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El 'búnker' de la UCO: el lugar de donde salen los exámenes de Selectividad de toda Andalucía

Alumnos en la última prueba de selectividad de la historia | MADERO CUBERO

Alejandra Luque

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En una especie de búnker y con el mayor celo posible. Así han permanecido los cerca de 350.000 exámenes que la Universidad de Córdoba ha impreso de cara a la Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PEvAU) -antigua Selectividad- y que a partir de este martes serán repartidos entre los alumnos de toda Andalucía. Cada año, la coordinación y preparación de esta prueba a nivel andaluz responde a un orden alfabético y la de este año ha correspondido a la Universidad de Córdoba (UCO). Intensos meses de trabajo donde la confidencialidad es la clave para que no surjan irregularidades.

Tal y como explica el vicerrector de Estudiantes de la UCO, Alfonso Zamorano, el primer paso fue la elaboración de los exámenes a través de comisiones “que están formadas por profesores de instituto y universidad”. Son estos catedráticos de ambas instituciones los que elaboran los exámenes para que se adapten lo máximo posible al temario que han estudiado los alumnos. Este trabajo de profesionales de diferentes entidades es muy importante a la hora de calibrar la dificultad de los exámenes, un aspecto que en alguna ocasión ha sido cuestionada por los alumnos.

En estas comisiones “hay una ponencia para cada asignatura que está formada, a su vez, por dos profesores de cada universidad andaluza”. Así, 18 personas son las que han preparado los exámenes de las 30 asignaturas objeto de la “Selectividad”. Tras este trabajo “se ha realizado un sorteo con seis modelos de exámenes diferentes de los que, por sorteo, se han escogido dos, los de junio y septiembre, y otro de reserva para cada convocatoria, por si hubiera alguna incidencia”.

Una vez sorteados los exámenes, la UCO comenzó el proceso de impresión y, en esta ocasión, la Universidad ha querido dejar todo el procedimiento bajo su control. Por ello, este paso no se ha dejado en manos de un repografía externa sino que los exámenes se han impreso en la propia Universidad. “Si no se hace así, acaba interviniendo algún personal externo y es lo que no quería”, apunta Zamorano. Así, durante tres semanas se han impreso “en torno a un millón y medio de fotocopias” entre exámenes simples, a doble cara o de mayor tamaño, como son los que necesitan los alumnos que se examinan de Dibujo Técnico.

Caja de seguridad

Tras su impresión, los exámenes “han sido trasladados a una caja de seguridad que la Universidad ha creado ex profeso y cuyas claves sólo hemos conocido dos personas de la UCO”. Dicha caja ha estado ubicada desde finales de abril hasta finales de mayo “en un espacio específico que se ha acondicionado desde septiembre: una especie de búnker sin acceso al exterior, con ventanas lacradas y cámaras de seguridad.

La UCO ha formado a un grupo de siete personas -ocho con Zamorano- que han sido los responsables de todo el procedimiento y que, además, han firmado un documento de confidencialidad con repercusiones legales. Zamorano ha evitado con celo las filtraciones. “Me han llegado a llamar paranoico”, ríe, pero “hasta los ordenadores con los que se han trabajo no han tenido conexión a red y se han instalado inhibidores de frecuencia”. La pasada semana, los responsables de cada universidad andaluza acudieron hasta la UCO en coches blindados para llevarse los exámenes que repartirán a los alumnos.

¿Miedo a que pueda ocurrir lo mismo que en Extremadura?

El supuesto hackeo o filtrado de los exámenes en Extremadura ha levantado todas las alarmas de seguridad en el resto de comunidades autónomas. Pero Zamorano quiere tranquilizar a los estudiantes. “En Córdoba no se cuelgan los exámenes de Selectividad. Ni en una nube ni en ningún otro lugar. Siempre van encriptados. Una vez finalizados las pruebas, se entregan a la Junta de Andalucía, que es quien se encarga de publicarlos en la red”. “La Universidad no tiene esa competencia”, aclara el vicerrector.

En el caso de Córdoba, un total de 4.122 estudiantes se han matriculado para las pruebas. De ellos, 2.327 son mujeres, lo que supone un 56,45% del total. Del global, 3.792 matrículas corresponden a estudiantes de Bachillerato Lomce (3.630 de ellas, dentro de la fase de acceso y 162, de la fase de admisión); 94 pertenecen a alumnado de Bachillerato LOE (29 de ellas, a la fase de acceso y 65, a la fase de admisión). Por último, 236 matrículas corresponden a alumnado procedente de Ciclos Formativos, y todas ellas pertenecen a la fase de admisión.

Para la realización de las pruebas se han habilitado un total de 17 sedes repartidas por la provincia de Córdoba. De ellas, seis corresponden a Córdoba capital: en el Aulario del Campus Rabanales, la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, Facultad de Ciencias del Trabajo, la Facultad de Medicina y Enfermería (Edificio Sur de la antigua Escuela Politécnica), Facultad de Ciencias de la Educación y el anexo Turismo (Aulario Menéndez Pidal). Estas dos últimas localizaciones son nuevas este año y responden al interés de la UCO por atender a más alumnos.

El resto se distribuyen por la provincia ubicándose en Baena (IES Luis Carrillo de Sotomayor), Belmez (Escuela Politécnica Superior de Belmez), Cabra (IES Aguilar y Eslava), Lucena (IES Marqués de Comares), Montilla (IES Inca Garcilaso), Montoro (IES Santos Isasa), Palma del Río (IES Antonio Gala), Posadas (IES Aljanadic), Pozoblanco (IES Los Pedroches), Priego (IES Álvarez Cubero) y Puente Genil (IES Manuel Reina).

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