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Ansiedad, angustia y desánimo: la realidad de los sanitarios que requieren atención psicológica

El servicio de Salud Mental atiende a profesionales del Hospital Reina Sofía por las consecuencias del trabajo en pandemia.

Carmen Reina

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La situación nunca vivida antes y la sobrecarga de trabajo que ha supuesto la pandemia del Covid-19 entre los profesionales sanitarios tiene una cara B en las consecuencias psicológicas que todos estos meses de lucha contra el coronavirus y sus dos grandes picos de incidencia han supuesto para quienes trabajan en los centros de salud y en el Hospital Reina Sofía de Córdoba.

Ansiedad, angustia, desánimo, desbordamiento emocional...son algunas de esas consecuencias, con las que se encuentran de bruces los profesionales sanitarios, además de las puramente físicas por el cansancio acumulado en todos estos meses. Es la realidad que siguen viviendo, ocho meses después del primer pico de la pandemia y ante una segunda ola en este otoño. Y, para hacer frente a ello, la Unidad de Salud Mental del Reina Sofía ha dispuesto un servicio específico para atender a los profesionales, que requieren esa ayuda para poder seguir adelante.

El servicio de atención psicológica a los sanitarios se puso en marcha en Reina Sofía ya al comienzo de la primera ola de la pandemia, explica a CORDÓPOLIS Carmen Prada, jefa de la Unidad de Salud Mental de Reina Sofía. Al mismo tiempo que se reorganizaban otros servicios de primera línea de intervención ante el coronavirus en el hospital, como las Urgencias o las unidades Covid, en la retaguardia se habilitaba este servicio de atención psicológica para los propios sanitarios. Y en esta segunda ola, sigue siendo necesario.

Psiquiatras y psicólogos están al frente de este servicio, “organizados en dos grupos de trabajo a los que recurrir, mediante contacto a través de los teléfonos difundidos entre  todos los profesionales del Hospital y Atención Primaria”, relata Prada. Ese contacto telefónico permite atender en un primer momento a los sanitarios que lo requieren, “hacer escucha, valoración, intervención de manera inmediata ante necesidades, aportar recursos de afrontamiento” de cada situación personal.

Y si con esta atención a través del teléfono se detecta “un estado de psicopatología que requiriese atención presencial”, los responsables del servicio coordinan su derivación al dispositivo de Salud Mental que se requiera proporcionar, indica la jefa del servicio sobre el protocolo que se sigue ante este tipo de situaciones.

Emociones desbordadas, en el trabajo y con la familia

La atención que se ofrece “incluye todos los aspectos emocionales vividos en una situación de crisis como la actual”, ante circunstancias que los profesionales plantean y que se dan no solo en el ámbito laboral, sino también sobre su ámbito familiar y social, ante la preocupación que les genera trabajar en contacto directo con el virus y el riesgo de contraer la enfermedad, tanto por ellos como por sus familias.

Al otro lado del teléfono, el servicio de atención psicológica se encuentra con profesionales que demandan ayuda por las “vivencias” a las que han tenido que hacer frente en la lucha contra el Covid-19, “angustia, alteraciones del sueño, emociones de desánimo, temores anticipatorios de desesperanza” en una larga lista de situaciones psicológicas que se han visto alteradas por la pandemia, incluyendo circunstancias de riesgo ante pacientes y también personales y por sus familias.

“Crisis de ansiedad, desbordamiento emocional, inseguridad” son algunos de esos episodios que ha traído la pandemia a los profesionales, además del virus. Son, de hecho, los casos más habituales y también algunos de los más agudos, ese reverso del coronavirus que ha atacado también psicológicamente a los profesionales sanitarios.

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