Pequeño gran Hombre
De nuevo la vida pone a nuestra disposición historias de las que merecen la pena hacerse eco porque suponen de inspiración al resto. Esta es una gran historia que tiene que ver con un hombre “pequeño”. Pequeño en dimensiones antropométricas, aunque gigante en valentía, determinación y superación.
Facundo Campazzo, cordobés, internacional argentino, debutará en unas semanas en la mejor liga del mundo (la NBA) con apenas 1,80 m, procedente del Real Madrid. Lo hará en los Denver Nuggets una franquicia con aspiraciones donde muchos se pueden estar preguntando, qué demonios han visto en este base para incorporarlo a su plantilla. Pues desde un punto de vista deportivo es más que evidente. Fichan a un jugador intenso en defensa, que hace jugar al equipo, que establece en todo momento el ritmo que necesita el equipo, gran pasador, buen tirador, revolucionador de partidos… y así una lista muy extensa de cualidades y talento…
Pero yo quiero centrarme en la parte quizás menos visible para el espectador/aficionado, no explícita ni observable en una cancha de baloncesto, y que la centraré en 4 ideas que harán tomar conciencia del tipo de ser humano que estamos considerando:
- Capacidad de superar obstáculos (a priori insalvables). Cuando Campazzo consigue dar el salto a Europa fichado por un club Top como es el Real Madrid, tiene una lesión importante y no entra en los planes del entrenador. Es cedido a otro club ante la incertidumbre de la situación, y lejos de venirse abajo, es capaz de transformar la situación, destacando de forma brillante en este nuevo equipo para ser recuperado 2 años después por el Real Madrid y convertirse en pieza fundamental que le ha permitido dar el salto a la liga americana. Como anécdota decir que será el jugador no estadounidense más bajo de la historia de la NBA,¡eso sí que es una barrera!.
- Buscar referentes. Si en algo se caracterizan los jugadores argentinos de baloncesto es por la “piña” que conforman cuando afrontan una competición, defendiendo los colores de su país. De hecho en el pasado Campeonato del Mundo, llegaron a la final que perdieron con España, pero nadie apostaba por ellos (ni siquiera que llegaran a fase final del Torneo). Jugadores como Scola, Ginobili, Nocioni, han servido de guía y espejo al Facu, tanto en su periplo con la selección argentina como en sus respectivas carreras profesionales. Ellos ya han estado donde Campazzo quiere estar, y de estos consejos han salido cambios en la forma de jugar, de pensar, de alimentarse, de prepararse, de entrenar…
- El poder de la molestia. En un deporte de altos como el baloncesto, con 1,80 metros, debes de poseer desparpajo, hacer cosas que otros no hacen, para llegar a las cotas de rendimiento que Facu ha tenido. Se trata de trasmitir a todo tu entorno, que siempre estarás al 100%. A los rivales para que no se relajen y bajen la guardia; a sus compañeros para exigirles lo máximo en los entrenamientos (en sana competencia) y a la vez ser fuente de generación de confianza en los partidos. Cuenta uno de sus entrenadores que en los partidos se sentaba en el banquillo al lado de él y empezaba a moverse inquieto, a hablarle, a levantarse… simplemente para que éste “no se olvidara de él”. Tanto, que tenía dirigirse a él y pedirle que se calmara con una “Facu, ya sé que estás aquí; cálmate, que en un rato sales”.
- Generosidad. Cuando uno ya llega a unos niveles de rendimiento y popularidad elevados, puede tender a alimentar su ego más de lo recomendable, ser individualista preocupándose solo por su bienestar.personal. Al día siguiente de confirmarse su fichaje por los Denver Nuggets, su compañero Dino Radoncic, compartió una conversación privada por Whatsapp con el Facu, en la que se proyecta la calidad humana del argentino:
“Quería hablar contigo hace tiempo. Tienes que relajarte y empezar a disfrutar. Trabajas de lo que te gusta, tienes un don. Disfrútalo. Por tu familia. Todo el mundo tiene malos momentos y no por eso vas a tirar la toalla. Es parte de nuestro trabajo, pero ya está.
Ponete a trabajar y busca tu mejor versión, hijo de puta. Y buscar tu mejor versión significa pasarla mal por momentos. Dale tarado“.
Como exjugador profesional de baloncesto, puedo afirmar que Facu Campazzo es un regalo para cualquier equipo y vestuario. Le auguro un buen futuro en la NBA, porque jugadores como él generan unos estados emocionales tan positivos, que se convertirá en referente. Le viene un reto importante al Facu, así que ya sabes: ¡Dale Tarado!. BE TIM.
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