El Córdoba Patrimonio se aleja de su objetivo en un cruel final en Peñíscola

No había otro propósito que ganar. Y lo tuvo cerca el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que sigue desaprovechando las oportunidades frente a los rivales de la parte baja de la tabla. Y es que los blanquiverdes ganaban por dos goles a falta de cinco minutos, aunque vieron como Peñíscola reaccionaba con el juego de cinco hasta conseguir hacerse con un triunfo que casi apaga el sueño copero de los cordobeses.

Era un partido clave para los intereses cordobesistas y eso lo quiso evidenciar sobre el parqué el conjunto califa, pues el primer aviso del choque llevó su firma, concretamente, la de un Carlos Gómez que buscó el gol con un gran disparo que envió a córner Gus. La presión alta del conjunto blanquiverde, en un arranque muy efervescente, ahogaba por completo a los locales, por en ese entonces incapaces de sacar con claridad el balón jugado.

Con todo, con el paso de los minutos se fue serenando el partido y llegaba la igualdad con los primeros acercamientos de Peñíscola que, sobre todo, hacía mucho daño con la figura de Juanqui en el puesto de pívot, el cual daba mucho oxígeno a su equipo. Aun así, los minutos pasaban sin apenas oportunidades reales de gol.

La consigna era clara en el Córdoba Patrimonio, que buscaba salir rápidamente al contragolpe para buscar la portería rival antes de que su adversario se armara defensivamente. De una de ellas saldría, a los diez minutos, un zurdazo de Carlos Gómez que se estrelló en la madera, siendo, de largo, la mejor del partido. Con todo, fueron los locales los que se hicieron dueños del control a partir del primer cuarto de hora, pese a que las llegadas de peligro llevaban la firma de los blanquiverdes. En esas, Hugo Expósito provocaba otro saque de esquina para los suyos con otro golpeo lejano.

En el lado valenciano, las mejores llegaban, o bien con el juego de espaldas en el pívot, o balón parado, tal y como fue el intento de falta directa de Elías. Además, en esa recta final, el Córdoba Patrimonio entró en problemas de faltas, lo que hacía que pudiera arriesgar menos defensivamente. Sin duda, eso dio aire al Peñíscola, pero le faltaba igualmente mordiente. El 0-0 brillaba en el luminoso camino de vestuarios.

Tras la pausa, salió mejor el Peñíscola al encuentro, llevando ahora la manija y el ritmo del juego. Así se sucedían los continuos acercamientos a la portería defendida por Fabio, aunque sin grandes oportunidades de gol. Con todo, en el peor momento del duelo para los de Santoro, una genialidad individual de Carlos Gómez haría desequilibrar la balanza. El ala sigue demostrando su enorme talento y logró hacer el primer tanto para el Córdoba Patrimonio. Pese a ello, siguieron con mejores sensaciones los locales en los siguientes minutos. En esas, Juanqui rozaría el empate con otra buena acción de espaldas a la portería.

A falta de diez para la conclusión, ambos sumaban cuatro faltas en sus casilleros, lo que podría resultar determinante. Pero para fortuna de Peñíscola, a balón parado llegaría el empate, en una acción en la que encontraron a Sancho en el segundo palo tras un desajuste defensivo de los de Ema Santoro. Pero respondió rápido el cuadro califa, que provocó la sexta falta rival y dispuso de una clara oportunidad de gol con un golpeo de falta desde unos siete metros y sin barrera. Murilo, en primer término, se topó con el meta en el disparo, aunque logró hacerse con el rechace y ahí sí que desató la locura de su equipo con el segundo gol.

Ese tanto dio paso a un tramo final de completa locura, pues inmediatamente Santi Valladares iba a poner en escena el portero-jugador. En la primera defensa cordobesa, Javi Aranda interceptó el balón y firmó un precioso gol desde casi 30 metros y picándola por encima del último defensor local.

El 1-3 brillaba por aquel entonces en el luminoso. Pero no había nada hecho. Siguió con el juego de cinco, como es lógico, Peñíscola, que en una jugada de superioridad pilló despistada a la defensa cordobesa y de nuevo Sancho reducía diferencias. Acto seguido, para peor fortuna blanquiverde, Juanqui era el que la mandaba a la escuadra para poner el 3-3. Tablas de nuevo y todo por decidir en un final marcado por la táctica. Ambos apostaron por el portero-jugador para intentar ganar y le salió mejor al equipo local, que logró la remontada a falta de 36 segundos. Un cruel desenlace que aleja al Córdoba Patrimonio del sueño de la Copa de España.