Cruz Roja conmemora el 8M con un ‘Scape room por la igualdad’
Escaparse del machismo para conseguir, de una vez por todas, la igualdad. Ese es el mensaje que, de forma simbólica, ha tratado de transmitir hoy Cruz Roja con el Scape room que ha organizado en su sede de Córdoba para conmemorar un 8 de marzo más el Día Internacional de la Mujer.
“Son muchos los pequeños gestos, los micromachismos, que cometemos y aceptamos diariamente casi sin darnos cuenta. Tomar conciencia de ellos es el primer paso para erradicarlos. Y actividades y días como el de hoy son importantes para caminar hacia esa deseada y necesaria igualdad”, comenta Ana Montes, responsable provincial de la Unidad de Género de la institución humanitaria.
La actividad, que ha contado con la presencia de la presidenta provincial de Cruz Roja, Cándida Ruiz, y la participación en pequeños grupos de alrededor de un centenar de personas entre personal técnico y voluntariado, es solo una de las acciones impulsadas por la entidad estos días en el marco del 8-M, efeméride con motivo de la cual ha realizado también talleres con personas mayores, refugiadas o con infancia, al tiempo que ha inaugurado una exposición titulada ‘Mujeres del mundo’ en Montilla, con apoyo del Ayuntamiento de dicho municipio.
De igual modo, bajo el lema ‘Júzgate menos, abrázate más’, Cruz Roja Juventud y Cruz Roja Española han decidido aprovechar la conmemoración del Día Internacional de la Mujer para lanzar una campaña con la que reclamar la igualdad efectiva y el empoderamiento de las mujeres, que siguen siendo las más castigadas por los efectos de la pandemia.
Ante esto, la institución humanitaria lleva a cabo una intervención específica con mujeres en dificultad social, de la que en 2021 se beneficiaron más de un millar de personas en Córdoba, entre las distintas acciones impulsadas desde su Programa de Mujer, como el Servicio telefónico de Atención y Protección (ATENPRO) para víctimas de violencia de género -cuya titularidad pertenece al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad y gestiona la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP)-; el convenio con la Diputación para el empoderamiento de mujeres en dificultad social en la provincia; y el proyecto orientado a la ‘Atención integral a mujeres en dificultad social’ que financia la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación.
De forma complementaria a esta labor, y ante las problemáticas añadidas que encuentran las mujeres en el mercado laboral (mayores dificultades de acceso al trabajo por cuenta ajena, y también mayores dificultades para la creación y fortalecimiento del empleo por cuenta propia, mayor índice de contratación temporal y de empleos a tiempo parcial, inferior acceso a los puestos de decisión...), la entidad ha intensificado las actuaciones dirigidas a promover la igualdad de oportunidades y la lucha contra la discriminación en este ámbito.
Con el mencionado lema ‘Júzgate menos, abrázate más’, la organización defiende que las mujeres sigan su camino de empoderamiento y rompan con el auto juicio negativo que sigue presente en estructuras sociales, políticas, económicas e incluso emocionales. “Queremos seguir trabajando para que las mujeres nos empoderemos, no dudemos de nuestra valía y juntemos fuerzas, para finalmente llegar a un objetivo sabiendo que lo hemos conseguido por nuestros méritos propios. Somos nosotras las que llevamos la batuta”, remarca Lucía Curtu, Secretaria Estatal y referente de feminismos en Cruz Roja Juventud.
Para revertir el diálogo interno, el cual en muchas ocasiones es negativo, (‘seguro que lo has hecho mal’, ‘no vales para nada’), y convertirlo en positivo (‘puedo hacerlo’, ‘sé que puedo conseguirlo’), Cruz Roja Juventud se va a centrar en la importancia de eliminar los pensamientos negativos que distorsionan la realidad, y generan emociones y conductas inadecuadas “lo ideal es que nos demos cuenta de cómo nos hablamos, para modificar el diálogo y crearlo en positivo y constructivo”.
Un año más, Cruz Roja pone así de manifiesto la necesidad de continuar trabajando para conseguir una igualdad efectiva entre hombres y mujeres, que permita crear una sociedad justa donde todas las personas tengan los mismos derechos y oportunidades. Para ello, trabaja en un enfoque de género interseccional que visibiliza la discriminación por género, pero también la existencia de otros factores como el color de la piel, la edad, la clase social o situación socioeconómica, la etnia, la orientación sexual, las creencias religiosas, e incluso la situación geográfica, que generan discriminación, o privilegios únicos, en función de cómo es el contexto en el que se vive.
Las formas de la desigualdad de género
A través de los estudios realizados por Cruz Roja con la población atendida, la organización ha podido comprobar cómo las mujeres a día de hoy en el país siguen asumiendo involuntariamente el ejercicio de ciertos roles que le impiden romper con su situación de desventaja social.
Así, las investigaciones de la entidad confirman que las mujeres siguen liderando los cuidados familiares; así, en el 44% de los hogares, las mujeres atendidas por Cruz Roja señalan haber sido quienes se han encargado de forma exclusiva de las labores domésticas, de los cuidados de los niños y niñas o personas dependientes durante la pandemia y de las necesidades educativas . La situación se agrava en 2021, el porcentaje asciende al 53%.
Asimismo, las consecuencias psicológicas y emocionales en los contextos de crisis (preocupación, dificultad para conciliar el sueño, etc.) son mucho más graves en las mujeres, con diferencias de hasta 10 puntos porcentuales con respecto a los hombres. También acusan peor estado de salud con similares diferencias porcentuales.
Las mujeres se enfrentan a un mercado laboral menos favorable y las brechas de género (menor acceso, mayor precariedad, mayores tasas de abandono por cuidados, menores salarios, etc.) durante la pandemia siguen aumentando. Por otro lado, la responsabilidad de asumir en solitario los cuidados cuando estás en situación de pobreza o no cuentas con una red de apoyo, la violencia ejercida hacia las mujeres o las consecuencias de ser una persona migrante, etc. suman a las brechas de género existentes en el mercado de trabajo otras brechas que suponen más barreras a la hora de acceder y participar en el ámbito laboral en igualdad de oportunidades, prologando la pobreza y desigualdad en el presente, y en el futuro. La experiencia de Cruz Roja en este sentido demuestra que es imprescindible seguir abogando por proyectos y acciones que den respuesta especializada a todas las formas de violencia, reconociendo la base dónde se sustentan, y eliminando obstáculos que dificultan que avancemos hacia sociedades justas e inclusivas. Romper las barreras estructurales que condicionan esta situación y facilitar el autocuidado y empoderamiento de las mujeres son dos imperativos para la organización.
Por todo ello, Cruz Roja trabaja de manera transversal a través de todas sus áreas de conocimiento, en una atención centrada en la persona, en este caso la mujer, y en la creación de una sociedad más justa, sostenible y diversa, en la que se fortalezcan ecosistemas de buen trato en los que las mujeres puedan contar con espacios en los que reconocerse y cuidarse.