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Córdoba da la bienvenida a jóvenes cofrades llegados de toda España

Apertura del V JOHC |ÁLEX GALLEGOS

Redacción Cordópolis

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El Palacio Episcopal acogió en la tarde-noche de este viernes el acto oficial de apertura del quinto Encuentro Nacional de Jóvenes de Hermandades y Cofradías (V JOHC) que se celebra en Córdoba y en el que hay inscritas un millar de personas. Al acto, que fue conducido por el periodista José Antonio Luque, acudieron el obispo, Demetrio Fernández; el presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel, junto a su vocal de Juventud, Marta Calero; el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado y representantes del Ayuntamiento y la Diputación Provincial.

En su intervención, el obispo dio la bienvenida a los participantes llegados desde muchos puntos de España, a los que aseguró que Córdoba es “una ciudad muy acogedora y bonita”. Asimismo, el prelado les pidió a todos ellos que el encuentro sea un “momento de alegría en la fe” y que confiesen y comulguen con frecuencia, también en estos días de convivencia en la ciudad, en la que el obispo dio testimonio de haber visto a “miles de jóvenes participar en la vida de la Iglesia, jóvenes que vienen a las cofradías y contagian la energía de la juventud”, demostrando que la Iglesia no es cosa del pasado.

A continuación tomó la palabra el veterano cofrade Antonio Varo, que dio una breve conferencia titulada Historia de la juventud cofrade. En primer lugar aseguró que un cofrade es “un cristiano plenamente consciente de su condición de católico que decide vivir esa fe en una comunidad que es la cofradía”. En este sentido, dijo que el requisito principal para ser cofrade es ser cristiano, más allá de las marchas que se conozcan, los pasos que se porten o las veces que uno se haya vestido de nazareno. Además, explicó que es preciso conocer los fines de la cofradía: culto y liturgia, formación y práctica de la caridad con los más necesitados. “Si falta algo de esto, no eres cofrade, eres un aficionado como podrías serlo de los toros o del fútbol”.

Luego habló de la juventud, de la que dijo que llegará un momento en que pase sin que eso dependa de uno mismo, como sí depende ser cofrade. Contó que en las hermandades “siempre ha habido jóvenes” y dio algunos datos como que en Córdoba en la actualidad dos de cada tres nazarenos de cirio tienen menos de 30 años. “Durante los últimos años, el número de nazarenos o se estanca o crece lentamente y hay muchos nombres que desaparecen” porque cuando pasa la juventud, en general, se pierde el interés por las cofradías, aseveró.

Luego hizo un breve repaso histórico. Volvió a insistir en que en las cofradías siempre ha habido jóvenes pero “hasta hace medio siglo no han tenido una estructura más o menos consistente”, señaló.“Antes aprendiamos viendo a los mayores hacer las cosas y que nos dejaran coger un candelero era un honor, no teníamos vídeos y audios todo el año, teníamos nuestra fe y lo que veíamos en nuestros mayores”, continuó relatando.

Ya a mediados de los años 60 “empezaron a formarse las secciones juveniles”. Contó casos negativos como el de la Misericordia, donde esta sección duró menos de un año y en tres años los jóvenes que la formaron no eran ya ni hermanos; y otros positivos como el del Cristo de Gracia, hermandad que comenzó a situar a jóvenes en cargos secundarios junto a personas veteranas para que fueran aprendiendo, “y de ahí salieron luego hermanos mayores”, explicó Varo.

A mediados de los años 70 se estrena en Córdoba en primer banderín de Juventud. Lo hizo la hermandad de la Expiración, donde también los jóvenes forman la primera cuadrilla de hermanos costaleros de la ciudad. Aquí, el ponente alabó que esos  primeros costaleros de la Expiración hubieran vestido antes la túnica, cosa que ahora no siempre ocurre, y opinó que vestir la túnica es algo así como “la prueba del algodón” del buen cofrade, lo que le valió un fuerte aplauso de los asistentes.

Ya en los años 90, concretamente en 1994, se celebró en Córdoba un congreso de jóvenes que ya había tenido un anticipo en 1993 en un encuentro joven que organizó la hermandad de la Esperanza. “Es a partir de esa época cuando van tomando cuerpo los grupos jóvenes de las cofradías”, comentó Varo, quien ya en la actualidad los definió como “un colectivo inserto en la normalidad de vida diaria de las hermandades” que tienen que evitar el riesgo de considerarse algo aparte de la hermandad y “no deben tener más objetivos que los de servir a la cofradía y a la Iglesia y a la difusión del Evangelio. Ése es vuestro reto”, dijo para concluir.

El acto terminó con la proyección de un vídeo realizado por el cofrade Eloy Moreno y en el que aparecía como banda sonora la marcha “Saeta cordobesa”, himno de la Semana Santa de Córdoba; seguido de la presentación de la candidatura de Santander para el sexto Encuentro Nacional de Jóvenes Cofrades en 2018.

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