Deporte femenino en Córdoba: éxito real y ascenso virtual
El Geointegral de voley reedita su título de campeón y pretende convertir su logro, al contrario que en las temporadas anteriores, en un salto de categoría
Los campeones de cualquier liga, en cualquier deporte y en cualquier lugar, consiguen el ascenso de categoría. Sobre esa máxima se ha sustentado la ilusión de los deportistas, principalmente la de aquéllos que no perciben ninguna remuneración económica por practicar su actividad y cuya recompensa es casi exclusivamente sentimental. Siempre fue así. Hasta que todo cambió con la crisis, la huída de los patrocinadores privados y las instituciones haciendo la cobra cuando algún club se les acerca para explicarles, simple y llanamente, que las cosas les han salido bien, que todo ha seguido su curso, que los jóvenes trabajaron duro, se comprometieron, ganaron partidos... y fueron campeones. El éxito como problema. En Córdoba ha sucedido muchas veces. Aquí somos pioneros en ese tipo de situaciones, que se han tragado en los últimos quince años a algunos de los equipos más relevantes en distintas modalidades deportivas, tanto masculinas como femeninas.
Podrían hablar de ello algunas de las jugadoras del Geointegral de voleibol femenino, que acaba de proclamarse campeón en Primera Andaluza y que, por consiguiente, tiene derecho a ocupar un sitio en el calendario de la categoría superior la próxima temporada. Pero eso no es tan sencillo. Ya ocurrió hace doce meses, cuando las chicas de la joven entidad deportiva cordobesa firmaron una hazaña idéntica para posteriormente renunciar al ascenso. También antes. Es la tercera vez que conquistan el billete para el campeonato superior, pero después de terminar la fiesta siempre se abonan a la prudencia. No quisieron romper su filosofía ni poner en peligro la viabilidad del club. ¿Y ahora? ¿Se puede ahora? “Esta vez se va a intentar y creo que se podrá materializar. Son ya tres años de trabajo importante, con éxitos del primer equipo pero también, y fundamentalmente, de las bases. El equipo es cien por cien cordobés y creo que es el momento de recoger los frutos”, relataba en los micrófonos de Onda Cero el delegado en Córdoba de la FAVB, Rafael Vargas, un histórico de este deporte en la provincia. Él vivió como protagonista muy directo la edad de oro del voleibol cordobés, con dos equipos -el Adecor y el Cajasur Córdoba- en la Superliga a mediados de la primera década del siglo. Aquello se terminó con una caída estrepitosa después de tocar el cielo. “Será muy difícil volver a una situación como aquella, pero al menos queremos acercanos un poco y devolver a Córdoba un sitio en una categoría nacional en el voleibol”, apunta con una ilusión barnizada de cierta amargura.
El Geointegral de voley es el primer equipo del CV Guadalquivir, un club radicado en la barriada cordobesa del mismo nombre que acredita una trayectoria impecable de trabajo con la cantera. José Antonio González preside un club que pese a la modestia de sus medios funciona con un sello de profesionalidad que resulta conmovedor y estimulante. La estructura del equipo es la encarnación de toda una declaración de intenciones: solidaridad intergeneracional y producto hecho en casa. Jugadoras que han militado en la Superliga como Rocío Gutiérrez, Elena Domínguez o Rocío Reyes comparten vestuario con talentos emergentes como las cadetes Florinda Fernández y María Peña. La veterana en el voley -15 años de carrera- Carolina Luque también aporta lo suyo, al igual que las tres o cuatro juveniles que acuden a cada convocatoria de Daniel Casado, quien ha logrado cohesionar el grupo para darle una competitividad brutal. El Geointegral, con 14 victorias y sólo 2 derrotas, ha ocupado el liderato de principio a fin.
“Hay buenas jugadoras, buenos técnicos, instalaciones y un plan serio de trabajo. Tenemos casi todos los ingredientes para contar con un equipo en una liga de élite con una plantilla construida sobre una base cordobesa”, dice Vargas. En efecto. El “casi”, sin embargo, es la cuestión crucial. A día de hoy, un equipo juega en la competición que se puede pagar. No hay más. El Geointegral sólo quiere no volver a ser la excepción a la regla que sustenta la lógica del deporte: los que demuestran ser los mejores en la pista ascienden de categoría. Así de sencillo. Así de dificil.
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