Los pueblos se vacían de cordobeses: la llegada de extranjeros tira del cambio demográfico en Córdoba
Córdoba mantuvo en 2024 su dependencia de la inmigración extranjera para sostener su población, pero lo hizo con menor fuerza que el año anterior. Así lo reflejan los datos oficiales de 2023 y 2024, publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que dibujan una tendencia clara: la provincia solo gana habitantes gracias a quienes llegan desde otros países, mientras continúa perdiendo población en sus intercambios con el resto de España.
En 2024, Córdoba registró un saldo migratorio total de +1.718 personas, un balance positivo aunque inferior al marcado un año antes (los +1.843 de 2023). La explicación está en la ligera caída del motor principal del crecimiento provincial: la llegada de extranjeros. El saldo exterior pasó de +3.092 en 2023 a +3.030 en 2024, una leve reducción que, sin embargo, no altera el patrón de fondo: sigue siendo la única vía por la que Córdoba incorpora habitantes.
El dato contrasta con el comportamiento del saldo interior, que empeora. Si en 2023 Córdoba perdía 1.249 residentes por sus movimientos con el resto del país, en 2024 esa cifra desciende aún más hasta los 1.312 habitantes. En otras palabras: cada vez llegan menos personas desde otras provincias y se marchan más.
El análisis confirma la dualidad demográfica. En ambos años la provincia pierde población española y gana población extranjera, pero en 2024 el contraste se acentúa. En 2023, la población española registró un saldo total de –1.019 habitantes, mientras que en 2024 la pérdida fue incluso superior: –1.037. En cambio, entre la población extranjera el saldo fue positivo en ambos ejercicios: +2.862 en 2023 y +2.755 en 2024.
Esta ligera reducción del saldo extranjero en 2024 explica por qué el crecimiento provincial ha sido menor pese a que el patrón migratorio continúa siendo similar: Córdoba se sigue vaciando por dentro pero compensando esa pérdida con la llegada de población foránea.
En términos de género, tanto hombres como mujeres muestran el mismo comportamiento en ambos años: saldos interiores negativos y exteriores positivos. Pero destaca que en los dos ejercicios las mujeres aportan más crecimiento al saldo total que los hombres: En 2023 sumaron +1.209, frente a los +634 hombres, mientras que, en 2024, +1.057, frente a +661.
En cuanto a las nacionalidades de los recién llegados, la mayoría procedieron de América (2.550 personas) y África (1.247), con Colombia como principal país de origen (893 migrantes), seguido de Venezuela (637), Marruecos (624) y Rumanía (375). El informe también recoge llegadas puntuales desde países menos habituales de los países nórdicos, como Finlandia (3), Lituania (4) y Noruega (5).
Dónde llegan los extranjeros: radiografía municipal 2024
El comportamiento demográfico de la provincia no puede entenderse sin descender al detalle municipal. En 2024, hubo un total de 6.530 personas llegadas a Córdoba desde el extranjero, con una distribución territorial que deja una provincia partida en dos. Los municipios que más inmigrantes reciben son:
- Córdoba capital – 2.659
- Puente Genil – 477
- Montilla – 222
- Cabra – 217
- Priego de Córdoba – 144
- Pozoblanco – 140
- Lucena – 125
- Palma del Río – 120
Estas localidades concentran la mayor actividad económica, industrial o de servicios, lo que explica su capacidad de atracción. Solo la capital acapara cerca del 40% de todas las llegadas, confirmando su función como polo demográfico indiscutible.
La llegada se nota menos en municipios intermedios con flujo moderado, pero estable. Son poblaciones como Montalbán (31), Villa del Río (30), Almedinilla (29), Villafranca (23) o Villanueva de Córdoba (38), que muestran una llegada significativa en relación con su tamaño.
En el lado opuesto, numerosas localidades rurales siguen registrando cifras muy bajas o incluso testimoniales. Se trata principalmente de municipios en retroceso demográfico histórico, con oportunidades laborales limitadas y un envejecimiento acusado. Son pueblos como:
- Conquista – 0
- Villaralto – 2
- Adamuz – 7
- Villaviciosa – 12
- Luque – 12
- Doña Mencía – 13
- Hornachuelos – 14
Comparativa 2023–2024: cambia la intensidad, no el modelo
El conjunto de los datos permite afirmar que el modelo migratorio cordobés no cambia de un año para otro, pero sí su intensidad. Así, mientras el crecimiento total baja ligeramente y la inmigración exterior pierde algo de fuerza, aunque sigue siendo decisiva, el saldo interior empeora, aumentando la fuga hacia otras provincias. Es decir, la pérdida de población cordobesa (o nacida en Córdoba) continúa siendo estructural y son los extranjeros los que sostienen prácticamente en solitario el avance demográfico.
En términos municipales, el mapa de atracción migratoria también se estanca: los municipios grandes y cabeceras comarcales siguen captando la mayoría de inmigrantes, mientras que las áreas rurales más pequeñas no logran revertir su declive. Globalmente, la provincia de Córdoba, con una tasa de nacimientos que sigue en caída libre, se ha convertido en un territorio demográficamente dependiente de la llegada de población extranjera.
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