Javi Hervás no aguanta en Bosnia: pide la baja y se va
El jugador cordobés alega inadaptación familiar y rescinde su contrato con el Zeljeznicar tres meses después de haber fichado
La aventura bosnia de Javi Hervás ha durado un suspiro. Tres meses después de haber fichado, el jugador cordobés ha decidido que era mejor coger la puerta. Con el conjunto de Sarajevo no llegó a jugar ningún partido oficial, aunque la razón que ha expuesto el ex del Sevilla para marcharse ha sido “que no se ha adaptado a la capital de Bosnia-Herzegovina y, a insistencia de su familia, ante todo de su esposa, desea regresar a su país”, según expresa la entidad a través de un comunicado en su web. Hervás deberá pagar una indemnización, cuya cuantía no ha trascendido, al Zeljeznicar por la ruptura del contrato. El jugador, de 26 años, había firmado por dos temporadas por el equipo bosnio, que se está preparando para el inminente comienzo del campeonato nacional.
El objetivo de Javi Hervás sigue siendo recuperar su imagen como jugador profesional después de dos experiencias en el extranjero. Antes de fichar por el Zeljeznicar había militado en el Brisbane Roar de la Liga de Australia. Actualmente está a la espera de equipo, una situación que contrasta con sus tiempos de esplendor. En verano de 2012, el cordobés recogió en Madrid el galardón al Jugador Revelación de la Liga Adelante en la Gala de la LFP. Su irrupción en el campeonato fue un escándalo. Fue actor principal (39 partidos, 3 goles) en el Córdoba que a las órdenes de Paco Jémez alcanzó el play off de ascenso a Primera. En apenas seis meses en Segunda, el talentoso mediocentro había encandilado a todo el mundo y firmado un suculento contrato de cinco temporadas con el Sevilla. Había pasado de Tercera a Primera. El mayor traspaso (1’5 millones de euros) en la historia del Córdoba. Hervás escogió Nervión en lugar del Málaga, que ofertaba 2 millones y la cesión de Portillo.
En Sevilla no tuvo oportunidades. Ni Míchel ni Unai contaron demasiado con sus servicios en el campeonato 12-13. A Hervás lo enviaron en la Liga 13-14 al Hércules, donde vivió una experiencia dantesca. El club alicantino terminó descendiendo a Segunda División B y el cordobés tuvo un papel gris, sin alcanzar regularidad en la alineación y diluido ante el caótico desarrollo del curso. En verano de 2014, Javi Hervás fue informado de que estaba dentro del paquete de descartados por Unai (Del Moral, Cicinho, Stevanovic, Rabello, Babá, Rusescu). Jugó la campaña 14-15 en el Sabadell, cedido por un Sevilla que no le tenía en sus planes. Intervino en 24 partidos y sólo 25 minutos en los doce últimos. El equipo catalán descendió a Segunda B. En dos años, dos descensos para Hervás. Y con un protagonismo decreciente. Demasiado duro. El retorno a un Sevilla efervescente, en plena construcción de una plantilla poderosa para competir en la Liga y en Europa, era una utopía. Hervás llegó a un acuerdo y la puerta de salida del Pizjuán se abrió. Fin de ciclo.
Javier Hervás encontró una nueva prueba en el otro confín del mundo: Brisbane, en Queensland, un estado australiano al que conocen con el apodo de Estado del Sol por su clima cálido. Jugó de manera intermitente en la liga de Australia -en la que coincidió con un paisano y excordobesista, Alberto Aguilar, que militaba en el Wanderers Sidney- y tras finalizar su contrato volvió a Europa. En Bosnia no encontró lo que esperaba. Javi Hervás sigue buscando.
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