Un alumno ucraniano y el mural que sus padres pintan para agradecer al colegio su solidaridad

Los artistas ucranianos Mikhail Korobkov y Olga Korobkova llegaron a Córdoba en 2023 con sus dos hijos. Becados en la convocatoria Córdoba Ciudad de las Ideas 2023, lograron llegar a la capital cordobesa huyendo de la guerra en su país por la invasión rusa. Y regalaron a Córdoba un mural en la Ribera, en la fachada del edificio donde, en el siglo XV, estuvo la Casa de la Aduana. Ahora, han vuelto a hacer otro regalo con su arte; esta vez, al colegio donde han acogido y estudia su hijo mayor, Alex, de 10 años, en agradecimiento por la solidaridad mostrada con el pueblo ucraniano.

Desde hace una semana, Olga y Mikhail pasan buena parte del día en las pistas deportivas del CEIP Cronista Rey Díaz, el colegio donde estudia su hijo Alex. Allí, en los muros del edificio, un enorme libro, un tesoro en una isla, un tren, un atlas del mundo o el gran libro de los dinosaurios, han cobrado vida con formas y colores llamativos. “Este es nuestro proyecto social como agradecimiento a este colegio por su solidaridad con Ucrania”, cuentan a Cordópolis.

Inauguración en la fiesta de fin de curso

Recuerda que la Asociación de Ucranianos en Córdoba puso en marcha un proyecto social para apoyar a los orfanatos en Ucrania y que el CEIP Cronista Rey Díaz fue el primer colegio en participar en el proyecto. Por eso, dicen, “estamos muy agradecidos de que no sólo les enseñen a los niños el plan de estudios escolar, sino que también les enseñen a hacer buenas obras”, en referencia a la solidaridad con el pueblo ucraniano y los niños que allí viven en mitad de una guerra. “Si el mundo entero criara niños así, nunca habría guerras”, reflexionan.

Mientras Mikhail sigue afanado con los botes de pintura en spray de distintos colores, dando los últimos toques a los dibujos del mural que terminará para que se inaugure oficialmente en la fiesta de fin de curso este viernes 21 de junio, los artistas ucranianos dedican este trabajo altruista a los niños, a los compañeros de su hijo Alex que verán cada día en el patio estos dibujos.

“Este mural es principalmente para los niños, como recordatorio de que leer es genial. Cuando los niños leen, desarrollan su imaginación y esto es muy importante”, dicen. Además, aspiran a “inspirar a otras escuelas y organizaciones” para realizar “buenas obras”, en solidaridad con quienes lo necesitan.

Alex y sus compañeros de curso

Un grupo de escolares baja al patio a ver cómo va el mural que toma forma y color. Son de 4º de Primaria y tienen 10 años. Ahí está Alex, que ve a sus padres pintando los muros del patio para él y sus compañeros. Y, junto a ellos, la directora y varios profesores del colegio, muestra de la implicación del centro en apoyar al pueblo ucraniano y, como muestra más cercana, a su alumno y su familia.

Porque los niños, están en el centro del objetivo de este mural artístico. Los escolares de este colegio de Córdoba, pero también los niños de Ucrania, que “cada día tienen que dar clase bajo tierra”, para ponerse a salvo de las bombas en búnkeres, cuenta Olga. Y, en el pensamiento, otros niños, los que esta guerra ha dejado sin vida: “Dedicaremos uno de estos muros a los niños que murieron en la guerra de Ucrania”.

Vivir en Córdoba “por mucho tiempo”

Ese sentimiento se mezcla con el de agradecimiento hacia lo que han recibido del colegio de su hijo. “Para mi familia, todo nos ha llegado al corazón”, acierta a decir, emocionada, Olga. “Esta es una escuela preciosa, con muchos proyectos”. Y la pareja asegura que quieren quedarse con sus hijos -Alex y su hermano de dos años-, “por mucho tiempo”. “Córdoba es una ciudad maravillosa para la vida y la creatividad”.

Recuerda cómo sus familias siguen en Ucrania -“mi hermano tiene que ir a la guerra la próxima semana”, dice Olga-, y cómo la situación que viven allí es penosa. “Por eso estamos aquí. Por eso y por ellos, por nuestros hijos”.