Investigan en Córdoba cómo crear olivos y almendros inmunes a la Xylella fastidiosa
En el marco del proyecto europeo BeXyl, investigadores del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) en Córdoba están liderando esfuerzos para desarrollar estrategias innovadoras que hagan frente a la Xylella fastidiosa, una bacteria de cuarentena considerada prioritaria por su impacto devastador en cultivos como el olivo y el almendro. Este proyecto, que coordina la científica Blanca B. Landa, involucra a 31 instituciones de 14 países y se centra en diseñar herramientas para prevenir y controlar la propagación de este patógeno a nivel global.
El proyecto ha logrado avances cruciales en su segundo año de desarrollo. Se han identificado variedades de olivo y almendro con resistencia potencial a la bacteria, las cuales podrán usarse tanto en nuevas plantaciones como en programas de mejora genética. Además, se están desarrollando tratamientos térmicos a través de equipos especializados que eliminan la infección en plantas de vivero, asegurando su viabilidad sin alteraciones.
Otros avances incluyen el uso de métodos innovadores para la detección temprana y el seguimiento de infecciones, como la PCR digital y la detección olfativa con perros. Asimismo, se están empleando modelos de propagación y sistemas de vigilancia que optimizan la identificación de focos de infección.
Estrategias integradas para el control
Además del trabajo en las plantas hospedadoras, el proyecto está explorando soluciones biológicas y ecológicas para frenar la propagación de la bacteria. Entre estas medidas destacan la identificación de agentes de control biológico para los insectos vectores de la Xylella fastidiosa, y la implementación de técnicas para manejar la cubierta vegetal, reduciendo así las poblaciones de estos vectores.
Por otro lado, se están investigando compuestos biotecnológicos como péptidos antimicrobianos y fagos bacterianos que inhiben la actividad de la bacteria dentro de las plantas.
Con todos estos avances, el proyecto BeXyl está diseñando Programas de Gestión Integrada de Plagas (GIP) específicos para la bacteria, teniendo en cuenta el impacto socioeconómico y ecológico de la enfermedad. Estos programas buscan garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sector agrícola y forestal afectado.
Blanca B. Landa subrayó la importancia de continuar con estos trabajos durante los próximos dos años, incrementando la colaboración interdisciplinaria y divulgando los resultados entre los actores clave. “Nuestra misión es mitigar el impacto de la Xylella fastidiosa desde todas las perspectivas posibles: científica, técnica y económica”, afirmó la investigadora.
La próxima asamblea del proyecto tendrá lugar en Girona en 2025, mientras que el cierre se celebrará en Apulia, Italia, coincidiendo con la Conferencia Internacional de Xylella. En esta ocasión, BeXyl presentará los resultados finales de este ambicioso esfuerzo por proteger cultivos vitales para la economía global y los ecosistemas.
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