“Gracias a esto me levanto cada día”: un grupo de autoayuda para sanar el alma y superar el duelo
Loli tiene 36 años. En septiembre de este año que ahora termina, cuando estaba embarazada de cuatro meses, perdió al bebé que esperaba. Su corazón dejó de latir y perdió a su hijo. Ante ese abismo emocional, surgió un apoyo al que agarrarse: hoy participa en los grupos de autoayuda que la Unidad de Acompañamiento al Duelo del Hospital San Juan de Dios de Córdoba ha puesto en marcha, para que las personas que han tenido una pérdida puedan sanar su alma y aprender a vivir tras esa experiencia traumática.
“Gracias a esto, yo me levanto cada día. Tras cada sesión, me voy renovada”. Es la mejor definición de lo que, poco a poco, Loli y sus compañeras del grupo de autoayuda van consiguiendo. Cuatro mujeres que han perdido a sus bebés en distintos momentos del embarazo han iniciado ese camino para superar el duelo, guiadas por profesionales del hospital.
El centro ha iniciado la experiencia con este grupo de autoayuda, pero también prepara otros grupos para perfiles distintos de personas que han tenido una pérdida, que no siempre tiene que estar vinculada con un fallecimiento: por ejemplo, cómo afrontar el diagnóstico de una enfermedad grave, secuelas de un accidente o familiares a los que se les ha ido un ser querido.
La coordinación de los grupos de autoayuda del Hospital San Juan de Dios está en manos de Sonia López, enfermera y también coordinadora de la Unidad de Acompañamiento al Duelo del centro, y junto a ella trabaja la psicóloga Áurea Gómez, quien también forma parte de dicha Unidad. Ellas dirigen las dinámicas con las que se trabajan en cinco sesiones en las que dan los pasos necesarios para aprender a vivir con esa pérdida.
“Aquí se les escucha, se les comprende y se les respeta”, cuentan sobre la atmósfera que se crea para trabajar en la superación del duelo. En el caso de estas mujeres que han perdido a su bebé -cuentan-, se les atiende ante una situación en las que “se encuentran mal, no se sienten comprendidas, socialmente se les dice que se recuperen rápido y se minimiza su dolor”.
Encuentran escucha y apoyo
“Parece un tema tabú”, corrobora Loli desde su experiencia. Contra eso, en el grupo de autoayuda, encuentran la escucha y el apoyo que necesitan, además del acompañamiento para dar los pasos que les ayuden a hablar de su situación, a exponer sus sentimientos y a superar etapas. En cada una de las cinco sesiones por las que Loli y sus compañeras van pasando, se trabaja una de esas fases del duelo.
En sesiones cada 15 días, primero muestran cuál es su situación y su duelo particular, después pasan a exponer cómo han vivido esa pérdida hasta ahora y llegan, más tarde, a “un paso clave”: despedirse de su bebé, una etapa con la que ayudar a reiniciar sus vidas sin él. Tras ello, en una cuarta sesión trabajan sobre cómo afrontar esa nueva situación y, a partir de ahí, concluyen con la aceptación y la reflexión sobre cómo quieren vivir esta nueva etapa de sus vidas.
“Semana a semana se les ve su evolución, van soltando mochila”, dice gráficamente la coordinadora. “Aquí tienen un espacio donde se sienten comprendidas, sin ser juzgadas”, pudiendo expresar todo lo que en otro entorno a lo mejor no pueden.
“Hay que humanizar el duelo”
Aprenden a identificar sus emociones, las comparten con las compañeras del grupo de autoayuda, ven sus experiencias y encuentran en ello un apoyo. “El duelo perinatal hay que humanizarlo”, sostiene Sonia López, que en su labor de coordinación también sirve de ejemplo de cómo superar y aprender a convivir con una pérdida, por su propia experiencia.
“Aquí se les ayuda a sanar. Y a aprender a vivir de otra manera”, destaca la psicóloga. “Porque no se trata de olvidar lo que les ha pasado, sino de recordarlo y darles voz” -apunta la coordinadora-, para poder superar la experiencia traumática.
“Sabes que no estás sola”, constata Loli, que pide “dar visibilidad” a estas situaciones, para afrontarlas, superarlas y poder sanar sus heridas del alma.
Unidad de Acompañamiento al Duelo
La Unidad de Acompañamiento al Duelo fue creada en el año 2020 por el Hermano Isidoro de Santiago Sánchez, Superior del Hospital San Juan de Dios de Córdoba. Dicho Hermano forma parte del equipo de la Unidad, animando, promoviendo y acompañando a pacientes y familiares cuando se le requiere.
La Unidad está compuesta por profesionales con amplia formación en Cuidados Paliativos; Bioética, Enfermería, Pastoral y Psicología y trabaja bajo un protocolo específico que pretende involucrar a todos los trabajadores, para que resulte más fácil detectar cuándo una familia o un paciente puede necesitar del apoyo de esta unidad.
Entre las áreas de actuación más identificadas están las de Cuidados Paliativos, UCI y Maternidad, aunque se actúa en cualquiera de las unidades y servicios del centro, e incluso con los propios profesionales, siempre que sea necesario.
La actividad de la Unidad de Acompañamiento al Duelo -que ha recibido varios reconocimientos en su trayectoria-, se enmarca en los programas impulsados desde el Área de Humanización del Hospital que se encarga de potenciar y evaluar los proyectos que en este ámbito se implementan en el centro en diferentes servicios como UCI, oncología, maternidad, pediatría, quirófano u hospitalización, entre otros.
0