Mayte Martín, talento y sensibilidad musical
A manera de “un diario amoroso” presentó ayer Mayte Martín en el Teatro Góngora su Tempo Rubato, composiciones que ante tanta banalidad musical que acechan y se imponen resultaron idílicas, necesario oxigeno para el sentir, alcanzando una seductora y sutil belleza artística. Canciones y música que no dejaron indiferentes a nadie, tanto por la sinceridad de los textos cantados como por la impecable conjunción musical, con arreglos de Joan Albert Amargós.
Mayte Martín ha tenido siempre muy clara su actitud artística, eludiendo cualquier etiqueta que anula posibilidades. Cuando manifestó hace años “el flamenco es mi origen, no mi yugo” no dejaba lugar a dudas a cerca de sus pretensiones como cantaora, cantante, música pero ante todo artista sin titubeos y menos aún complejos. Sus trabajos discográficos son muestra de la libertad artística de la que hace gala, baste sólo recordar Free boleros con Tete Montoliu en 1996, De fuego y de agua en 2008 con las hermanas Katia y Marielle Labèque o El cantar a Manuel sobre poemas de Manuel Alcántara, en 2009. La actual propuesta artística de Mayte Martín Tempo Rubato es una irrefutable prueba de su talento y sensibilidad musical.
“Este amor que ya nació fracasado…” y Mayte Martín en el Festival de la Guitarra acompañándose ella misma a la guitarra y flanqueada por un quinteto de cuerda, guitarra y percusión. Sonetos de amor de Rafael de León para ir trazando el sugerente camino de composiciones que surgen en la intimidad de la artista y que ha querido compartir; lo dijo en el escenario: Voy a hacer un estriptís con mi corazón. Acaríciame por dentro y Mayte Martín desglosando sentimientos y vivencias que marcan el devenir vital de la persona.
La mujer del pirata, el tango de Carlos Gardel Sus ojos se cerraron, La gacela del amor imprevisto de García Lorca… el concierto de Mayte Martín ya en su ecuador y el público embelesado ante la emotividad y sensibilidad de las canciones y música escuchada. Música de mi locura anunciada como una bulería encubierta dio paso a Me siento sin piel, la artista desgranando amores y desamores, sin velos, con sinceridad palpitante, sentimientos a flor de piel a veces descarnados. No me maltrates la vida y Antes de ti. Mayte Martín con Tempo Rubato asume una particular catarsis y la hace pública, desde el íntimo universo de pasiones, desengaños e ilusiones, amores y desamores siempre como intempestivo oleaje de emociones y sentimientos.
Los siete músicos que acompañaron a la artista en el escenario del Teatro Góngora dotaron a las distintas piezas interpretadas de la pulsión anímica deseada. Dos violinistas, Dani Cubero y María Sanz, junto a la viola de Bernat Bofarrull, el violoncelo de Amat Santacana y el contrabajo de Ximo Clemente completaron el quinteto de cuerda, más el guitarrista Pau Figuere y el percusionista Arnau Figuere.
Una clamorosa ovación al final del Tempo Rubato y la artista junto a sus músicos disfrutando del momento. El público espero el deseado bis que no tardó en llegar y Mayte Martín volvió a encandilar rememorando su popular S.O.S que grabó en su primer disco en solitario Muy frágil, en 1994. Ven a borrarme los fracasos de mi mente / ven a llenarme de caricias diferentes, / ven a sacarme de este pozo de amargura, / donde me encuentro yo.
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