Ain´t no mountain high enough
Nunca le estaré lo suficientemente agradecido a mi estimado Pepe Huertas (Mountain Sensei), la iniciación en el mundo del hiking. Desde hace algo más de un año salgo de forma regular a recorrer la asombrosa sierra de Córdoba, ahora también ampliada a la provincia y otras ciudades andaluzas.
Como exdeportista profesional huyo a mis 48 años de las prácticas deportivas “extremas”, tales como el baloncesto, padel, running, pesas, bicicleta montaña/carretera,… ¡bastante machacado tengo ya el cuerpo!. Ahora busco el “flow” en el deporte, a través del senderismo, un poco de spinning, iniciándome en el yoga y en el mindfullness. Recomiendo el senderismo, porque al menos en mi caso, me aclara la mente, potencia mi creatividad y enfoque, y me llena de energía a pesar de la paliza física.
El pasado domingo 3 de enero un grupo de 6 valientes nos propusimos coronar la cima de la Maroma, vértice geodésico de la provincia de Málaga. Teníamos ya cierta experiencia en este tipo de retos ya que en meses anteriores, conquistamos el pico del Veleta en Granada y la Tiñosa en Priego de Córdoba (techo de la provincia).
Tras un buen madrugón y dos horas de viaje, a las 8:15 comenzamos la ruta. Varios son los aprendizajes que extraigo de esta aventura, relacionados con la comunicación, el liderazgo y el trabajo en equipo, y que quiero compartir por si esta metáfora de vida, puede ayudarte en tu esfera profesional y personal. Y éstos han sido:
- La ruta no comienza el día de la salida. En realidad empieza al menos 1 semana antes. No son las 7-8 horas que andarás ese día, antes necesita prepararte físicamente para una ruta exigente como ésta, tener el equipamiento adecuado, estudiar bien el track para no malgastar energía innecesaria, organizar la logística de desplazamiento y post-ruta.
- Con un líder, mucho mejor. Contar con una figura experimentada, responsable, cohesionadora, es una garantía, y eleva la probabilidad de consecución del logro marcado. El líder ha de conocer perfectamente a sus integrantes, de lo que son capaces de llevar a cabo y mirar por el bien colectivo. Se lidera para todos no para unos pocos, aunque sean los más receptivos. Nosotros contábamos con nuestro particular Mountain Sensei.
- La comunicación cobra especial relevancia en los momentos de dificultad. La ruta transcurría dentro de la normalidad y de pronto las condiciones cambiaron drásticamente. La fuerza del viento se convirtió en un escollo que provocó la división física del grupo (3 y 3). Esta barrera no fue bien gestionada adecuadamente y pudo pasarnos factura. Invierte en tener una mejor comunicación, si tienes un gran apuro has de comunicarte mejor que nunca. El esfuerzo merecerá la pena.
- Cuanto mayor es el problema más grande debe ser la unión. En este momento de parón por falta de entendimiento y motivado por un estado físico de frío extremo, decidí seguir hacia adelante de manera individual. Una vez arrancada esta “historia en solitario”, al poco tiempo miré hacia atrás y observé una imagen ilusionante. Todo el equipo junto, haciendo piña, avanzando lento pero seguro, prácticamente como un mecanismo perfectamente coordinado.
- La Generosidad es el alma del equipo. Las condiciones climáticas provocaron que tres de los integrantes del grupo se dieran la vuelta. Actuaron con una gran generosidad, ya que si de forma egoísta hubieran pensado en ellos mismos, en lograr coronar la cima a toda costa, podrían haber creado problemas más adelante al resto del equipo. Pensaron y actuaron en función de lo que era mejor para ellos y para todos.
- Un simple gesto puede cambiarlo todo. Cuando los tres que seguimos adelante, nos reagrupamos de nuevo (las condiciones climáticas así lo permitieron), comentamos lo sucedido. “Cuando se dieron la vuelta, te miré a ti tirando adelante y decidí seguirte, hacer lo mismo”, comentó Rodo. “Tendría que haber bajado con el resto, pero como yo tenía el track (hoja de ruta) no os podía dejar tirados”, hablaba Pepe. Un cambio no deja de ser una concatenación de acciones-respuestas que se retroalimentan entre sí. Un paso no te hace alcanzar tu objetivo, pero te saca de donde estás, y en este caso, tuvimos final feliz.
- El triunfo colectivo es el triunfo completo. El momento de llegar a la cima fue muy emotivo y motivador, pero no fue completo. Los que llegamos tuvimos muy presentes los compañeros que no pudieron llegar, porque no pudimos compartir con ellos “la proeza”, y la situación mágica que vivimos. Con ellos allí, la alegría se habría multiplicado.
- Poner la guinda al pastel. El coronar la Maroma era el objetivo, pero estábamos a la mitad del reto. Ahora tocaba bajar, reencontrarnos con los compañeros y celebrarlo. Y bajar no fue tarea fácil, incluso desde un punto de vista físico fue más duro. En la vida, no se trata sólo de hacer las cosas, sino de hacerlas bien, de forma completa y sentirse satisfecho con la totalidad del proyecto, no sólo con una parte.
- La importancia de la celebración. Y llegamos. Machacados corporalmente pero pletóricos y emocionados mentalmente. Nuestros compañeros nos esperaban en un restaurante para una celebración gastronómica directamente proporcional al objetivo conseguido. Risas, anécdotas, piques, emociones, aprendizajes...en resumen, conexión total entre todos los integrantes, en la que todos éramos conscientes que habíamos vivido un momento que recordaremos siempre.
- ¿Cuál es el siguiente?. De la consecución de un objetivo, se desprenden dos derivadas: una, en quién te transformas queriendo conseguirlo; dos, cuál será el siguiente objetivo. En nuestro caso estaba claro, volver a subir la Maroma y que todos lo logremos, y por supuesto, siguiente pico andaluz a escalar (llevamos 2 de 8, porque no nos convalidan el Veleta por el Mulhacen).
El 2021 se va a convertir en un pico de una dificultad extrema. Ojalá este decálogo de aprendizajes, puede ayudarte en tomar perspectiva de los problemas que vengan, y alguna idea para poder superarlos. BE TIM. https://www.linkedin.com/company/tim-coaching
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