Empezamos, Evolucionamos, Entusiasmamos: E3
Probablemente estés leyendo esta entrada del blog, y si eres de la generación X (entre los que me encuentro, cuarentones vamos), la recuperación después de una fiesta se hace más larga, ya no recuperas como antes. Aunque he de confesar que un servidor se metió una rutita de senderismo de 14 km por la privilegiada sierra de Córdoba el día 1 de enero del presente, (cuando los millenials se recogían y/o se acababan de acostar).
Y posiblemente hayas dado una vuelta en el día de ayer a tus redes sociales, revisando esos ilusionantes y motivadores mensajes tan propios de esta época del año. ¡qué penan que se esfumen justo el día después de Reyes!, ¿verdad? cual carroza, traje de cenicienta…. Es el día 7 cuando empieza la temible cuesta de enero, donde has de recuperarte físicamente, estomacalmente, emocionalmente y especialmente monetariamente a las fiestas navideñas. Metafóricamente es como si estuvieras siendo absorbido por un agujero negro, o por las temibles arenas movedizas de las películas del oeste, donde el margen de maniobra se reduce drásticamente.
En este momento piensas, “qué bien me vendría una guía para gestionar mejor esta situación”. Deseo cumplido de año nuevo, mi humilde contribución a esta imaginaria petición:
1.- Márcate un objetivo/reto/proyecto, qué en tu cabeza y en tu corazón se perciba que rompes con la inercia del año que dejas atrás.
2.- ¡Reconócete de una vez!, y eso significa tener claro quién eres, cuáles son tus talentos, cuáles son los aspectos a mejorar, cuál es tu propósito en la vida, cuáles son tus valores, con quién quieres compartir tu vida…
3.- Trátate bien, gran parte de lo que eres es fruto de tus vivencias, experiencias, éxitosas y calamitosas… ¡No seas tan duro contigo mismo! Acepta que no eres perfecto pero que tu compromiso por evolucionar es incuestionable. Agradece. Activa tu detector de agradecimiento con una sensibilidad extrema, y relaciona aquello por lo que eres un “privilegiado/a” en la vida. Estoy hablando desde abrir el grifo de la ducha y que salga agua caliente, a poder andar, tener un trabajo, la amistad de tus amigos o el haber formado una familia.
4.- Trabaja como una bestia por conseguir lo que quieres, como si el 2020 fuera el último de tu vida. Allen Iverson, histórico base de los Sixers de Philadelphia, llamaba a esto la teoría del último: “salgo a jugar cada partido pensando que ya no habrá más”. Y trabájalo con ilusión, entusiasmo, aunque sea duro, es precisamente en estos viajes donde uno se refuerza como persona, y como referente para otros.
Y es aquí en este punto, donde tratando de ser coherente con la propuesta que acabo de hacer, aparece E3. Es una pista sobre mi nuevo proyecto profesional, que verá la luz a principios de este año. Nuevos compañeros de viaje increíbles, a los que se suman los actuales, intocables para mi. Pienso seguir todos y cada uno de los 4 pasos anteriores, porque a ciencia cierta sé que me hará muy feliz y ayudaré a darle todavía más sentido al camino que inicié hace más de 12 años. Permanezcan atentos. BE TIM.
0