Estreñimiento en Recién Nacidos y Lactantes
Hoy traemos a debate el tema “cacas infantiles”, algo que preocupa mucho a los padres/madres y del que se tiene poca información o un nivel alto de confusión. Especialmente nos preocupa mucho más si el bebé es recién nacido o tiene pocos meses y es uno de los motivos de consulta más frecuente que tengo y me consta que los pediatras también.
La mayor parte de los progenitores no suele tener muy claro qué entendemos exactamente por estreñimiento en un bebé y en general, suelen pensar que un niño estreñido es aquel que no hace caca todos los días, nada más lejos de la realidad. Es un poco más complejo. A veces te vienen preocupados por este hecho y cuando les explicas que pueden estar incluso mucho más tiempo si hacerlo, ves como les cambia la cara a pesar de que finalmente terminan por entender la razón. Si de una cosa me he dado cuenta en estos últimos 20 años atendiendo consultas de bebés, es que ¡¡a los padres nos encanta que nuestros hijos hagan caca diaria!! Y si la hacen.... fiestuki al canto y si no, pues ya nos rayamos....no nos engañemos.
Bueno, vamos a intentar arrojar algo de luz en este “oscuro” tema.
¿Qué entendemos por estreñimiento en un lactante?
Pues la verdad es que muy claro tampoco es que esté, es decir, que no hay una definición clara de lo que es estreñimiento. Hay quien la define como un trastorno en la frecuencia de las deposiciones o relacionado con la consistencia de las heces y el tamaño de las mismas. Como vemos es una definición bastante imprecisa. Particularmente, me parece más completa la siguiente definición: síntoma clínico que expresa dificultad para el vaciamiento regular de colon y recto, expresado como la eliminación de heces duras, infrecuentes y evacuadas con dificultad o de forma incompleta. Es decir, en esta segunda, nos basamos en la consistencia de las heces en lugar de en el número de deposiciones, más acertado para mi entender.
Siempre explico a los padres que puede haber niños que hacen caca todos los días y que son estreñidos y sin embargo, hay niños que no la hacen diariamente y no podemos considerarlos estreñidos. ¿En qué nos basamos? En la consistencia de las heces. Si son heces como bolitas independientes, lo que llamamos “heces caprinas” ( Tipo 1 de la Escala de Bristol) podemos afirmar que ese niño es estreñido aunque nos haga caca cada día. El problema de estos estreñimientos funcionales es que se suelen acompañar de mucho malestar en el bebé, el cual llora desconsoladamente a la hora de evacuar, se retuerce, está muy irritable y lo pasa francamente mal. Esto suele ocurrir sobretodo con niños alimentados con fórmula, en cuyo caso habremos de notificarlo al pediatra y que éste valore la posibilidad de cambiarnos a una leche anti-estreñimiento o valorar otras medidas para aliviar los síntomas y evitar complicaciones (como fisuras anales del esfuerzo), así como descartar patologías como posibles alergias alimentarias. No pongas supositorios, enemas o des laxantes al bebé por tu cuenta y evita estimular el ano con el termómetro con regularidad (no habría problema en hacerlo en casos de malestar importante en el bebé, pero no de rutina). Medidas como calor en la tripita (bolsitas de semillas), agua caliente, levantar sus piernas o masajear la tripa en el sentido de las agujas del reloj, suele mejorar algo este proceso de evacuación. Con el tiempo, estos estreñimientos se van superando conforme mejora la funcionabilidad intestinal y terminan por desaparecer, aunque tal vez recidiven en la etapa de introducción de la alimentación complementaria a partir de los seis meses, en cuyo caso, habrá que jugar con los alimentos más ricos en fibra para remediarlo.
Este tipo de heces caprinas no suele verse en niños alimentados al pecho, ya que en estos las deposiciones suelen ser más líquidas y de color amarillo mostaza. Sin embargo, podemos ver otro tipo de cosas en ellos que también preocupa mucho a los padres y es que el bebé pueda no hacer caca cada día, sino que tarden varios días (incluso a veces semanas) en hacerla y esto... pues como que asusta y confunde bastante. No obstante, siempre explico a los padres que si pasados los dos, tres, cuatro o más días sin hacer caca, cuando el bebé la hace, si ésta es blandita o de consistencia líquida (lo más habitual), que no se preocupen. ¿Y por qué ocurre esto? Porque la leche materna deja muy pocos residuos, es decir, que el lactante lo aprovecha todo y por eso no necesita hacer caca cada día. No obstante, y como ya sabemos que a los padres nos gusta que los bebés hagan caca cada día, a veces masajeando un poco la tripa cada día en el sentido de las agujas del reloj, estos niños pueden terminar por hacer caca cada día para goce y disfrute de sus padres, que ven como se disipan así sus preocupaciones escatológicas.
Comentar también, ya que viene al hilo, que el número de deposiciones en los bebés alimentados al pecho puede ser bastante anárquico y/o caótico. Los primeros días, tras la expulsión del meconio, lo normal es que al menos hagan una o dos cacas diarias, de color amarillo mostaza y de olor dulzón ( si no las hiciese, podríamos pensar que tal vez no se esté alimentando correctamente, y habría que consultar urgentemente). Tras la primera semana algunos niños pueden pasar a hacer muchísimas cacas al día, casi en cada toma y eso es debido a un reflejo que ellos tienen llamado “reflejo gastrocólico” por el que tras comer, cagan. Y este reflejo puede estar muy aumentado en unos niños y no tanto en otros. Por eso, con lactancia materna todo vale, siempre y cuando las heces sean líquidas como hemos dicho a pesar de no ser “de comunión diaria”.
Por último, me gustaría hablar de otro trastorno que pueden padecer los recién nacidos y que los padres interpretamos como estreñimiento sin serlo realmente, es la llamada Disquecia del Recién Nacido o Pseudo Estreñimiento. Este cuadro hace referencia a esos niños que hacen mucha fuerza para defecar, sin conseguirlo, se ponen muy rojos e incluso lloran y se ven muy afectados, pero en el momento en que defecan, los síntomas ceden. Ello es debido a que los recién nacidos aún no controlan bien el esfínter anal. No saben aún que es un esfínter que depende de nuestra voluntad y que nosotros podemos abrirlo y cerrarlo a demanda. Claro, hasta que lo aprenden gracias al ensayo-error, vemos al niño empujando y rojo cual bombilla incandescente sin efecto alguno posterior y esto le pasa tres, cuatro, cinco veces al día... pues lógico pensar que lo que le pasa al niño es que está estreñido y no puede hacer caca y por eso está así de mal, pero no, no es eso, es simplemente que tiene que aprender a hacerlo y coordinar correctamente su esfínter, pero no os preocupéis, son listos y aprenden rápido. En las 2-4 primeras semanas suele estar resuelto, pero mientras tanto, si vemos que el niño está muy molesto y tiene la barriguita distendida e incluso come menos o no come, actuaremos como en el caso de estreñimiento funcional visto más arriba (masajitos, calor, levantar las piernas y separar las nalgas, tal vez supositorios de glicerina, siempre bajo supervisión de su pediatra, etc.)
Bueno pues hasta aquí lo que ha dado de sí el tema “caquitas” 💩 💩 💩, espero que os ayude a verlo de otra forma más fisiológica y lo más importante, que vosotros estéis mas relajados a la hora de atender a vuestro bebé, ya que si estáis nerviosos, esto también repercutirá negativamente en la actitud de éste y tardará más en calmarse.
¡¡Que la 💩💩 os acompañe!!
Hasta el próximo lunes, sed pacientes.
Autor: Dra. Mª Isabel Martínez Muñoz
Médico Especializada en Educación Maternal y Recuperación Puerperal.
Máster Universitario en Nutrición Clínica, Obesidad y Alimentación.
Especialista en Sofrología, Asesora de lactancia Materna y Educadora de Masaje Infantil
Directora del Centro de Educación Maternal C.E.M. Los Arcos
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