Córdoba CF

Anatomía de un apagón: una reforma a medias y un sistema al límite colapsan El Arcángel

Lo que debía ser una fiesta del fútbol de verano, con El Arcángel rozando el lleno para recibir al Real Betis, se convirtió en la crónica de un apagón anunciado. Las luces del estadio no solo fallaron, sino que su errático comportamiento durante toda la noche del viernes desveló el verdadero problema de fondo: una transición tecnológica obligatoria, a todas luces incompleta y ejecutada a contrarreloj que acabó por colapsar el sistema eléctrico del coliseo ribereño.

Y es que la raíz del problema viene de lejos. El Córdoba CF tenía la obligación de cambiar su vetusta iluminación por una nueva de tipo LED desde su ascenso a Segunda División en la temporada 2023-24. Lejos de acometer la reforma integral -que tiene un coste general de cerca de un millón de euros-, el club optó durante esa campaña por una solución parcial: instalar unas luminarias LED de apoyo en ambos fondos. La reforma más profunda no comenzó hasta principios de este mes de julio, tras completar esta primera temporada en Segunda División, con el tiempo justo para el inicio de la nueva temporada 2025-26.

Los trabajos se sucedieron durante las últimas semanas, primero con la instalación de focos en la visera de Tribuna y luego en la de Preferencia. Sin embargo, el proyecto estaba lejos de concluir. Como ya había advertido el CEO de la entidad, Antonio Fernández Monterrubio, en la previa del duelo, “a la nueva iluminación aún le falta para estar al 100%”. Las pruebas realizadas en los días previos ya constataron que solo una parte de las nuevas luminarias estaba disponible. Un aviso que se materializó en el peor momento posible.

Cronología de un colapso eléctrico

El primer aviso serio llegó a las 20:44, a quince minutos del inicio del partido. Un apagón de varios minutos sumió en la incertidumbre a los aficionados. La luz volvió a las 20:53, pero la normalidad fue un espejismo. A las 21:02, con los jugadores a punto de saltar al campo, el estadio se oscureció de nuevo, aunque la luz natural del atarcer ejerció como principal aliada durante estos primeros instantes del primer tiempo. El suministro eléctrico volvería a las 21:09, aunque con el videomarcador y la U televisiva completamente apagados.

Conforme la noche caía, el análisis técnico de lo que se veía desde la grada apuntaba en una dirección: la única luz disponible durante largos tramos parecía ser la de parte de la torreta de Fondo Sur, junto con las nuevas hileras LED de las viseras, que actuaban como un frágil sistema de apoyo mientras la fuente de iluminación principal, presumiblemente la de las ambas torretas, permanecía prácticamente inerte.

El descanso se utilizó para intentar un reinicio completo del sistema, pidiendo incluso por megafonía a los aficionados que no se movieran de sus asientos. Tras la reanudación, pareció haber una leve mejoría: se encendió, poco a poco, la torreta de Fondo Norte y una segunda hilera de luces, aparentemente más antiguas, en la visera de Tribuna. Sin embargo, este intento por sumar más potencia a una red eléctrica visiblemente inestable pudo ser la causa del colapso definitivo. A las 22:16, con solo cinco minutos jugados de la segunda parte, el sistema dijo basta y un tercer y último apagón dejó el estadio completamente a oscuras, desatando el humor de la grada, que iluminó el campo con las linternas de sus móviles.

De momento, las causas concretas del fallo son una incógnita. No se sabe si el problema fue de suministro general, una sobrecarga por la convivencia de dos sistemas, una mala orientación de los focos o una combinación de todos estos factores. Eso sí, ante la magnitud del fiasco, la respuesta oficial del club ha sido anunciar medidas. Según fuentes de la entidad, se ha pedido una auditoría técnica para tratar de esclarecer lo ocurrido, y, cuando se dispongan de los informes finales, se podrá actuar en consecuencia. El plazo está claro: resta un mes para la vuelta de competición oficial a El Arcángel. 30 días en los que el Córdoba CF trabajará a destajo para paliar un grave y urgente problema.