El pescódromo cordobés que costó medio millón de euros, que se llevó la riada y que sigue abandonado
En 2008, el Ayuntamiento de Córdoba inauguró una infraestructura única en una capital del interior: un pescódromo en el mismísimo río Guadalquivir. El Instituto Municipal de Deportes (Imdeco) se gastó en la obra, ejecutada por Ros Zapata, medio millón de euros. Con ese dinero se construyeron 80 puestos de pesca en una zona en la que también estaba prevista una sala de usos múltiples y hasta una cafetería.
El pescódromo se estrenó y tuvo durante escaso tiempo un enorme uso. En Córdoba, cada domingo, decenas de cordobeses acudían al río Guadalquivir a pescar. Incluso se constituyeron clubes deportivos. Pero la riada del Guadalquivir del año 2010 dañó la infraestructura, que nunca se llegó a reparar. Prácticamente desde entonces el pescódromo está sin uso y abandonado justo entre los puentes de San Rafael y el de Andalucía, junto al Cordel de Écija.
Esta semana, Andalucía Entre Todxs ha preguntado al Ayuntamiento de Córdoba qué es lo que pasa en el pescódromo. El Consistorio se ha remitido a contestar que efectivamente existe, que la infraestructura es propiedad del Instituto Municipal de Deportes aunque el terreno pertenece a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Pero ya está. Casi 14 años después de esta gran obra, que iba a revitalizar los usos del Guadalquivir en Córdoba, la infraestructura sigue abandonada y a la espera de la reparación de una riada que se produjo hace más de una década.
En Córdoba hay una delegación provincial de la Federación Andaluza de Pesca Deportiva que lleva años reclamando la restauración del pescódromo de la ciudad. Desde que se inundó la zona, sus competiciones se celebran o embalses de la provincia o incluso fuera de los límites territoriales de Córdoba. En febrero de 2019, el partido Acción por Córdoba, que no logró representación municipal, reclamó el arreglo de la zona, sin éxito.
La pesca en el Guadalquivir no está permitida. De hecho, hasta que se produjo la riada, las competiciones que se celebraban en el pescódromo exigía que había que devolver los peces al río una vez pescados. Cada domingo, entre las 9:00 y las 13:00 de la mañana, se organizaban competiciones, que eran herederas de las que se celebraron años atrás en el río, en el Molino de Carbonell, por ejemplo.
La restauración de la zona conlleva de nuevo una inversión que es casi de otro medio millón de euros. La riada arrastró parte de la plancha de hormigón que protegía los 80 puestos del pescódromo. Además, el río se llegó a alejar en algunas zonas. Junto al puente de San Rafael, por ejemplo, se perdió la famosa isla de la Esculturas. La zona ahora mismo está inundada de maleza.
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