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Sobre este blog

Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

Una teoría sobre por qué Córdoba ha dejado de ser la provincia del paro

Dinero en efectivo.

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Córdoba ha dejado de ser la provincia del paro. O al menos eso es lo que dicen los datos. La Encuesta de Población Activa (EPA), que es la manera en la que nos dice Europa que tenemos que medir el desempleo en España y por territorios, señala que Córdoba es ahora la segunda provincia andaluza tras Almería con menos paro. La tasa ha bajado al 17%, cuando en lo peor de la crisis llegó al 34%, en un contexto que no es precisamente favorable: pandemia e inflación galopante. Los datos son sorprendentes, pero dicen mucho de la realidad cordobesa.

Desde hace meses mantengo una teoría sobre por qué Córdoba ya no es una provincia con tantos parados. No vale la percepción de que hay menos gente en edad de trabajar por que hemos perdido población. Esto último es cierto, la provincia se ha dejado desde 2008 casi 20.000 habitantes. Pero la EPA dice que ahora, precisamente, hay más trabajadores que en 2008. ¿Cómo puede ser eso si hay menos habitantes?

Desde mi punto de vista, la pandemia sí que ha traído algo muy bueno a una provincia como Córdoba: ha emergido la economía sumergida. La provincia (y la ciudad desde luego) ha sido siempre campeona de la economía en B: camareros no dados de alta, albañiles a menos horas (o ninguna), joyeros en el limbo, mecánicos de aquella manera, jornaleros que daban más días de los que realmente se les anotaba... Y un largo etcétera. El confinamiento provocó que toda esa gente se quedara desamparada. No se podían beneficiar de algo que ha salvado tanto a la economía española como los ERTE. Era algo muy a corto plazo (aquí nunca se ha pensado en el día de la jubilación y la absoluta falta de derechos que provoca la economía en B) que ha hecho despertar muchas conciencias y destapar muchas injusticias.

La recuperación económica y la falta de mano de obra, además de una campaña, ahora sí, muy agresiva por parte del Ministerio de Trabajo, ha emergido, desde mi punto de vista, miles de puestos de trabajo ocultos en la provincia de Córdoba. Los camareros ya no quieren cobrar en B. Han descubierto que si lo hacen se quedan sin derechos cuando vengan mal dadas y que encima los hosteleros los necesitaban de manera urgente. Los albañiles están ahora cotizadísimos. Los joyeros se lo han pensado. Y muchos mecánicos también.

A todo esto se une que cada vez es más difícil pagar en B y que no te pillen. La digitalización de la economía hace que hasta el último euro esté controlado y vigilado, y que las fullerías sean muy complicadas.

Conozco casos a mi alrededor que de repente han descubierto que, oye, lo mismo hay que pagar impuestos para tener derechos, que uno duerme más tranquilo si tiene una cobertura y que ya va siendo hora de dejar atrás eso que antes estaba tan bien visto en Córdoba pero que tanto nos perjudicaba a todos.

Quizás los datos nos dicen ahora algo que ya sabíamos: que una provincia con una tasa de paro tan alta era insostenible y que si eso fuese así la gente debería estar montando barricadas de manera constante en las calles.

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Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

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