El obispo: “El mundo cofrade no es para los deseosos de protagonismo”
Demetrio Fernández reivindica el papel de los sacerdotes dentro de las hermandades
“El mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo, que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida. Cuando esto es así, la cofradía es un problema continuo. En el mundo cofrade, como en toda la vida cristiana, vale quien sirve, y no vale quien quiere servirse de la cofradía para sus intereses”. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba reflexiona con estas palabras, en su carta semanal a los fieles sobre la celebración el sábado del Via Crucis Magno, que reunirá a 18 pasos de Semana Santa en las calles de la ciudad.
Y tras advertir que “la piedad popular, como todo, tiene sus riesgos”, reconoce que también “tiene sus grandes valores”. “La piedad popular, y más en Andalucía, tiene su propio mundo, es como un universo en el que se mezclan el aspecto sensible, sentimientos profundos, costumbres y formas, imágenes y ritos, solemnidad y cercanía”, escribe el obispo. Pero advierte, no obstante, que el mundo cofrade “nunca debe perder el norte de que ha nacido en la fe y debe vivirse en clima de fe. Cuando se queda en lo superficial o se reduce a mero acontecimiento cultural, corre el riesgo de desaparecer”.
Fernández reivindica el papel de los sacerdotes en la vida de las hermandades. “El mundo cofrade es gestionado por seglares, y por cierto muy capaces, pero necesita del sacerdote para garantizar la formación y la comunión eclesial, e insertarse en la vida ordinaria de la parroquia”. El obispo reclama que el mundo cofrade, “como la misma vida, necesita renovación continua”. Y esa renovación, señala, “le viene de dentro, es decir, del fervor con que se vive la fe y la pertenencia a la cofradía y la decisión de arrimar el hombro cuando haga falta (nunca mejor dicho)”.
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