacerlos nosotros.
- Prescindir de productos ultraprocesados (patatas congeladas, nuggets, croquetas, salchichas, palitos de merluza, palitos de cangrejo…).
- No comprar bebidas alcohólicas salvo para eventos puntuales.
- Excluir de la compra refrescos y zumos industriales.
Con todas estas pequeñas medidas ya estamos dando un gran paso hacia la consecución de unos hábitos saludables, ya que eliminando esta serie de procesados y ultraprocesados, el primero que va a estar agradecido va a ser nuestro organismo. Y recuerda: sólo tienes uno y habrá que cuidarlo un poquito.
Así que termino como he comenzado el post: ¡No!, no hagas más dieta! Ejecuta el primer propósito de este 2019 con la adquisición de hábitos que te llevarán a un mejor estado de salud, y ponte en manos de profesionales siempre que sea necesario. Para más información puedes escribirme en info@vanesacortes.es
"El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo". Sócrates.
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