Universidad con traje y corbata
Hay ocasiones en las que el hábito sí hace al monje, en las que hay que dar categoría a las cosas, en las que debes exteriorizar que estás a todas. Esta tarde me ha dado el punto y me he puesto traje y corbata para ir a trabajar.
Quizás esa información pueda parecer intrascendente, pero diré que trabajo en la Universidad Loyola Andalucía, que anoche se presentaba a Córdoba en el Gran Teatro y que al acto asistieron más de 600 personas.
En ese escenario, llevar traje y corbata no es sólo un formalismo estético institucionalizado, es una declaración de intenciones. Gabriel Pérez Alcalá también llevaba traje y corbata para anunciar que la Universidad Loyola Andalucía nace para ser una plataforma al servicio de la sociedad, un lugar para la creatividad, la empleabilidad y el emprendimiento, una iniciativa única en España desde la que deben surgir respuestas a los problemas de la sociedad.
Para explicar todo eso a quien quiso escucharle, Gabriel se puso traje serio y corbata solemne, lo que quizás le restó naturalidad. Leyendo sus notas para no alargar demasiado el acto, el rector cambió su habitual brillantez por pragmatismo. Pero que el protocolo coartara las virtudes comunicativas del rector no significa que el proyecto tenga menos fuerza. En dos años, la Universidad Loyola Andalucía ha pasado de ser una ilusión óptica a la sombra de ETEA a convertirse en una realidad inmediata pese a las dudas que un proyecto de estas características pueda provocar.
Casi 40 millones de inversión, 300 puestos de trabajo en los próximos cinco años, dos campus, diez titulaciones, apuesta por la investigación, fomento del emprendimiento y una letanía completa de razones para argumentar que no hay en Córdoba un proyecto como éste. Aunque algún vecino de Blogópolis esboce una sonrisa sarcástica cuando oye hablar de él...
Tengo la suerte de estar en este proyecto ilusionante que Córdoba debería arropar más allá del inocuo debate del carácter público o privado de la institución. Porque creo en la Universidad Loyola Andalucía me puse traje y corbata para la presentación, pero trabajaré con vaqueros y camisa de cuadros para hacer realidad esa cada vez menos utópica universidad que Gabriel Pérez Alcalá tiene en sus notas y en su cabeza. A él también le ha debido dar el punto.
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