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Sobre este blog

Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.

Ultrapoder

Laca y líderes enemigos del estado del bienestar

Ana Fernández

22 de noviembre de 2024 19:53 h

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Nunca se les despeina el tupé o el despeinado -véase al de la motosierra-. Nunca pierden un gramo de determinación. Nunca dudan de su idoneidad para presentarse a elecciones. Nunca creyeron que las amapolas de sangre de la memoria y del duelo por las guerras iban a servir de algo porque, en su visión, a la guerra hay que hacerla inevitable, pues engendra expolio, dominación, dinero y más guerras. Nunca pasan revista a los mortuorios de su austericidio. Nunca han demostrado saber realmente qué es la empatía, solo les va el narcisismo. Nunca a la primera, ni a la segunda, ni a la septuagésima (salvo con orden judicial y trabajos documentados demoledores), abren las puertas a víctimas, como las de los delitos pederastia, causadas presuntamente en el seno de lo que debía ser seguro y justo. Nunca les baja la autoestima ni el convencimiento de que sus presas, sus esclavxs, o son estúpidxs o están superadxs por el día a día, la pobreza y las desgracias nunca casuales sino con causa. Nunca devuelven lo arrebatado. Nunca reconocen nada que les perjudique o les culpe, ni hallándose, en fin, descubiertxs, a la vista de todo el mundo, en la pura evidencia, en la mismísima masa o pasta pegada a sus dedos. Y casi nunca, por ahora, se les envía a tiempo adonde han de estar: lejos de cualquier influencia en nuestras vidas y el mundo.

Ultrapoderosxs parecen. Como invencibles se presentan. Lideres verdaderxs y naturales dicen que son, y funciona. Eso es lo peor, que, peligrosamente, o con daño y riesgo para la humanidad entera, su desfachatez, su ordeno y mando, su dominio del modo imperativo y la mentira, su machismo, su orgullo terraplanista y de negación de la crisis climática, su desprecio a la diversidad, su falta de escrúpulos, no les pasa, por el momento, toda la factura que tiene que pasarles.

¿Qué se ha tolerado o qué cosas no se han impedido durante décadas de los siglos XX y XXI, desde Reagan y Thatcher hacia acá, para que renazcan, con otras caras y ropajes, los demonios -contra la paz, la libertad y los derechos humanos- que estallaron en la Segunda Guerra Mundial?

De cualquier forma, estas amenazas ciertas no campan por sus respetos. La Corte Penal Internacional (CPI) ha actuado ante Netanyahu. La IA puede ser lo que necesitamos que sea para el bien de todo el mundo. Hay alternativas a la red social que controla Musk y la comunidad usuaria va pasándose a otros horizontes libres, para tejer hilos de diálogo y constructiva conversación. Pero, ¡y hay que fastidiarse!, alguien le dice al electorado que va a recortar la protección social hasta el tamaño de una tirita, que va a colocar en el gobierno a personas millonarias y nada amigas de los derechos laborales, y se le apoya con alegría porque lo peor que pasar es que le suban los impuestos a la gente rica (irracionalidad en estado puro).

Observo la situación actual y la palabra resistencia que tanto ayudó a vencer a los fascismos del siglo XX no me encaja del todo como remedio para bloquear a gente autoritaria y despreciativa de la democracia que, hoy, con influencia mundial, ejerce una suerte de ultrapoder.

Porque está claro que ese liderazgo ultrapoderoso resiste. No hay más que ver las decisiones de hierro vaciadas de humanidad y el dinero sin rostro que engorda como un gólem o se pierde en las cloacas sin que sepamos a quién denunciar.

Mientras, el modelo de democracia garante del Estado del Bienestar aguanta como puede el asedio, centrándose, como es lógico, en sostener alternativas, suturar, parchear, innovar, transformar, alertar, informar, fortalecer y atender a lxs más perjudicadxs o riesgo de exclusión.

Estamos en una partida y parece que la liga de la justicia y la paz va a remolque del ultrapoder, de sus relatos, de sus tiempos… Como la partida no la vamos a perder ni la podemos perder, toca cambiar el sistema.

A grandes males, grandes acuerdos.

Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación

Sobre este blog

Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.

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