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Sobre este blog

Sergio Gracia Montes es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba. En 2018 impulsa desde Córdoba el Centro de Investigación de la Extrema Derecha (Cinved), con el que analiza y estudia los movimientos populistas y extremistas en España y a nivel internacional. Gracia cuenta con amplia formación en materia religiosa, política y de derechos humanos, e interviene en medios nacionales (Cuatro, La Sexta, Huffington Post, El Independiente, El Confidencial o El Temps) como experto en fanatismos y movimientos de ultraderecha.

Elecciones europeas: juventud, extrema derecha y radicalización social

Congreso.

Sergio Gracia

24 de junio de 2024 20:07 h

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El pasado día 9 de junio tenía lugar las elecciones europeas. Esta columna, como si fuera un cuaderno de bitácora, comienza el lunes 10 de junio a las 4 de la mañana en el aeropuerto de Málaga mientras espero el vuelo que me llevará al corazón de la Unión Europea, Bruselas.

Ese mismo lunes pisaba Bruselas a las 9.30 por primera vez para asistir a la presentación de los resultados del Proyecto Drive. Aterrizaba con el resacón de unas elecciones europeas que tras los resultados obtenidos por parte de la extrema derecha, cambiarán notablemente el posicionamiento de la Unión Europea en asuntos globales y donde se cambien las reglas del juego a favor de los más poderosos. Esos cambios, han sido en parte potenciados por una parte de la ciudadanía europea que ha decidido comprar discursos apocalípticos, radicales y extremistas, donde se actúe con total impunidad contra “el otro”, y donde haya ciudadanos y ciudadanas de primera, de segunda, e incluso de tercera, en cuestión de Derechos.

Con mi llegada a Bruselas, parte de ese sueño de llevar lo político a lo académico y viceversa, se veía cumplido, estando presente en informes internacionales, colaborando en equipos de proyectos europeos o dando clases en la Universidad o en algún Máster. Estar presente en Bruselas en un paso más gracias a mi amiga y compañera de informes Inés Bolaños, que desde luego es una súper mujer y una super académica.

El martes 11 y el miércoles 12 tenía lugar en el Hotel Stanhope de Bruselas la Conferencia Final del Proyecto Drive liderado por el profesor Tahir Abbas y en el que han colaborado de forma activa Inés Bolaños y Cátia Moreira.

En dichas mesas se trataron temas como extrema derecha, islamofobia, salud mental o exclusión en el noroeste de Europa en donde participaron profesionales de importantes Universidades Europeas.

El proyecto DRIVE es un estudio integral de métodos mixtos que ha generado una gran cantidad de datos y conocimientos. Donde se han realizado 417 entrevistas en profundidad con personas de diversos orígenes, incluidos aquellos que se identifican como musulmanes, aquellos de comunidades étnicas mayoritarias que se identifican como nacionalistas, así como activistas y profesionales de los cuatro países. Estas entrevistas proporcionaron datos sobre las experiencias vividas, percepciones y actitudes de los participantes, profundizando en la comprensión de los factores que dan forma a su sentido de pertenencia, identidad y experiencias de exclusión.

Como complemento a las entrevistas, se encuestaron a 5.501 personas y se realizaron 14 grupos focales, lo que permitió identificar patrones y tendencias en los cuatro países y explorar las dinámicas de grupo y las narrativas colectivas que dan forma a las experiencias de exclusión y polarización. Además, más de 30 observaciones de eventos permitieron sumergirse en los contextos sociales y políticos de los sitios de investigación, obteniendo información de primera mano sobre cómo la exclusión y la polarización se manifiestan en la vida cotidiana.

Es importante remarcar que, si bien los participantes lidiaron con diversas formas de exclusión y mantienen una variedad de puntos de vista sobre la identidad, el nacionalismo y la religión, no necesariamente están en el camino hacia el extremismo o la radicalización. El objetivo del trabajo era comprender los factores más amplios que pueden crear condiciones propicias para estos fenómenos y explorar cómo los individuos y las comunidades navegan y resisten estos desafíos.

Los hallazgos de la investigación pintan un cuadro compuesto de exclusión, marginación y alienación entre muchos de los participantes, traspasando líneas de religión, etnia y nacionalidad.

Uno de los puntos importantes, fue el sentimiento generalizado de estigmatización, discriminación y otredad que experimentaron muchos participantes, en particular aquellos de origen musulmán, pero también aquellos de comunidades étnicas mayoritarias que se sintieron “abandonados” por los rápidos cambios sociales y económicos. Estas experiencias a menudo estuvieron vinculadas a discursos y políticas más amplias en torno a la identidad nacional, la integración y la seguridad, creando una sensación de alienación y desconexión de la sociedad en general.

El proyecto DRIVE viene a evidenciar en parte, lo que está sucediendo en gran parte de las sociedades europeas. Asistimos impasibles a la radicalización social, donde dos crisis como la crisis financiera mundial y la de los refugiados, han aumentado las tensiones etnoculturales y religiosas en la Unión Europea.

¿A qué nos lleva esto? Pues bien, es un hecho que quienes se sienten desatendidos, excluidos, marginados u olvidados en ocasiones, tienden a manifestar su enfado a través de la radicalización, acciones que a menudo son aprovechadas por formaciones políticas y sociales, como los partidos y movimientos populistas de derechas.

Estos partidos han capitalizado el descontento juvenil tocándoles la fibra sensible en temas como el acceso a la vivienda, a un trabajo o el alto coste de la vida, a lo que debemos sumar temas como la seguridad, el cierre de fronteras para volver a una Europa de naciones, el supuesto robo de recursos económicos por parte de otros grupos sociales, la supuesta pérdida de nuestra identidad o la inmigración, además de no obviar la destreza que ha tenido la extrema derecha en las redes sociales para vender esto.

Todo esto, nos lleva a un cambio drástico en la sociedad europea, pasando de una sociedad y una juventud más progresista, más solidaria independientemente de su nacionalidad, que mayoritariamente no era ni racista ni xenófoba o que era más plural y diversa, a una sociedad más conservadora, más racista, más xenófoba, más homófoba, menos empática, en general más intolerante con el otro, que prefiere cerrar fronteras, pero que no quiere perder ese punto de globalización que les hace “libres”. Libres ellos y ellas para ir dónde y cuándo quieran, los demás, el otro, el inmigrante, el invasor, según los discursos que están comprando, se deben someter a estrictas reglas.

Si algo hemos podido sacar de estas elecciones, es que no se puede dar nada por sentado, y que si queremos una sociedad libre, que progrese y donde existan derechos, hay que bajar al barro y escuchar y darle voz a todas las aristas de la sociedad y no mirarse sólo el ombligo.

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Sergio Gracia Montes es graduado en Derecho por la Universidad de Córdoba. En 2018 impulsa desde Córdoba el Centro de Investigación de la Extrema Derecha (Cinved), con el que analiza y estudia los movimientos populistas y extremistas en España y a nivel internacional. Gracia cuenta con amplia formación en materia religiosa, política y de derechos humanos, e interviene en medios nacionales (Cuatro, La Sexta, Huffington Post, El Independiente, El Confidencial o El Temps) como experto en fanatismos y movimientos de ultraderecha.

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