Un fatídico último cuarto de hora condena al Cajasol Ángel Ximénez a otra derrota
El Cajasol Ángel Ximénez vivió este sábado uno de esos partidos que duelen el doble, no solo por el resultado final (25-30), sino por la forma en la que se escapó entre los dedos. El conjunto de Paco Bustos, que necesitaba como el comer una alegría para romper su mala dinámica y alcanzar esa mágica cifra de 14 puntos, tuvo el triunfo en el bolsillo durante 45 minutos, mostrando una versión sólida y competitiva. Sin embargo, un inexplicable apagón ofensivo en el último tramo del encuentro transformó una tarde prometedora en una pesadilla. El equipo pasó de mandar con solvencia a diluirse por completo ante un cuadro pucelano que, con oficio y la actuación estelar de su portería, pescó en río revuelto para llevarse los puntos del Alcalde Miguel Salas.
El arranque del choque no hacía presagiar el desenlace final. El Ximénez saltó a la pista muy metido, espoleado por la necesidad y el calor de su grada. Con una defensa intensa y un Elcio Carvalho entonado bajo palos, los locales firmaron una puesta en escena inmejorable con un parcial de 3-0 de salida. Dani Serrano y Mario Dorado percutían la red visitante y el equipo transmitía buenas sensaciones (5-2, 11-8). No obstante, el Valladolid es un equipo que nunca se descompone. Los de David Pisonero fueron masticando el partido poco a poco hasta lograr igualar la contienda justo antes del descanso (14-14), gracias a un gol de rosca de Tao Gey sobre la bocina que dejaba todo por decidir.
Tras el paso por vestuarios, el guion pareció inclinarse de nuevo hacia el bando pontanés. El Ángel Ximénez recuperó el mando y, con un Paco Bernabéu muy activo en la finalización, logró abrir brecha nuevamente. El marcador reflejaba un esperanzador 22-19 en el minuto 43, momento en el que la grada ya comenzaba a saborear la victoria, aunque en el balonmano todo puede ocurrir, y más con una ventaja de apenas 3 tantos. Pese a ello, el equipo de Paco Bustos funcionaba, corría y encontraba huecos. Todo parecía viento en popa hasta que, de repente, se bajó el telón.
Fue entonces cuando llegó el cuarto de hora fatídico. El ataque del Cajasol Ángel Ximénez entró en un cortocircuito total, chocando una y otra vez contra el muro defensivo pucelano y, sobre todo, contra un Juan Manuel Bar que se hizo gigante en la portería visitante. Las pérdidas de balón se sucedieron y el Atlético Valladolid, liderado en ataque por un letal Mahmoud Abdelazize (7 goles), no tuvo piedad. El parcial fue demoledor: 3-11 desde el minuto 45 hasta el final. Los visitantes voltearon el marcador con una facilidad pasmosa ante la incredulidad local, pasando del -3 al definitivo 25-30.
Finalmente, el pitido arbitral confirmó la cuarta derrota en los últimos cinco partidos para un Cajasol Ángel Ximénez que se marchó cabizbajo. El equipo compite, tiene tramos de buen juego y pólvora arriba, pero la fragilidad mental y defensiva en los momentos de la verdad le está costando demasiado cara. Toca resetear y buscar soluciones urgentes, porque la Liga Nexus Energía Asobal no espera y los “apagones” como el de este sábado se pagan con puntos.
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