Las precipitaciones amenazan las primeras jornadas en el regreso de la Semana Santa a Córdoba
Con la mirada puesta en el cielo, como suele ser habitual. Al fin llega la normalidad a la Semana Santa, y eso implia para muchos, para cofrades y hosteleros, tener que estar pendiente del cielo. Bendita normalidad dirán algunos. Y es que aunque el arranque de la primera Semana Santa pos-pandemia vaya a estar protagonizado por el ambiente soleado y un notable alza en las temperaturas, las lluvias volverán a toda la provincia a partir de la tarde del Lunes Santo, en el comienzo de un episodio que aunque breve, vendrá acompañado de las temidas tormentas.
Pero antes de que la lluvia y el trueno vuelvan a sacudir la atmósfera cordobesa, los cielos durante el fin de semana permanecerán poco nubosos o despejados. La formación de una profunda y extensa borrasca sobre aguas atlánticas, empujarán la dorsal anticiclónica sobre la Península Ibérica durante el fin de semana. Junto a ella, el aire cálido en altura entrará con fuerza hasta la vertical del sureste peninsular, lo que derivará en un notable ascenso de las temperaturas en toda la provincia.
Así, durante la jornada del sábado, y en especial durante la del Domingo de Ramos, las máximas se elevarán por encima de la frontera de los 25 grados a lo largo del valle del Guadalquivir y hasta el entorno de los 23 o 24 grados en el resto de la provincia. El buen ambiente general dará la bienvenida a la primera Semana Santa tras dos años de parón obligado, con un Domingo de Ramos en los que no existirá riesgo de lluvia.
Sin embargo, todo cambiará durante la jornada del Lunes Santo. Para entonces, la aproximación de la borrasca atlántica hasta el noroeste peninsular, irá precedido por el avance de un sistema frontal que afectará al extremo occidental andaluz desde primeras horas de la tarde. El frente, que no espera especialmente activo, avanzará hasta el tercio central de la región con el paso de las horas, alcanzando la vertical cordobesa a últimas horas de la jornada. Jornada de incertidumbre donde la velocidad y la posible pérdida de intensidad en el avance de las lluvias podrían abrir una ventana de oportunidad aún pendiente de definir.
Las lluvias sin embargo sí ganarán intensidad y extensión durante la jornada del Martes Santo. Para entonces la posición de la vaguada, ya plenamente asentada sobre la Península, disparará la formación de chubascos y tormentas a lo largo de toda la geografía andaluza. En Córdoba la lotería de los chubascos se potenciará, como suele ser habitual, después de mediodía, cuando la potencia del sol y la elevada carga de humedad que arrastrará la vaguada derivaría en la formación de tormentas a lo largo de la tarde.
Los chubascos irán a menos a partir de la jornada del miércoles. Para entonces el paso de la vaguada hasta el Mediterráneo se traducirá en una notable estabilización de la atmósfera. Sin embargo, la presencia de humedad residual aún podría derivar en la formación de núcleos tormentosos en la mitad oriental andaluza que podrían llegar a afectar a la provincia cordobesa a últimas horas de la jornada. Serían las últimas precipitaciones, que en caso de darse, dejarían paso a una recta final de la primera Semana Santa tras la pandemia en la que el sol y las altas temperaturas volverían a recuperar el protagonismo.
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