Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El turismo rural no remonta en Córdoba y marca el ejercicio más bajo desde 2020

Juan Velasco

0

El turismo rural no termina de recuperar los números previos a la pandemia en Córdoba. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este jueves muestran una caída importante en el número de viajeros, de manera que el año 2023 es el segundo peor año del último lustro.

En estos cinco años, solo 2020 fue un ejercicio peor para las casas y alojamientos rurales de la provincia de Córdoba. Según la última estadística, un total de 83.000 viajeros se alojaron en hospedajes rurales entre enero y diciembre del año pasado. Son casi 20.000 menos que en 2022 (101.015). También son peores que el año 2021 (93.120), y sólo el ejercicio 2020, en lo peor de la pandemia, ofreció registros más bajos (77.193) que 2023.

La caída respecto a 2022 es de un 17%, en un año en el que el turismo urbano ha vuelto ya definitivamente a los datos prepandemia (a excepción de los hoteles, que están a punto de lograrlo). Mientras la capital se convertía en el objetivo prioritario de los viajeros, el resto de la provincia (a excepción de la Subbética) ha visto como su atractivo ha caído durante el último año, sobre todo después de que el sector del turismo rural fuera uno de los que mejor supo encajar la crisis de la Covid.

Curiosamente, la oferta de alojamiento de este tipo no ha menguado en el último lustro. Al contrario, ha aumentado paulatinamente, de manera que las dos modalidades de viviendas turísticas regladas, la casa rural y la vivienda turística de alojamiento rural (VTAR), han aumentado su oferta en los últimos años en los pueblos de Córdoba y en la propia capital (que, recordemos, tiene zonas rurales de interés como Trassierra o Cerro Muriano).

Concretamente, entre abril de 2020 y la actualidad, el número de casas rurales y viviendas de alquiler rural de Córdoba ha pasado de 613 a 867, un crecimiento del 40%. En la provincia ya hay 538 viviendas de alquiler rural, frente a 329 casas rurales. Al igual que ocurre en la ciudad con los pisos turísticos, este tipo de alojamiento, que está menos regulado, se ha convertido en el mayoritario

La diferencia entre una y otra es que las VTAR no pueden dar servicios propios de un hotel o un negocio (nada de desayunos, comidas o servicio de habitaciones). Ocurre un poco como la diferencia entre los apartamentos turísticos y los pisos turísticos (VFT), en la que estas últimas tienen cierta ventaja al ser consideradas un complemento de renta (como el alquiler de larga duración) y no como un negocio.

Etiquetas
stats