Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
Soda y solaz
Sobre este blog
Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
Las bebidas pudieron ser otras, pero ingerí soda, suave soda coreana 0,0%, con sabor a arándanos y a lichi, la reciente Nochevieja.
Tantas bolsas, tantas manos, tanto despiste, que se quedaron fatalmente olvidados, en aquella penosamente iluminada gasolinera, los espumosos catalanes, una botella de champán -que era un regalo- y unos bien escogidos tintos, blancos y el Pedro Ximénez.
Y sí, hubo bronquilla, se buscó y se halló a la culpable de no revisar los maleteros; y esa (es decir, yo) se autocastigó sorbiendo sodas con pajita de cartón, aunque pasándolo como nunca mientras zapeaba, mareando medidores de audiencias, de unas a otras campanadas, y de TikTok en TikTok, con mi sobri imbuida de cultura manga y k-pop.
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