Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ya las noticias de este sábado

Titánicas y mujeres: son sinónimas

Titánicas en el Teatro Góngora

Carlos Alarcón

0

Un teatro para todas y todos. De cualquier edad. Por, y para, cualquier tipo de diversidad cognitivo intelectual. Una creación para que pueda ser percibida por personas sordas. Una pieza que puedan ver personas ciegas. Y una obra que pone el valor de la mujer en el centro argumental.

Es la propuesta propulsada por una de las emprendedoras más interesantes de la escena cordobesa, y que completa, junto con Bailemos por ellas, representada en el mismo Góngora el pasado 5 de Marzo de Uno Teatro, el tándem de piezas teatrales para celebrar el Día Internacional de la Mujer que el IMAE nos propone para reivindicar a las mujeres creadoras, en el mundo escénico, que disfrutamos en nuestra ciudad.  

La Lopez Inclusión a Escena y cooperación multidisciplinar entre mujeres.

La joven Laura López (Priego de Córdoba) formada en la ESAD de Córdoba y en el CIAM -Centro Inclusivo de Artes Escénicas de la Comunidad de Madrid- es la artífice de esta idea que nace de la necesidad de crear un teatro que llegue a todas las personas sin excepción. Y para ello se rodea de un gran equipo compuesto, en su gran mayoría, por mujeres.

En este ámbito, Laura Perea (Ciudad Real) también formada en Córdoba, se encarga de la ayudantía de dirección, creación de escenografía y diseño de iluminación, junto con Manu Medina (Las Palmas de Gran Canaria) que firma la dramaturgia, diseño de escenografía y dirección. Cierra el equipo Beatriz Ciércoles, -actriz con diversidad intelectual- que con gran desparpajo, recorre la escena a sus anchas como si hubiera nacido encima de las tablas.  

Cabaret inclusivo, humor, reivindicación y ¡mujer!

Es el punto de partida de esta creación colectiva que, a modo de cabaret, nos descubre a las tres personajes por los que se desenvuelve la obra a través de una gran variedad de lenguaje escénico como son el vodevilsimbolista, el clown, el (“la”, mejor dicho) bufón, el musical y coreografías nos despliegan las voces de las tres figuras escogidas para la integradora pieza. 

Mientras que Cheli Guijarro Jiménez, una intérprete de lengua de signos se coloca a la derecha del/la espectador/a para trasladar el texto y las actuaciones a lengua de signos (e interactuar con gran dinamismo con las actrices), observamos como en una escena en el que predomina el rojo; dos maletas “flotan” por mediación de cables y que nos hacen intuir el viaje en el tiempo y el espacio al que se dispone el espectador. 

Al fondo, dos círculos, a unos metros perpendiculares al suelo dejan caer unas cintas caídas hasta el suelo y que pueden llevarnos a dos medusas, que dentro de la simbología popular, pueden trasladarnos al miedo que tienen los hombres a mirar a la mujer de frente. 

“Tres mujeres, con tres vidas diferentes con un denominador común: ser y estar fuera de su tiempo y alejadas de toda realidad conjunta que se reúnen para cambiar el mundo a través del cambio interior.”

Como el mismo Manu Medina declara “Titánicas no es un proyecto es una condición de tres mujeres, que por el hecho de serlo, son vilipendiadas”  

Mediante una coreografía que se repite tres veces a modo de transición -con tazas de té incluidas-, numeración en francés (aunque en la obra también se habla en otros idiomas, y hasta se inventan uno propio) y comunicación bimodal acudimos a las historias de las tres mujeres.

La primera biografía recae en el personaje de Alicia Alonso (Cuba, 1920-2019) “prima ballerina” del Ballet Nacional de Cuba, que con tan solo diecinueve años, quedó parcialmente ciega, condición que no le impidió luchar por sus sueños y conseguir ser uno de los grandes mitos de la danza.  

“Yo no solo soy la mujer de...”

La segunda vida escenificada es la de Anna Coleman Ladd (Filadelfia, 1878 – Boston 1939) que tras la consternación de ver la atrocidad de la Primera Guerra Mundial se embarca en la tarea de fabricar máscaras de arcilla y plastilina para los soldados que sufrieron deformaciones ocasionadas por la metralla. Dentro de este acto, de la obra, asistimos a uno de los momentos más bellos, en el que Laura López bajo un tul transparente engarzado con algunas máscaras canta y recita simbolizando así el amor al arte y la humanidad que llenaban el corazón de Anna. 

“ConcepcionNO, concepciNO, ConcepcioNO”

Mediante otro constante de la obra: el juego de palabras, nos introducimos en la historia de Concepción Arenal (Ferrol 1820 – 1893) Desde niña quería ser abogada, difícil tarea ya que las Universidades, en su época, era terreno exclusivo para los hombres. Para introducirse en el campus no dudó en disfrazarse de hombre, pero al poco fue descubierta. Le hicieron un examen, y no tuvieron más remedio que dejarla entrar en los estudios por su gran capacidad. Concepción(SI) es una de las estandartes del feminismo en España y propulsora del sufragio universal

Teatro Total con todo el significado del adjetivo

Asistimos, pues, a una obra de Teatro Total, no solo por la riqueza de lenguajes escénicos si no por esas confluencias de inclusión y cabaret, inclusión y danza, inclusión y canto, inclusión y teatro, inclusión y amor, mucho amor y dedicación propulsado por Laura López, que como ella misma declara pone todo los recursos y dedicación en sus años como actriz y profesional de las artes escénicas para aportar su granito de arena, precisamente, para que algún día la palabra inclusión se caiga del programa de mano y normalicemos que el teatro llegue a todo el mundo sin ningún tipo de barrera.

Titánicas abandera a las mujeres escénicas cordobesas, que piden a gritos,-muchas veces todavía silenciadas-, con toda el alma, profesionalidad y respeto, el lugar que merecen, en nuestra ciudad las mujeres creadoras en este 8-M.

Etiquetas
stats