Adiós a 2023, el año meteorológico más extremo en Córdoba
La ciudad dijo adiós a otro año. Atrás queda un 2023 que siguió en la senda de los registros climáticos extremos. Sobre todo, por calor, pese a que el año empezó con un frío que también fue destacado y que batió algún récord en persistencia. Unos registros fríos que fueron olvidados pronto con el mes de abril, con casi 39 grados. La capital recordará también el episodio de viento que en octubre tumbó al menos un par de centenares de árboles. El año acabó como empezó: con más heladas y con nieblas.
Un inicio de año con récords por frío
Córdoba Aeropuerto dio cuenta del frío a partir del 22 de enero. Desde ese día, y hasta el 6 de febrero, amaneció bajo cero todos los días. Un total de 16 días consecutivos, un hecho que no había ocurrido nunca en la serie de datos. La media de las mínimas fue de -2.1 °C. El pico de la ola de frío fue el 26 de enero, con casi 4 grados bajo cero, la temperatura más fría en enero desde que en 2005 se diera el récord absoluto, y la más baja desde febrero de 2012.
... Y del frío extremo al paraguas, y del paraguas al polvo sahariano
El 7 de febrero, un día después de cerrar los 16 días seguidos con temperaturas mínimas bajo cero, el aeropuerto iba a registrar el que ha sido el día más lluvioso de 2023. Hasta 38.2 mm en menos de 24 horas. Un espejismo, porque prácticamente no volvió a llover más en todo el mes. Además, el polvo sahariano hizo acto de presencia varios días.
Del polvo sahariano y casi 24 grados, a otra ola de frío y más lluvia
El 24 de febrero, Córdoba Aeropuerto se fue a -1.5 °C. Al día siguiente, la nieve hizo acto de presencia en varios municipios del norte de la provincia. A partir del Día de Andalucía, la segunda ola de frío del año trajo cinco días seguidos con temperaturas negativas, con hasta -3.2 °C el 2 de marzo. Como ocurrió en febrero, el frío dio paso a la lluvia de un día para otro. Del 5 al 9 de marzo cayeron un total de 31 mm. Y, de nuevo, casi sin lluvia en un mes, con ni tan siquiera 1 mm en más de 40 días. Llovió el 17 de marzo y no regresó hasta el 22 de abril.
Sin lluvia y llegó lo peor: calor desconocido en abril
Desde mediados de marzo, las temperaturas máximas se posicionaron por encima de la media. Esta anomalía siguió y se acentuó en abril, con desviaciones en los primeros 21 días de mes de hasta 6 °C sobre la media. Tras la escasa lluvia caída el día 22, Córdoba se adentró en un episodio de calor absolutamente incomprensible. Hasta entonces, la temperatura máxima absoluta para un mes de abril eran los 34.0 °C que se registraron en abril de 1997 y en abril de 2017. El día 25, Córdoba Aeropuerto fulminó el registro con 35.1 °C. Y no se iba a quedar ahí. El día 26 récord de nuevo, con 36.7 °C. Y el día 27, para la historia climática. El termómetro marcó 38.8 °C, récord no solo de Córdoba, sino para toda España peninsular. Casi 5 grados más que el récord que había llegado vivo a 2023. Hubo aviso amarillo por calor en Campiña cordobesa, el primero en abril. Los récords no solamente cayeron de día, también de noche. El día 28, el aeropuerto no bajó de 16.7 °C, superando por 0.3 °C el récord de 2011. Un registro que se superó el día 29, dejando el registro de la mínima más alta del mes en 17.6 °C, casi 1 grado más que justo un día antes. Abril se fue con 16 récords por calor.
Mayo y junio cumplieron (y solo eso) en danas, tormentas y borrascas
O más bien, la segunda mitad de mayo. Fue entonces cuando las temperaturas máximas se normalizaron. Entonces llegaron las danas y las tormentas, que se extendieron hasta la primera decena de junio. Mayo superó su media de lluvia con 51 mm y junio hizo lo mismo, con 30 mm e incluso una borrasca nombrada el día 8. Oscar aportó casi 20 mm a las puertas del crudo verano y tras un inicio de mayo en el que los registros de sequía apuntaron a la peor desde que hay datos.
Otro verano para olvidar con 65 días dantescos
El verano de verdad llegó junto con el verano astronómico. Entre el 23 de junio y el 26 de agosto Córdoba Aeropuerto marcó una media de las máximas de 40.2 °C. Algo más de 60 días consecutivos que, aunque puede parecer lo normal, no tiene precedentes desde que hay datos. La primera ola de calor duró cinco días, del 24 al 28 de junio. Se alcanzaron los 42.6 °C el día 26. La segunda fue del 9 al 13 de julio, con otros cinco días y hasta 44.0 °C el día 10. El tercer pico (que no ola) de calor fue más corto, del 17 al 19 de julio, pero con la máxima hasta entonces: 44.5 °C el día 17. En la última decena de julio “aflojó” el calor, con solo dos tardes por encima de 40 grados, pero con avisos de la AEMet la mayoría de los días. Lo peor aún estaba por llegar. La tercera ola calor llegó el 6 de agosto y duró hasta el día 13. Ocho días seguidos por encima de 40 grados, tres de ellos por encima de 43 grados y el día 11 de agosto con la máxima del año: 45.0 °C. La cuarta y última ola de calor también duró ocho días (del 19 al 26 de agosto), todos ellos por encima de 40 grados, con tres tardes por encima de 43 grados y un pico de 44.5 °C el día 21. Ahí se terminaron los 40 grados, tras 31 tardes y convertirse en el tercer año con más, tras 2022 (33) y 2017 (37).
Agosto cerró con récord en la media mensual de las máximas, primera vez por encima de 40 grados (40.1 °C). Superó en un grado el anterior registro, los 39.1 °C de agosto de 2018.
Septiembre, más de bochorno y aparato eléctrico que de lluvia
El noveno mes del año estuvo marcado por la elevada humedad. Una dana dejó 7 mm a principios de mes. A mediados, varias tormentas y frentes sumaron casi 27 mm más, para dejar el registro en la media. Y también para quedar en el recuerdo visual de toda la capital. El 14 de septiembre, una de las tormentas eléctricas más espectaculares que se recuerdan, visitó la capital con fogonazos cada segundo durante más de una hora. Eso sí, no cayó prácticamente ni gota de lluvia, en una semana en la que la humedad se disparó, pero no fue suficiente para descargar en la zona esa noche. A final de mes, Córdoba Aeropuerto registró la máxima más alta para un día de San Miguel, con cerca de 38 grados, preludio de lo que iba a pasar a primeros de octubre.
Octubre emuló a abril: otro récord de calor roto hasta tres veces
El episodio de calor iniciado a finales de septiembre desembocó en récords para octubre. El día 1, Córdoba Aeropuerto marcó 36.8 °C, nueva temperatura máxima absoluta del mes, al superar los 36.0 °C del 2 de octubre de 2004. Como pasó en abril, el registro iba a superarse más veces. Al día siguiente, el día 2, 37.0 °C. El día 3 bajó la temperatura a 36.6 °C (que también hubiese sido récord si los de los días 1 y 2 no hubiesen existido) y el día 4 hubo 34.1 °C. Las temperaturas volvieron a repuntar y el día 5 hubo 35.8 °C. Y el día 6, cuatro días después de los 37.0 °C, el aeropuerto se fue a 37.6 °C. Ahí se quedó la nueva máxima absoluta del décimo mes del año, ya que las temperaturas comenzaron un lento y progresivo descenso.
... Y del calor al fenómeno más impresionante del año en el mismo mes: Bernard y el viento
Justo tras acabar el calor de récord de comienzos de mes, octubre vio llegar la lluvia. Y el vendaval. La borrasca Aline puso sobre la mesa un aperitivo el día 19, con casi 30 mm de lluvia y una racha de viento de 91 km/h, que igualaba el récord mensual que tres años antes había dejado la borrasca Barbara. Tres días más tarde, la lluvia no apareció, pero sí lo hizo el viento. A la noche, el vendaval más fuerte que azotaba Córdoba en al menos 65 años llegó a Córdoba. La borrasca Bernard, con más apariencia y efectos de ciclón subtropical (o tropical), destrozó literalmente la ciudad y el récord de viento, no solo de octubre, sino desde que hay datos en el aeropuerto. Hasta 128 km/h de racha máxima llegaron a registrarse en el aeropuerto.
Tras Bernard, cayeron otros 52 mm para cerrar el mes ligeramente por debajo de la media.
Noviembre y diciembre, entre altas temperaturas, sequía y más heladas para cerrar el año
Noviembre pasó sin pena ni gloria, con poca lluvia, máximas anormalmente altas a mitad de mes y mínimas muy altas para acabar el mes y dar paso a diciembre. Momento en el que además llovió más, con 45 mm entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre, de los pobres 67 mm que sumaron los dos meses cuando la media es 170 mm. No llovió en la segunda mitad de diciembre, cuando llegaron las heladas de nuevo tras nueve meses. Unas heladas que hicieron que el año 2023 sea el más extremo en temperaturas, el que mayor número de días con máximas iguales o superiores a 40 grados (31) y días con mínimas de 0 grados o menos (32) ha registrado.
El año acaba con 19.2 °C de temperatura media, el cuarto más cálido tras 2022 y 2017 (19.5 °C) y 1995 (19.3 °C). En lluvia, 361 mm en total. Es el 10.º año con menos de 400 mm, entre los cuales se encuentran, además de 2023, otros cuatro de los últimos nueve años: 2015, 2017, 2019 y 2021, constituyendo la sequía más prolongada en los registros.
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