Marcos Lavín: un nuevo comienzo
Su sonrisa al final lo decía todo. Marcos Lavín debutó con el primer equipo del Córdoba y el balance de la actuación fue casi perfecto. Encajó un gol en los estertores de un partido que ya estaba totalmente decidido. Sus compañeros ya habían marcado cuatro, así que ese borrón no empañó un día especial para el madrileño. El Elche se marchaba rumiando su derrota a los vestuarios después de un 1-4 que coloca al Córdoba en la próxima ronda de la Copa del Rey y al guardameta otra vez en el escenario.
“Es una competición que nos viene muy bien a los jugadores menos habituales. Es importante seguir adelante y estoy con muchas ganas de continuar. Ahora toca pensar en el Deportivo”, indicó en la zona mixta un Lavín que afronta un nuevo comienzo en una demarcación volcánica en el Córdoba. Forjado en las categorías inferiores del Real Madrid, pasó por el Logroñes y el Saguntino antes de fichar por el Córdoba, donde ha sido pieza clave en el conjunto filial tanto en Segunda B como en Tercera División.
El madrileño se ha convertido en el cuarto portero que ha utilizado José Ramón Sandoval, entrenador del Córdoba, en los once partidos oficiales que ha disputado en la presente temporada. El reparto de actuaciones tiene como protagonistas a Abad (7), Stefanovic (2), Alberto (1) y Lavín (1). Pese a los vaivenes, el conjunto blanquiverde no atraviesa un buen momento en el aspecto defensivo. Ha encajado 21 goles en nueve partidos de la Liga 1/2/3, con un promedio que obliga a una producción ofensiva brutal para compensar. En la Copa es otra cosa: en dos eliminatoria, el Córdoba únicamente recibió el gol de Elche. En el anterior cruce, en el que jugó Carlos Abad, los de Sandoval vencieron por 2-0 al Nástic de Tarragona.
No ha sido fácil el camino para Lavín, de 22 años, que se estrenó en Copa del Rey después tras recuperarse de una lesión de muñeca que sufrió a principios de la temporada y que le mantuvo fuera de las convocatorias. En el mes de agosto, con Sandoval recién aterrizado y el club zarandeado por los problemas del límite salarial, Lavín entrenaba junto a Pawel Kieszek y Stefanovic. El polaco había renovado y se situaba como titular indiscutible. El serbio, con contrato en vigor, se perfilaba como su sustituto natural. Y ahí quedaba el madrileño, también con su contrato ampliado dos años más, para aguardar su oportunidad. Seguramente no pensaba en todo lo que sucedería después.
A Kieszek no lo pudo inscribir el Córdoba y el meta tomó el coche rumbo a la Costa del Sol para fichar por el Málaga. Y Stefanovic, después de marcar un récord negativo en la historia del club -7 goles encajados en los dos primeros partidos-, vio cómo le ponían encima de la mesa la rescisión del contrato. A toda prisa, el secretario técnico Rafael Berges miró hacia Tenerife para reclutar, en calidad de cedido, a Carlos Abad. A Marcos se le abrían las puertas, pero sufrió una lesiòn en la muñeca. Eso le privó de haber podido debutar en El Arcángel en la jornada sexta. La visita al estadio cordobés del Tenerife dio la oportunidad al joven canterano Alberto González, que protagonizó su primer partido como profesional para suplir a Abad, cuya alineación quedaba vetada por la inclusión en su contrato de la llamada 'cláusula del miedo'.
“Estoy orgulloso del trabajo que ha hecho el equipo”, declaró el debutante tras la victoria del Córdoba ante el Elche, que a su juicio servirá para “dar ánimos a todo el mundo” en la “complicada” situación que atraviesa el equipo. Marcos Lavín ya está listo para actuar. En Elche apareció de la mejor manera posible.
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