Una bodega centenaria que busca innovar en la forma de producir el vino
La Finca y Bodega Tejarejo, situada en la localidad cordobesa de Fernán-Núñez y con viñedos propios pertenecientes a la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles, fue adquirida en el año 2017 por su actual propietario, Juan Mata, que desde entonces trabaja en un proyecto de viñedos y bodega único en la zona, en el que la tradición y la innovación se fusionan.
Para este proyecto, la centenaria bodega Tejarejo ha adquirido varios depósitos con forma ovoidal, fabricados en acero inoxidable a más de 3.000 kilómetros de distancia e inspirados en las ánforas romanas y fenicias donde ancestralmente se fermentaba el vino.
El diseño de los depósitos aporta un toque innovador a la bodega, pero lo más importante es que proporciona muchas ventajas para la obtención de vinos de calidad. Su forma ovoidal y las diferencias de temperatura que se crean entre el centro del depósito y la parte más alta fomenta el movimiento del vino de arriba a abajo y hacia los lados, provocando que esté en movimiento todo el tiempo, aumentando el contacto con sus lías y realizando un battonage natural. Este sistema amplifica la expresión de la uva, enfatiza la autenticidad de los aromas y respeta la tipicidad del terruño, obteniendo vinos, a partir de las variedades de uva Pedro Ximénez y Moscatel, con unas características organolépticas muy singulares en la zona.
Bodegas Tejarejo es la primera bodega a nivel nacional en utilizar este tipo de depósitos con forma ovoide fabricados en acero inoxidable. En España, algunas bodegas de renombre también utilizan esta morfología en sus depósitos, pero son de otro tipo de material como el cemento o el hormigón.
Juan Mata, propietario de la bodega asegura que “la vendimia del año 2020 será muy especial para nosotros, se seleccionarán las mejores uvas de nuestro viñedo para producir tan solo 8.000 botellas de vino, algunas de ellas ya reservadas. No queremos elaborar grandes cantidades, solo buscamos la mejor calidad”.
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