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La burocracia mató a la estrella de la política

La alcaldesa trabaja en el interior del grupo municipal del PSOE | MADERO CUBERO

Alfonso Alba

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Quizás no hay una forma más gráfica de definir lo que sucede en el seno del gobierno del Ayuntamiento de Córdoba que lo que ha pasado esta semana con la anunciada dimisión y luego retirada de Emilio Aumente como concejal de Seguridad. Aumente, superado, vio una protesta de bomberos en los que le pedían la dimisión y lo acusaban de mentiroso, y no se lo pensó en cuanto vio un micrófono. “Lo van a conseguir. Al final me voy a ir”, llegó a decir el miércoles.

El jueves, tras una reunión con la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y el concejal de Recursos Humanos, David Luque, Aumente dio un paso atrás. La alcaldesa se comprometió a incorporar en junio en comisión de servicio a cuatro bomberos más y Luque a acelerar todo lo posible la convocatoria de oposiciones. Pero los números no salen y Aumente sabe que el año que queda de mandato será, con diferencia, el peor de la historia reciente de la delegación que gestiona: Seguridad.

Desde el principio del mandato, el cogobierno se ha quejado, más en privado aunque también en público, de que no puede hacer política como quisiera por culpa de la burocracia. La propia alcaldesa verbalizó el jueves que si no se convocan más plazas de bomberos y policías es por la normativa estatal, que el PP cambió. Y que se hace todo lo posible por acelerar los procesos.

La mayoría absoluta del PP cambió la ley de contratación pública y de personal. Los ayuntamientos endeudados no podían contratar a más de un número de agentes o bomberos para no incurrir en déficit. Córdoba no se escapó a este problema, pero llegó tarde a la hora de iniciar el proceso de unas oposiciones que no se convocarán al menos hasta dentro de unos meses y que no servirán para aliviar en este mandato los problemas de este área, aunque no sean los únicos departamentos en aprietos aunque sí el más sensible.

Desde el verano pasado, el Ayuntamiento sabe que va a perder un cuarto de la plantilla de policías locales y bomberos. Es más, con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado los policías locales ya pueden jubilarse a los 59 años. Si hay una salida masiva de agentes con esta edad (en Córdoba hay muchos, que fueron contratados también en masa tras las primeras elecciones democráticas), elaborar turnos para el próximo mayo festivo va a ser aún más complicado que en este.

Aumente siempre lamentó que en su área, Seguridad, pudiese hacer poca política, más allá de la gestión diaria. Diferente es su responsabilidad en Presidencia. Pero la burocracia, y la falta de personal, afecta a otra área fundamental para lo que queda de mandato: Gestión.

En este departamento se apilan los expedientes de contratación, fundamentales para que la iniciativa política se traduzca en algo material. No hay funcionarios suficientes para resolver tanta licitación, con una normativa que encima se ha hecho más compleja, larga y tediosa. Y en ese área empiezan a ver con nostalgia lo que ocurrió entre los años 2009 y 2010.

Entonces, los planes anticrisis de Zapatero a los que se sumaron los famosos Proteja de la Junta liberaron una enorme cantidad de dinero público transferido directamente a los ayuntamientos para que hiciesen obras, contratasen a muchas constructoras y se aliviase el paro que sufría el sector del ladrillo. Córdoba creó en la planta baja de Capitulares una oficina de contratación con más de 50 personas que en un tiempo récord resolvió más de 200 contratos de obras.

Ahora, el Ayuntamiento, tras años de crisis salvaje, tiene dinero suficiente para emprender obras de nuevo. Según el presupuesto, más de 20 millones de euros esperan ser gastados. Son algo menos que los famosos fondos de Zapatero, pero suficientes como para darle un gran lavado de cara a la ciudad en cuanto a infraestructuras se refiere. En Gestión se teme como una vara verde la llegada de toneladas de proyectos que, lamentan, será difícil sacar adelante en un tiempo récord como ocurrió hace una década. La burocracia, una vez más, mató a la estrella de la política.

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