La cuesta de enero de los taxistas: inician el año con pérdidas del 75% y reclaman ya ayudas
El sector servicios ha sido uno de los más afectados por la crisis del coronavirus a pesar de ser uno de los más esenciales. Como muchos otros profesionales, los taxistas cordobeses siguen sufriendo las consecuencias económicas de la falta de turistas y el parón de la actividad por la pandemia del Covid-19. Y eso, al inicio de año, un periodo siempre difícil para el sector, hace que estén ante una cuesta de enero tan empinada como las pérdidas del 75% que están teniendo.
Para el presidente de Autacor, la asociación mayoritaria de taxistas de Córdoba, Miguel Ruano, “el cierre de los comercios es lo que más daño nos ha hecho, hemos perdido cerca del 75% de los beneficios con respecto a otros años y estamos trabajando con el 39% de la plantilla. El resto se han ido a ERTE o directamente los han despedido después de los seis meses”, denuncia.
Los trabajadores del taxi afrontan la cuesta de enero después de un mes donde han podido trabajar más que los anteriores, pero aun así siguen estando en una situación crítica. “Es verdad que con la Navidad y que las temperaturas juegan a nuestro favor hemos podido remontar un poco, pero si nosotros estábamos mal, ahora estamos tocando fondo” explica a Cordópolis Ruano.
Los días de lluvia y la borrasca Filomena han sido muy importantes para que los taxistas hayan podido trabajar a pesar de las circunstancias provocadas por la pandemia, pero sigue siendo necesaria la actividad habitual para que estos trabajadores puedan vivir de ello. Según Ruano “dependemos de la movilidad de las personas; a nosotros nos da de comer la dependienta que va a trabajar o el camarero. Para que podamos trabajar hace falta una buena salud de la economía”.
“Trabajamos hasta 18 horas al día para poder pagar todo”
Aunque la profesión de taxista esté pasando por uno de sus peores momentos, la situación se agrava cuando tienen que seguir pagando los mismos impuestos a pesar de generar menos dinero.
“Si antes trabajábamos 28, ahora estamos 14, y los compañeros están echando hasta 18 horas al día para poder cubrir así sus gastos, pero tampoco es suficiente con eso. Hay que pagar los impuestos igualmente y el coche hay que mantenerlo”, cuenta Ruano.
Sin ayudas de las administraciones
Desde el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía se han propuesto en varias ocasiones planes de ayudas para los taxistas. En cambio, los trabajadores aún no han recibido ninguna, según denuncian. El presidente de Autacor señala que “en los presupuestos del 2020 dijeron de ofrecer ayudas para comprar maquinaria para los coches y aún no nos han pagado nada; también en el Plan de Choque hablaron de destinar dinero para que compráramos material de protección contra el virus pero aún no han llegado”.
Sin embargo, a pesar de que el Gobierno Central también ha ofrecido algún apoyo a los trabajadores, la plantilla está en ERTE y las operadoras están trabajando bajo mínimos (tan solo el 39% mantiene su puesto de trabajo). “Estamos en enero y aún no se han cumplido esas ayudas. Nos sentimos abandonados por parte de las administraciones, no nos están apoyando ni dando alternativas para que podamos salir de esta crisis. Hemos intentado reclamar pero no nos hacen ningún caso” explica Ruano.
Los taxistas ven el futuro muy gris y advierten que su situación puede empeorar incluso habiendo desaparecido las grandes cadenas competidoras de coches de alquiler. “Cuando estalló todo lo de la pandemia estábamos empezando a remontar económicamente de la crisis española -de 2008-, pero obviamente la cosa decayó mucho” comenta Ruano.
“En enero, la temperatura, nuestra gran aliada, ha jugado en favor de los taxistas, pero temiéndole estamos a febrero. En enero hay rebajas, Navidades, también ha habido más gente en la calle... pero en febrero y con las restricciones al final perdemos mucho porque dependemos directamente de que la economía funcione. Y si el comercio se para, al final perdemos todos”, concluye.
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