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25 puntos

Eusebio Borrajo

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Después del desnudo emocional integral de la semana pasada, resulta difícil continuar con este ‘castigo divino’ de escribir cada siete días. Un regalo que me hicieron en Cordópolis que dura ya 25 semanas y que hoy me ha dado el punto de repasar.

Desde que Madero Cubero me hiciera la foto de marras y Antonio Ranchal decidiera que el punto de la ‘i’ me diera en la cabeza, he podido dar mi definición de blog, he hablado de los prejuicios hacia el mundo ecuestre, de la importancia del deporte en la sociedad actual, del valor intangible de los emprendedores y del negro futuro de la profesión periodística.

He reconocido el miedo al folio en blanco, confesado el placer que me produce el rugido de un motor de 300 cv y también el sonrojo que produce un cementerio el Día de Todos los Santos.

Un piquete informativo me permitió publicar el 14N, una semana después pude expresar las dudas que me produjo mi primera donación de sangre y, todavía en noviembre, un improvisado post sobre la felicidad y los valores se convirtió en el más leído de los 25.

Y eso que también he escrito de fútbol, del ilusionante proyecto de la Universidad Loyola Andalucía en el que estoy inmerso, de las profecías de los Mayas y de la Lotería de Navidad.

Empecé 2013 con una lista de buenos propósitos que probablemente no cumpla, he criticado el sectarismo militante, el poco respeto que tenemos a la Sierra de Córdoba y también la corrupción impune en un paralelismo metafórico con el doping deportivo que, dejemos las falsas modestias, me quedó muy bien…

La nostalgia de la juventud, tratada a ritmo de powerpop, fue el primero de una serie de post íntimos, visiones muy personales de la vida, la amistad y las relaciones de pareja.

Por cuadrar el balance, la solidaridad en tiempos difíciles también tuvo su sitio en este blog con el que sólo he querido dar mi punto de vista de las cosas sin intentar imponer mi opinión y asumiendo que me puedo equivocar tanto o más que los demás. Quizás he escrito demasiado, quizás me dé el punto… y aparte.

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