Profesores del IES Colonial lanzan una carta de apoyo a los maestros procesados tras la muerte de un alumno durante una excursión
Un grupo de profesores del IES Colonial de Fuente Palmera, donde estudiaba el menor que murió ahogado en los Baños de Popea, han redactado una carta de apoyo a los dos maestros que serán juzgados en junio por homicidio imprudente. A través de la plataforma Change.org, los profesores buscan difundir un caso que puede suponer para los procesados cuatro años de prisión.
La muerte del menor Juan David se produjo el 29 de mayo de 2018 cuando él, sus compañeros y los dos profesores se encontraban de excursión en los Baños de Popea. Después de realizar una actividad de espeleología en la Cueva del Fato, el menor y sus compañeros podían comer, jugar y bañarse, siempre “supervisados por ambos profesores”. Sin embargo, el niño y sus amigos se alejaron de la orilla y nadaron hacia una de las cascadas existentes en el lugar, todo ello “con conocimiento de los acusados”, afirma el fiscal.
Según relata el Ministerio Público, Juan David tenía “poca destreza” nadando y los acusados “omitiendo las más elementales normas de cuidado a cuya observancia venían obligados, desatendieron la diligencia debida cuando los menores se bañaban en una zona peligrosa, sin advertirles del riesgo” ya que, asegura el Ministerio Público, “conocían la existencia de la poza”.
No fue hasta las 19:00 cuando los profesores se percataron de que el menor faltaba entre el grupo de alumnos. de inmediato se activó un dispositivo de búsqueda que dio con el cadáver del niño pasadas las 00:00.
En la carta, los profesores firmantes siguen “lamentando la pérdida” del alumno y defienden que todas las actividades extraescolares “que se han desarrollado en el centro siempre han sido organizadas con profesionalidad, adoptando todas las medidas de seguridad oportunas y velando siempre por el aprendizaje y la formación” del alumnado. El profesor acusado llevaba 18 cursos en el centro, siendo además “organizador” de muchas de esas actividades que buscan “enriquecer los contenidos de la materia”. De igual forma, los maestros también han destacado la “profesionalidad” de la otra docente.
Los profesores aseguran sentirse “identificados” con los procesados ya que “cualquiera” podría verse en una situación similar “en el desarrollo de una actividad extraescolar” y piden que, al igual que “no se plantearían pedir responsabilidades penales a los padres” si ocurre un hecho de este tipo en el ámbito familiar, no se haga con estos profesores. “Aunque pongamos toda nuestra atención y celo para que este tipo de actividades se desarrollen de manera segura, siempre existe la posibilidad de que se produzca un desgraciado accidente”.
El juicio comenzará el próximo 1 de junio en el Juzgado de lo Penal número 4 y, además de la pena de prisión, el fiscal pide para ambos profesores cuatro años de inhabilitación para el ejercicio de la docencia.
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