Las familias del colegio Pablo García Baena exigen ya la limpieza extra prometida por el Ayuntamiento en septiembre
El inicio del curso en el CEIP Pablo García Baena de Córdoba llegó marcado en septiembre por las obras de reforma del centro, que se iniciaron en el mes de julio y aún hoy continúan. Una capa de polvo lo recubre todo cada día, porque a la vez que las clases, se realizan las obras para una nueva cubierta, una nueva envolvente del edificio, el recambio de la caldera, la instalación de placas fotovoltaicas y la reforma de los baños. Por eso, la Asociación de Familias del Alumnado (AFA) de este colegio, reclamó entonces que se incrementara la limpieza del colegio por la suciedad que se genera cada día con la obra. A mediados de ese mismo mes de septiembre, desde el Ayuntamiento se les prometió que la plantilla de limpieza se incrementaría. Pero las familias dan fe de que, más de dos meses después, esto no ha sido así y exigen al Consistorio que se haga cargo ya de esa limpieza extra que necesitan los alumnos y el profesorado que cada día acuden a clase.
Desde la AFA del colegio Pablo García Baena y la Plataforma de AMPAS Cordobesas Niños del Sur recuerdan que fue el 17 de septiembre cuando se manifestaron a las puertas del centro para, entre otras cuestiones, “exigir a la Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento un servicio de limpieza extraordinario acorde con la situación del centro, también extraordinaria”. Ese mismo día, en prensa, el delegado de esa área, Miguel Ruiz Madruga, aseguró sobre la limpieza que la plantilla de Sadeco que trabajará en el centro se había incrementado. A las familias -según ha podido saber este periódico- “días después se nos informó de que este servicio de limpieza extra fue implementado, con lo que entendimos cubierta nuestra máxima exigencia”.
Pero, ahora, a finales de noviembre, han comprobado que esta limpieza extra no se ha llevado a cabo y han vuelto a protestar ante la administración. El pasado martes 26 de noviembre, “en una visita ordinaria al centro, tuvimos ocasión de hablar con las operarias de Sadeco y con el equipo directivo y, fue en este momento, cuando nos hicimos conscientes de que nunca se ha implementado el servicio extraordinario de limpieza que nos aseguraron estaba operativo”.
Enfado “mayúsculo” de las familias
El enfado entre las familias es “mayúsculo”, aseguran y se sienten “engañadas”. Desde ese día, han contactado con Infraestructuras y con Sadeco, que han visitado el centro y comprobado la situación de la limpieza del mismo. “Ni Delegación de Infraestructuras, responsable de la obra, ni Sadeco, que entendemos no tiene responsabilidad ninguna, ofrecen una solución al problema y, a día de hoy, solo contamos con las dos operarias de Sadeco que vienen habitualmente al centro. Y al final los perjudicados son nuestros hijos e hijas”, denuncian. Sí les han prometido que, tras la conclusión de las obras, habrá un servicio de limpieza extraordinario en el centro. Pero las familias quieren que sus hijos vayan al colegio en condiciones de limpieza adecuadas cada día.
Recuerdan que, durante estos meses, “hemos aceptado convivir con los inconvenientes inevitables de la obra, pero la suciedad continua que se genera en cualquier obra tiene solución. Y la solución es limpiar y limpiar continuamente las veces que sea necesario. Y si no se hace es porque no hay voluntad política”, critican.
Por ello, exigen al delegado municipal de Infraestructuras y al propio alcalde, José María Bellido, que, “con carácter de urgencia, implementen el servicio de limpieza que necesita la situación extraordinaria que requiere nuestro colegio. Les exigimos que dejen de mirar para otro lado y que pongan una solución. Nos da lo mismo que se cuente con Sadeco o que se contrate una empresa privada, pero queremos una solución eficaz ya”, concluyen las familias en su hartazgo por la situación, ante la que anuncian nuevas movilizaciones.
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