“Podría definirme como médico de formación y docente de vocación. Profesional y madre a jornada completa, lo cual no siempre es fácil de compaginar. Apasionada de las cosas sencillas, de pensamiento positivo y agradecida al universo por las experiencias vividas. Profesionalmente dedicada en cuerpo y alma a mis embarazadas y a sus bebés. Dirijo un Centro de Educación Maternal en Córdoba (www.cemlosarcos.es) desde 1998, el cual surge como un proyecto personal fruto de mi experiencia como madre, y en el que mis hijos y mi instinto me han ido mostrando el camino correcto. Mi trabajo consiste en aportar información actualizada y asesoramiento profesional a padres y madres, educándolos para el Nacimiento y la Crianza de sus hijos. Soy Asesora de Lactancia y reconozco en ello mi gran pasión, además de Educadora de Masaje Infantil . Ayudo a mis pacientes a recuperarse tras el parto y me declaro obsesiva con el tema del Suelo Pélvico, qué le vamos a hacer, soy humana y tengo defectos, como todos. En continuo reciclaje…..como la vida misma, lo que me lleva actualmente a embarcarme en un nuevo e ilusionante proyecto: La Consulta Médica de Nutrición. Aquí llego tras cursar un Máster Universitario de Dietética y Nutrición, y tras especializarme en Obesidad, Nutrición Clínica y Nutrición Vegetariana. El objetivo de este nuevo servicio ha sido complementar mi maravilloso trabajo ofreciendo asesoramiento nutricional a mis pacientes, facilitándoles la adquisición de buenos hábitos que repercutan en su salud y en la de sus familias. Y en ello estamos, intentando desterrar viejos mitos arraigados sobre nutrición y tratando de que coman más aguacate, jaja.... Reconozco que mis palabras salen mejor de mi pluma que de mi boca, me gusta escribir, me relaja.”
Fin del Estado de Alarma, ¡que comience el Estado de Alerta!
Seguramente más de un padre o madre de adolescente (o incluso, de prole algo mayor afincada en casa y en espera de que sus padres algún día se independicen de ella) se identificará con esta declaración de sinceridad que parte de una madre, de nuevo alterada, a raíz del cese de Estado de Alarma por el Gobierno Central.
Si algo tengo que agradecer a esta situación pandémica ha sido la paz de espíritu, la tranquilidad de alma, cuerpo y mente que me ha proporcionado en este último año y algo. Y se preguntarán, queridos lectores, cuál puede ser el motivo de tanta dicha, habida cuenta de la que tenemos montada con el bicho rebelde y la ruina que nos ha traído a todos.
Pues miren, la verdad es que llevo un año y algo durmiendo a pata suelta, lo cual es de agradecer. ¿La razón? Lógicamente debido a que no existe tranquilidad más infinita para una madre o un padre, que el hecho de que tus pollos estén recogidos bien prontito en casa y que cuando tú llegues, tras hacer recuento de que no te falta ninguno, le des media vuelta a la cerradura de tu puerta con la inconmensurable satisfacción de que los tienes a todos a buen recaudo y a salvo bajo tu ala como cuando eran pequeños. Lo sé, no maduro como madre.
La paz que yo he sentido este año y que había olvidado, desapareció en ese preciso instante en que mis hijos me dijeron por primera vez que iban a salir solos (sin protección parenteral) con sus amigos a dar una vuelta. Momento en el que a ti se te revuelven las tripas de pensar que la temida situación que intuías llegaría más pronto que tarde, ya lo ha hecho y viene para quedarse. Ahora no te necesitan para salir, e incluso ya no mola salir con tus padres anticuados y aburridos, ya no les haces falta, tan sólo para sufragar la parte financiera de tal salida, como todo progenitor bien conoce. Salen pues los niños y comienza en ti ese sinvivir (o sindormir, tanto monta, monta tanto) de levantarte noche tras noche (cada cinco minutos) a ver si han llegado, a ver cómo vienen, a ver si están todos o se te ha descarriado alguno. Pendiente del móvil para ver si se han conectado (lo cual es un gran alivio pues sospechas que siguen vivos) o por si los han raptado y te van a pedir un rescate, o por si en algún momento te llaman a horas intempestivas para que vayas a recogerlos (en pijama, of course) que se les ha hecho tarde sin darse cuenta y perdieron el último transporte, o para que le bajes dinero para pagar el taxi porque se fundieron en “botellitas de agua” el que le diste para tal fin con la consiguiente premisa de “ese no te lo gastes”. Un duermo sin dormir en mí, básicamente.
Pues esa paz se acabó. Terminó el Estado de Alarma y se reactivó en mí el Estado de Alerta (máxima) justo en el mismo momento, a las 0.00 horas del día 9 de mayo de 2021. Y claro, como era la primera noche sin alarma ni toque de queda, allá que mis pollos (e imagino que los vuestros) se echaron a la calle “metamorfoseados” en miuras para celebrar lo que se les había negado durante tanto tiempo. Comprensible por otra parte, demasiado bien se han portado y sólo se es joven una vez.
Nada, a volver a acostumbrarse a las noches de insomnio……. Ley de vida.
Sobre este blog
“Podría definirme como médico de formación y docente de vocación. Profesional y madre a jornada completa, lo cual no siempre es fácil de compaginar. Apasionada de las cosas sencillas, de pensamiento positivo y agradecida al universo por las experiencias vividas. Profesionalmente dedicada en cuerpo y alma a mis embarazadas y a sus bebés. Dirijo un Centro de Educación Maternal en Córdoba (www.cemlosarcos.es) desde 1998, el cual surge como un proyecto personal fruto de mi experiencia como madre, y en el que mis hijos y mi instinto me han ido mostrando el camino correcto. Mi trabajo consiste en aportar información actualizada y asesoramiento profesional a padres y madres, educándolos para el Nacimiento y la Crianza de sus hijos. Soy Asesora de Lactancia y reconozco en ello mi gran pasión, además de Educadora de Masaje Infantil . Ayudo a mis pacientes a recuperarse tras el parto y me declaro obsesiva con el tema del Suelo Pélvico, qué le vamos a hacer, soy humana y tengo defectos, como todos. En continuo reciclaje…..como la vida misma, lo que me lleva actualmente a embarcarme en un nuevo e ilusionante proyecto: La Consulta Médica de Nutrición. Aquí llego tras cursar un Máster Universitario de Dietética y Nutrición, y tras especializarme en Obesidad, Nutrición Clínica y Nutrición Vegetariana. El objetivo de este nuevo servicio ha sido complementar mi maravilloso trabajo ofreciendo asesoramiento nutricional a mis pacientes, facilitándoles la adquisición de buenos hábitos que repercutan en su salud y en la de sus familias. Y en ello estamos, intentando desterrar viejos mitos arraigados sobre nutrición y tratando de que coman más aguacate, jaja.... Reconozco que mis palabras salen mejor de mi pluma que de mi boca, me gusta escribir, me relaja.”
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