Las familias del Pablo García Baena se movilizan ante la falta de limpieza por las obras en el colegio
La Asociación de Familias del Alumnado (AFA) del colegio Pablo García Baena de Córdoba han acordado movilizarse y convocar una protesta ante la falta de respuesta del Ayuntamiento de Córdoba para asumir la limpieza extra que consideran necesaria ante las obras que se llevan a cabo en el centro actualmente. Con fregonas, escobas y pancartas, las familias van a protestar este martes a las puertas del colegio para exigir “el servicio de limpieza que necesita la situación extraordinaria que vive nuestro colegio”.
Convocando a alumnado, padres, madres, abuelas y abuelos, además de al Consejo de Distrito Norte, el tejido asociativo, sindicatos y cuantas personas quieran acompañarles, las familias exigen al concejal de Infraestructuras, Miguel Ruiz Madruga, y al alcalde, José María Bellido, que “con carácter de urgencia” implementen la limpieza extra que reclaman. “Les exigimos que dejen de mirar para otro lado y que pongan una solución”.
Denuncian que, en el colegio, una capa de polvo lo recubre todo cada día, porque a la vez que las clases, se realizan las obras para una nueva cubierta, una nueva envolvente del edificio, el recambio de la caldera, la instalación de placas fotovoltaicas y la reforma de los baños. Por eso, en septiembre pidieron una limpieza extra diaria, el Ayuntamiento les prometió entonces que así se haría, pero dos meses y medio después esto no se ha producido y exigen al Consistorio que se haga cargo ya de esa limpieza extra que necesitan los alumnos y el profesorado que cada día acuden a clase.
La AFA contactó a finales de noviembre con Infraestructuras y Sadeco por la situación del centro y distintos responsables acudieron al colegio. “En esta visita pudieron constatar la necesidad del servicio de limpieza extra, pero no consiguen encontrar una solución para implementarla. Hasta el momento sólo nos dan largas: básicamente nos vienen a decir que tenemos que estar agradecidos por el dinero que están invirtiendo en nuestro colegio. Es su obligación el mantenimiento de los colegios y también es su obligación mantenerlos limpios”, señalan.
“Engaño descarado”
Por eso, pese a que queda poco de obra, las familias creen que “no podemos quedarnos impasibles ante este engaño descarado”. Señalan que, al final, los perjudicados son nuestros hijos e hijas“, denuncian. El Ayuntamiento sí les han prometido -y ha confirmado a este periódico- que, tras la conclusión de las obras, habrá un servicio de limpieza extraordinario en el centro. Pero las familias quieren que sus hijos vayan al colegio en condiciones de limpieza adecuadas cada día.
Recuerdan que, durante estos meses, “hemos aceptado convivir con los inconvenientes inevitables de la obra, pero la suciedad continua que se genera en cualquier obra tiene solución. Y la solución es limpiar y limpiar continuamente las veces que sea necesario. Y si no se hace es porque no hay voluntad política”, critican.
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