El fin de las chumberas: la planta afectada por la cochinilla que ha llevado a mínimos su producción en Córdoba

Hace ya varios años que en las calles de Córdoba no se ven a vendedores ambulantes ofreciendo a los paseantes deliciosos higos chumbos. Al Ayuntamiento de Córdoba le resulta imposible otorgar licencia de venta porque nadie se presenta. De nuevo, la Delegación de Comercio ha vuelto a abrir la convocatoria, aunque se antoja bastante complicado que haya solicitantes. La razón estaría en la dificultad para los propios vendedores de conseguir higos chumbos en Córdoba. ¿Por qué? En la plaga de la cochinilla está la respuesta.

A esta conclusión llega el profesor de Agronomía de la Unidad de Entomología Agrícola de la Universidad de Córdoba Meelad Yousef, quien ha dirigido un estudio sobre esta plaga y el modo de combatirla. La presencia de la cochinilla, o la llamada falsa cochinilla del carmín Dactylopius opuntiae, de la familia Dactylopiidae, apareció por primera vez en Murcia, en el año 2006, expandiéndose por la zona sur y arrasando con todas las chumberas que se encontraba su paso.

La cochinilla es un insecto picador chupador cuyas hembras son inmóviles y forman una capa algodonosa que les protege del efecto de insecticidas químicos y otros factores abióticos y bióticos. Debajo de esta capa está la hembra que se alimenta chupando la savia de las plantas y dejándolas secas.Tal y como apunta Yousef, “es un insecto muy fértil y fácilmente transportable por aire, animales y cualquiera herramienta”. La cuestión clave que ha marcado el devenir de las chumberas es que está incluida en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Esta propia declaración autoriza a la Junta de Andalucía a no actuar para mitigar el daño de la cochinilla y evitar que desaparezca esta planta. Realmente eso es lo que pretenden las administraciones en base a su carácter invasor.

Tal y como explican fuentes de la Junta de Andalucía, la administración solo podría intervenir en dos supuestos muy distintos. El primero, si las chumberas fueron un cultivo, característica que no tienen dado que son una especie invasora que se usaba antaño para marcar las lindes entre las fincas.

El segundo supuesto sobre el que se podría amparar la Junta para actuar sería que, aun siendo esta planta una especie invasora, la plaga que le afectara fuera “de cuarentena”, es decir, que pudiera afectar a la salud pública u a otros cultivos. Dado que no se da ninguno de estos dos supuestos, la administración autonómica no actúa para la erradicación de la cochinilla.

Rendimiento económico de las chumberas

El valor económico que las chumberas tenían hace apenas 15 años no es el de hoy. Según el anuario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en base a las últimas cifras que se conocen, en 2020 se había 101.445 chumberas diseminadas por toda España. La producción total, que incluye las mermas en la explotación, fue tan solo de 890 toneladas, de las que 719 se destinaron a venta de consumo en fresco, 168, a alimentación humana; y tres, a alimentación animal.

A nivel provincial se desconoce cuántas chumberas quedan en Córdoba. Lo que sí se sabe es que su producción es mínima y ni siquiera llega a contabilizarse por parte del ministerio. De las 890 toneladas producidas en toda España en 2020, 55 salieron de Andalucía: 54 procedentes de Almería y una, de Granada.

Si tengo una chumbera afectada, ¿la puedo recuperar?

Todo dependerá del nivel de daño que tenga la planta, apunta el investigador de la UCO, que también apela a valorar esta planta como un integrante más “del paisaje andaluz desde hace cientos de años”.

Sea como fuera, en muchas chumberas no es reversible el daño. “La suerte es de tratar de solucionar el problema a tiempo y en este caso si es posible. En caso de pérdida total, la resiembra es la mejor solución y es fácil”.