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El señor de negro

Luis Medina

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Hace unos días, un señor de los llamados de negro, tras varias jornadas incluidas en un suculento sueldo del Fondo Monetario Internacional, y cobrando sus correspondientes dietas, a las que no dudo que tenga derecho, emitió un infome delante de los medios de comunicación para el que no hubiese sido necesario ni tanto viaje, ni tantos días de trabajo. Yo lo podría haber hecho casi de carrerilla y directamente en castellano: “Para consolidar crecimiento y ahuyentar riesgos, hay que reducir salarios, subir impuestos indirectos, bajar cotizaciones a empresas, subir los tipos reducidos de IVA que aún quedan...” Les traduzco, para que no se diga “que hay que mejorar la comunicación para explicar las medidas”. Se trata de favorecer los balances de las empresas a costa de las personas. Anteponer los resultados financieros a la calidad de vida de la clase media. Hacernos pensar que no hay más alternativa para competir con China que vivir como ellos. Llegar al suicida corolario de que vivir es secundario al sistema con que pretendidamente organizamos nuestras vidas.

¿Les suena? ¿Cuántos másteres son necesarios para aprenderse este sádico estribillo? ¿Qué cualificación se requiere para concluir tamaño informe y cobrar lo que él cobra? ¿Qué entenderá este hombre, y los que le dictan las pautas, por “salario”? ¿Recuerdan que es un término referido a lo que la gente ingresa para vivir? ¿Le parece demasiado alto el sueldo medio en España? ¿O acaso quiere acabar con los pocos que siguen cobrando un escueto sueldo digno? ¿Tanto les molesta, sobre todo pensando en que luego hablan de estimular el consumo? ¿Estaría él dispuesto a vivir con 600, o tiremos la casa por la ventana, 800 euros al mes? ¿Cuánto cree que vale un alquiler o una mensualidad hipotecaria en España? ¿Y la luz? ¿Por qué siempre que se compara nuestro IVA con el de Europa, o los aspectos que hay que igualar (es decir, empeorar nuestras condiciones) con el resto del continente, no se incluyen en dicha comparación nuestros sueldos? ¿Por qué si digo lo que pienso sobre este hombre y sus superiores en Twitter se me puede aplicar el código penal, y no cae sobre él un tribunal penal internacional por terrorismo? ¿O es todo un chiste macabro? No, nadie tiene un humor tan nefasto. Ni siquiera Del Nido cuando alegó para su indulto.

La rueda de prensa caníbal que ofreció fue no muchas horas después de los resultados de las elecciones europeas. El sistema quiere más madera. Los grandes partidos dicen haber recibido el mensaje, pero creo haberles escuchado eso antes. Lo han oído tan claro que ya tienen todos un enemigo común: Pablo Iglesias. Todos los que no los votan son antisistema, o populistas, o fascistas, o radicales, o ultraderechistas, o ultraizquierdistas, o proetarras, o proiraníes, o bolivarianos, o mourinhistas, o aliens, o mataron a Manolete.

Ninguno de los dos arremetió contra el FMI. Las próximas elecciones serán un descuento de cinco minutos.

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